Los medios destacaron que los resultados en las elecciones de dos gobernadores y de la alcaldía de Nueva York significan una derrota del movimiento ultraconservador.
Bill de Blasio prometió ayer, en sus primeras declaraciones como alcalde electo de Nueva York, que trabajará por modificar la brecha de desigualdad entre pobres y ricos. Presentada como una ciudad donde desde hace doce años la vida es más segura, la Gran Manzana se muestra también como un distrito en el que las oportunidades para los sectores más postergados mermaron últimamente. El flamante alcalde tuvo tiempo para celebrar en español que la ciudad eligiera lo que él llamó «el camino progresista», en comicios que le otorgaron una amplísima victoria y cambiaron el rostro republicano que gobierna desde hace 24 años. Los medios destacaron, por otra parte, que los resultados en las elecciones de gobernadores en Nueva Jersey y Virginia y en la alcaldía de Nueva York significan una derrota del Tea Party, el ala más ultraconservadora del Partido Republicano.
«Hoy empezamos a caminar juntos como una sola ciudad», afirmó De Blasio, quien agregó en español: «Estamos muy orgullosos de lo que logramos en esta campaña». De Blasio cosechó un 73,3 por ciento de los sufragios frente al 24,3 por ciento obtenido por el candidato republicano, Joe Lhota, quien prometía seguir la línea de Michael Bloomberg, el multimillonario empresario de los medios que gobierna actualmente la ciudad. Lhota admitió su derrota asegurando que deseaba que el resultado hubiese sido diferente, pese a lo cual agradeció a sus seguidores.
Según los conteos, De Blasio se impuso en los principales grupos de votantes, salvo en aquellos que apostaban más por la experiencia, quienes prefirieron darle su apoyo a Lhota. En su distrito, Brooklyn, y en el Bronx, obtuvo cifras de más del 80 por ciento, mientras que en Manhattan y Queens, donde la diferencia fue menor, alcanzó unos dos tercios de los votos. Quienes más se inclinaron por el demócrata fueron los sectores vinculados con las minorías: entre los ciudadanos afrodescendientes, registró un 96 por ciento de adhesión.
De este modo, este dirigente se convirtió en el primer demócrata en ganar una elección a alcalde por Nueva York desde 1989. Para ello, De Blasio centró su campaña en la lucha contra la desigualdad económica y la falta de oportunidades que afectan a amplias capas de la ciudad. «Hoy hablaron fuerte y claro por una nueva dirección para Nueva York», señaló el político neoyorquino, quien reconoció que el trabajo acaba de empezar y consideró que luchar contra la de-sigualdad nunca fue fácil.
A pesar de tener un presupuesto superavitario, la brecha entre pobres y ricos aumentó y en barrios de clase media, como Queens, asocian a Bloomberg con la especulación financiera que llevó a la crisis económica mundial de 2008. Hoy, 1.700.000 neoyorquinos son pobres, equivalente al 20 por ciento del total de habitantes. Desde 2002 a la fecha casi se duplicaron los refugios para las personas sin techo: cuando asumió Bloomberg, 30.000 personas no tenían dónde dormir y ahora son 51.000 las personas sin techo.
Achicar la distancia entre los que más tienen y los sectores más relegados, consideró De Blasio, representa «el reto definitorio de nuestro tiempo». En su discurso, el alcalde electo manifestó que además de luchar contra la falta de oportunidades, debe atenderse a la mejora de la educación. En este sentido, adelantó que va a pedir que los más ricos paguen un poco más a fin de financiar la educación preescolar para todos los niños de la ciudad y que impulsará programas educativos especiales por las tardes.
Por otra parte, el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, obtuvo el 60 por ciento de los votos frente a la demócrata Barbara Buono, con el 38 por ciento, y se consolidó como posible candidato de los republicanos a las presidenciales en 2016. La cadena de televisión CNN destacó que Christie, de 51 años y a quien el Tea Party no considera suficientemente conservador, recibió el 56 por ciento del voto femenino, el 20 por ciento del voto negro y el 45 por ciento del voto latino. «Es un resultado mucho mejor que los de la mayoría de los republicanos en elecciones recientes», apuntó la CNN.
Según The New York Times, los republicanos alarmados por la insurgencia del Tea Party se sienten aliviados por el éxito de Christie y esperan que su partido aprenda no sólo por el margen de victoria sobre Buono, sino también por los grupos que integran a los votantes que lo apoyan. En Virginia, el ex presidente del Comité Nacional del Partido Demócrata Terry McAuliffe obtuvo el 48 por ciento de los votos en la contienda por la gobernación frente al republicano Ken Cucinelli, favorito del Tea Party, que recibió el 45 por ciento.
La mayoría de los analistas esperaban una victoria más amplia de McAuliffe y los medios destacan el hecho de que Cucinelli, a diferencia de Christie, obtuvo apenas el 36 por ciento del voto femenino y porcentajes menores del voto latino y negro.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-233033-2013-11-07.html