Después del secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses, dos de los cuales fallecieron, el pasado 3 de marzo en Matamoros, Tamaulipas, se ha encendido en los Estados Unidos de América una llama intervencionista entre algunos congresistas norteamericanos que proponen que tropas estadounidenses intervengan para “apoyar” a México a luchar contra los cárteles bajo la consigna de detener la violencia en México y el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos. Antes de este caso, ya en septiembre del 2022 y febrero del 2023, los fiscales de 21 estados dentro de los EE. UU. habían mandado peticiones a Joe Biden para que se considerase a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas.
Uno de los congresistas que ha pedido la intervención del ejército estadounidense en México es el representante del segundo distrito de Texas ante la Cámara de Representantes de los Estados Unidos Dan Crenshaw. Crenshaw fungió como miembro de los SEAL de la armada de Estados Unidos en la Guerra de Afganistán donde incluso perdió un ojo en 2012, retirándose del ejército en 2016. Tras ganar las elecciones por su distrito en 2018, Dan ha logrado reelegirse dos veces más manteniendo una postura cercana al ala trumpista del Partido Republicano. El pasado 12 de enero Crenshaw presentó una iniciativa que abogaba ya por la intervención de EEUU en territorio mexicano para “ayudar” en el combate a los cárteles, iniciativa que ahora ha retomado con mayor fuerza incluyendo un posicionamiento el pasado 7 de marzo donde pedía que se declarasen a los cárteles como un objetivo militar y diciendo a López Obrador que “amaríamos que fueras un socio, ayúdanos a ayudarte”, así como un video publicado en su cuenta de Twitter (@RepDanCrenshaw) de más de dos minutos el 8 de marzo en el que se dirige en español a AMLO mencionando que los cárteles, aparte del reciente caso de Matamoros, son responsables de la muerte de aproximadamente 100000 estadounidenses (según cifras de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes) al año por envenenamiento con opioides, principalmente el fentanilo que es la nueva gallina de oro de los cárteles. En dicho video, Crenshaw preguntó a López Obrador “¿Por qué protege a los cárteles”? llamando al presidente mexicano a que acepte la ayuda de los vastos recursos y habilidades estadounidenses para combatir el crimen, similar a la estrategia utilizada en Afganistán en la lucha contra el terrorismo. También, Crensahw dijo que este problema es uno que le compete a ambas naciones y que los estadounidenses “…queremos luchar junto a usted (López Obrador) y al pueblo mexicano […] lo necesitamos a usted, e igualmente usted a nosotros[…] hago un llamado al presidente de México y al presidente de Estados Unidos para que avancen con el plan para luchar juntos contra los cárteles…”, mostrando esta retórica intervencionista de los Estados Unidos y su ejército como garantes de la libertad, democracia y prosperidad como la que llevaron a Iraq, Afganistán, Libia y Siria.
Aparte de sus posicionamientos, el polémico video y su deseo intervencionista, Crenshaw se metió también con Ricardo Monreal, a quien preguntó si un tuit del senador morenista que rechazaba la iniciativa de Crenshaw había sido escrito por líderes de los cárteles y con el también senador de MORENA Héctor Vasconcelos, quien también se posicionó en contra de Crenshaw en Twitter, pidiéndole que “pare de defender a sus amiguitos narcos y tome acción para prevenir el tráfico de fentanilo. Cálmese con sus mentiras sobre una supuesta <>…”
Igualmente, otros republicanos tratan de aprovechar esta crisis como el Senador de los Estados Unidos por Alabama, Tommy Tuberville, quien anunció en su página (www.tuberville.senate.gov) que ha propuesto una iniciativa (Border Safety and Security Act) para que los estados puedan responsabilizar al Secretario de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, de cualquier fallo del Departamento de Seguridad Nacional en su labor de detener ilegales inmigrantes, dándole además la facultad a Mayorkas de poder suspender la entrada de cualquier inmigrante ilegal a los Estados Unidos en caso de ser necesario, a fin de brindarle esa responsabilidad de la cuál poder acusarle al considerar los republicanos que la administración de Biden ha permitido el acceso desmedido de inmigrantes que podrían estar envueltos en los cárteles que trafican el fentanilo y secuestraron a los estadounidenses en Tamaulipas.
Por otra parte, otro congresista que ha llamado a la intervención es el Senador de los Estados Unidos por Carolina del Sur Lindsey Graham, quien sirvió en la Fuerza Aérea de Estados Unidos entre 1982 y 1988 y se le considera como aliado cercano a Trump. Lindsay se ha unido a la petición de intervenir militarmente ante los cárteles “terroristas” para “ajusticiarlos” por la inseguridad en México y las muertes por fentanilo en EE. UU., acusando incluso, en declaraciones a Univisión, que López Obrador “ha perdido el control de gran parte de México”. Este tema de fentanilo es tan importante en la política interna estadounidense que incluso el embajador Ken Salazar y la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Liz Sherwood se reunieron este 8 de marzo con el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero y el 9 de marzo con López Obrador y otros funcionarios de alto nivel para tratar sobre las estrategias para combatir el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos.
Otros republicanos con posturas similares son John Cornyn, Senador de los Estados Unidos por Texas, quien en una entrevista en Fox News el 7 de marzo dijo que “no descartaría nada de la mesa cuando se trata de proteger vidas estadounidenses”. Por su parte, James Comer, congresista por el primer distrito de Kentucky en la Cámara de Representantes mencionó ante Fox que, supuestamente, Trump en su momento había ordenado bombardear algunos laboratorios de los cárteles en México, algo que no se realizó. Comer consideró que el no haberlo hecho fue “un error” de la administración de Trump y el ejército.
Sin duda, el caso de los cuatro ciudadanos estadounidenses secuestrados en Matamoros se ha presentado como un catalizador para estos oportunistas republicanos. Ante esto, México y su gobierno deberán adoptar una postura de resistencia para poder combatir el problema de los cárteles sin caer en presiones y sometimientos del gobierno de los Estados Unidos que tampoco querrá darle la oportunidad a los republicanos de golpear políticamente a la administración Biden con la retórica de la necesidad de intervenir en México para “salvar” a los ciudadanos norteamericanos. México y Estados Unidos se encuentran ante la encrucijada de evitar que el problema crezca antes de que la opinión pública y la población norteamericana lleguen a considerar la opción de la intervención militar de manera seria, así como a nosotros nos concierne observar detalladamente la postura y declaraciones de estos actores intervencionistas ante el riesgo de que el tema de una intervención en México se vuelva en tema central de la agenda electoral en Estados Unidos de cara al 2024.
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