El Senado estadounidense aprobó por abrumadora mayoría, 80-19, el proyecto de ley que estipula la construcción de un muro de 1.126 kilómetros a lo largo de la frontera con México. El muro estaría situado en áreas claves de la frontera con México, desde donde cada año cientos de miles de personas intentan entrar a Estados […]
El Senado estadounidense aprobó por abrumadora mayoría, 80-19, el proyecto de ley que estipula la construcción de un muro de 1.126 kilómetros a lo largo de la frontera con México.
El muro estaría situado en áreas claves de la frontera con México, desde donde cada año cientos de miles de personas intentan entrar a Estados Unidos ilegalmente.
Entre los que votaron a favor del proyecto se encuentran varios demócratos, como Hillary Clinton, quien se sumó a la mayoría republicana que propuso la medida.
Ahora, sólo resta conciliarla con una propuesta similar que aprobó la Cámara de Representates la semana pasada, para luego ser finalmente firmada por el presidente George W. Bush.
La votación se llevó a cabo en medio de un caldeado clima político, previo a las elecciones legislativas del 7 de noviembre.
«Quieren usar este voto como un símbolo de que están tratando de aplicar las leyes de inmigración. La verdad es que el muro no se va a construir. Si lo construyen, la verdad es que no va a funcionar», señaló a BBC Mundo la analista de asuntos migratorios del Consejo Nacional de La Raza, Michele Waslin.
El ministro de Relaciones Exteriores de México, Luis Derbez, ha dicho que esta ley afectará gravemente las relaciones entre ambos países.
Esta fue la última sesión del Senado, antes de suspender sus labores para el receso legislativo previo a las elecciones.
El proyecto de ley aprobado no incluye fondos para la construcción del muro.
Partida de US$1.200 millones
Sin embargo, otro proyecto de ley para financiar las operaciones del Departamento de Seguridad Interna sí incluye una partida de US$1.200 millones para medidas de seguridad a lo largo de la frontera estadounidense con México.
Inclusive, esa suma «es insuficiente para toda la extensión de muro que quieren construir», agregó Waslin.
Hasta el momento, el Senado se había negado a aprobar normas aisladas sobre el tema migratorio tras haberse pronunciado a favor de un proyecto de ley de reforma integral que, además de incluir normas de seguridad, establece un mecanismo para la legalización de más de 11 millones de inmigrantes indocumentados.
La presión política previa a la aprobación de la ley pareció haber agotado la resistencia de senadores republicanos como John Warner, Lindsay Graham y el cubano estadounidense Mel Martínez.
El presidente republicano George W. Bush, a su vez, parecería estar dispuesto a firmar la ley del muro fronterizo pese a su anterior insistencia en que sólo respaldaría una reforma integral.
«Esos senadores todavía son muy importantes, pero lo que pasa es que ahora no estamos hablando de la política de inmigración, estamos hablando de candidatos y elecciones en noviembre», según Waslin.
«Desafortunadamente, muchos congresistas piensan que tienen que votar a favor de propuestas antiinmigrantes para ganar las elecciones en noviembre», señaló Waslin.
Senador demócrata
Inclusive, senadores demócratas como Mark Dayton, de Minnesota, habían tirado la toalla pese a sus objeciones de completar «esta tarea después de las elecciones», dijo Dayton en el debate en el Senado.
Hay quienes consideran que después de las elecciones surgirá un clima político más favorable a negociaciones para una reforma migratoria global.
«Después de las elecciones habrá mucha más voluntad para enfocar este tema desde un punto de vista mucho menos politizado. En este momento, todos se están proyectando hacia el electorado y eso ha dificultado la aprobación de una reforma integral», dijo a BBC Mundo el director ejecutivo de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), Brent Wilkes.
Pase de factura política
La polémica migratoria también será una buena oportunidad para un pase de facturas políticas por los votantes hispanos en estados como California, donde el republicano Arnold Schwarzenegger se ha postulado a la reelección como gobernador.
«La mayoría de los hispanos que votaron a favor de Schwarzenegger cuando se postuló contra Gray Davis lo están abandonando. Sólo le queda un 20% de esos votantes. Eso se debe en gran parte a esta campaña antiinmigrante de los republicanos», según Wilkes.