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Compaoré nombra un nuevo primer ministro para intentar retomar el control, después de dos meses de manifestaciones y motines en el ejército

Remodelación en Burkina Faso

Fuentes: l' Humanite

Un nuevo primer ministro ha sido nombrado, el lunes, en Burkina Faso. Luc Adolphe Tiao, antiguo embajador en París, sucede así a Tertius Zongo, cuyo gobierno había sido disuelto el 15 de abril. El régimen de Blaise Compaoré, «reelegido» presidente con el 80% de votos a favor noviembre pasado, intenta así calmar un fuerte movimiento […]

Un nuevo primer ministro ha sido nombrado, el lunes, en Burkina Faso. Luc Adolphe Tiao, antiguo embajador en París, sucede así a Tertius Zongo, cuyo gobierno había sido disuelto el 15 de abril. El régimen de Blaise Compaoré, «reelegido» presidente con el 80% de votos a favor noviembre pasado, intenta así calmar un fuerte movimiento de protesta en su contra al cual se enfrenta desde hace varias semanas.

Como en Túnez, la muerte de un joven hizo estallar las protestas en febrero. Justin Zongo, un estudiante en el instituto de la ciudad de Koudougou, en el centro oeste del país, ha muerto oficialmente de meningitis, pero sus compañeros creen que fue asesinado. Este drama provocó las manifestaciones de estudiantes pero también sindicales y políticas. Después, la situación se volvió crítica. El 14 de abril los motines empezaron en el ejército, en Ouagadougou, capital del país. La guardia republicana, encargada de la protección del presidente, también se unió. La semana pasada, se contaron más de 45 muertos en la capital. A los motines les sucedieron saqueos en los comercios así como violaciones.

Luc Adolphe Tiao ha dimitido para emprender las reformas. Cuando un motín se produce «hasta en el entorno de un jefe de Estado, es inquietante«, previene Charles Sorgho, militante asociativo. «La situación es bastante crítica le explica a la ALP. Y de preguntarse las causas de las desigualdades » Hay una distancia abismal entre una minoría de ricos, esencialmente en el entorno presidencial y el resto de la población. Funcionarios, pequeños comerciantes, agricultores, obreros cuando todo se ha vuelto caro». Sorgho llama al aumento de los salarios de los funcionarios, a un control de los precios. Editor del diario Observateur Paalga, Dieudonné Zoungrana, cree que «el poder esta arrinconado y debe revisar muchas cosas«.

En un primer momento, el gobierno intentó atribuir los movimientos sociales a un complot. Sin embargo, los burkineses tienen razones para rebelarse en un país donde la mitad de los 16 millones de habitantes vive con menos de 1,52 euros al día. Con el alza de los precios, el poder de compra de los trabajadores agrícolas no cesa de descender desde los últimos años, constatan los sindicatos. Por otro lado, la oposición espera ver al gobierno renunciar a una propuesta de revisión constitucional que permitiría a Blaise Compaoré mantener su mandato hasta 2015. El presidente está en el poder desde 1987, tras el asesinato de su predecesor Thomas Sankara.

Fuente: http://www.humanite-en-espanol.com/spip.php?article923