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¿Quién es Omar Suleiman?

Fuentes: The New Yorker

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Uno de los «nuevos» nombres que se mencionan como posible alternativa al Presidente Hosni Mubarak de Egipto, Omar Suleiman, no es precisamente un nombre tan nuevo para cualquier persona que haya ido siguiendo la política estadounidense de las entregas extraordinarias de sospechosos de terrorismo. Tras disolver ayer su gabinete, Mubarak designó como vicepresidente a Suleiman, quien, según muchos comentaristas, se perfila como posible sucesor y alternativa al hijo de Mubarak, y heredero hasta ahora previsto, Gamal Mubarak. Suleiman es muy bien conocido en Washington. De maneras suaves, sofisticado, y hablando un inglés muy fluido, ha servido durante años como conducto principal entre Estados Unidos y Mubarak. Aunque tiene fama por su lealtad y eficacia, arrastra también un controvertido equipaje para quienes buscan hacer borrón y cuenta nueva en la situación de los derechos humanos en Egipto. Como describí en mi libro «The Dark Side» [El lado oscuro], Suleiman ha dirigido desde 1993 los temidos servicios de la inteligencia egipcia. En ese puesto, fue el hombre clave de la CIA en Egipto en el programa de las entregas extraordinarias, el programa secreto por el que la CIA secuestraba sospechosos de terrorismo por todo el mundo y los entregaba en Egipto, y algunos otros lugares más, para someterlos a interrogatorios en circunstancias brutales.

Como Stephen Grey refleja con gran detalle en su libro «Ghost Plane» [Aviones fantasma], a partir de la década de los noventa, Suleiman negoció directamente con los altos funcionarios de la Agencia. Todas y cada una de las entregas extraordinarias contaron con luz verde de los más altos niveles tanto de la agencia de inteligencia egipcia como estadounidense. Edward S. Walter, jr., ex Embajador de EEUU en Egipto, describía a Suleiman como «muy brillante, muy realista», añadiendo que era consciente que tenía bastante que ver con «algunas de las cosas negativas a las que los egipcios se habían comprometido, como torturas y cosas así. Algo en lo que, por cierto, no se mostraba muy remilgado».

Técnicamente, la ley estadounidense exigía que la CIA «se asegurara» que los sospechosos entregados a Egipto no fueran sometidos a torturas. Pero bajo el reinado de Suleiman en el servicio de inteligencia, esas seguridades no tenían valor alguno. Como Michael Scheuer, un antiguo agente de la CIA que ayudó a poner en marcha la práctica de las entregas extraordinarias y que más tarde testificó ante el Congreso, incluso aunque esas «seguridades» estuvieran escritas con tinta indeleble, «no eran sino papel mojado».

Jane Mayer se incorporó al The New Yorker en 1995, fue de las pioneras en denunciar el programa de entregas extraordinarias de la CIA. Véase a este respecto en Rebelión el artículo escrito en 2005 titulado «La historia secreta del programa de ‘entregas extraordinarias’ de EEUU:

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=12753

Fuente:

http://www.newyorker.com/online/blogs/newsdesk/2011/01/who-is-omar-suleiman.html