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Si Charles Taylor es un criminal de guerra, también lo son Obama, Bush y Clinton

Fuentes: Black Agenda Report

Traducido para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

El año pasado el ex presidente de Liberia Charles Taylor se convirtió en el primer ex jefe de Estado condenado por un tribunal internacional. Taylor, cuya condena a 60 años de cárcel se ratificó la semana pasada, fue considerado culpable de crímenes de guerra, no solo en su propio país sino también en el vecino Sierra Leona donde una guerra civil causó estragos desde 1991 a 2002. El presidente de Liberia no fue acusado de haber cometido personalmente asesinatos masivos en Sierra Leona, ni siquiera de haber ordenado que se cometieran esos crímenes, sino que el fiscal argumentó que había «instigado» a otros para que cometieran los crímenes con el fin de beneficiarse de lo que se conoce como los «diamantes de sangre». El tribunal razonó que Taylor tiene que haber tenido conocimiendo de los horribles crímenes que estaban perpetrando sus amigos entre los rebeldes en el país vecino y, por consiguiente, era tan culpable como ellos.

Si este es el nuevo parámetro para el derecho penal internacional, entonces Barack Obama y los otros dos presidentes estadounidenses con vida pronto deberían estar en una celda contigua a la de Charles Taylor. Estos tres presidentes estadounidenses han instigado, con pleno conocimiento de las consecuencias que ello tenía, 17 años de los crímenes más espantosos que se puedan imaginar en la República Democrática de Congo.

Mientras que se acusó al presidente de Liberia Charles Taylor de fomentar el asesinato de posiblemente 50.000 personas en Sierra Leona, Obama, George W. Bush y Bill Clinton han armado, financiado y protegido a los asesinos de seis millones de personas (120 el número de muertos) en el este de Congo, donde los aliados de Estados Unidos Ruanda y Uganda han saqueado y cometido asesinatos masivos desde1996.

Se afirmó que Charles Taylor actuó movido por el logro de beneficio personal del comercio de los diamantes de sangre, aunque los investigadores internacionales nunca han encontrado su supuesto tesoro oculto. Estados Unidos dejó sueltos a sus perros de guerra ruandeses y ugandeses por un precio mucho más alto: los mayores depósitos del mundo de metales estratégicos necesarios para la mantenimiento de las industrias y máquinas de guerra modernas. Puede que el alijo de dinero mal conseguido de Charles Taylor sea ficticio, pero el flujo de coltán y de otros materiales estratégicos congoleños a través de los intermediarios militares ruandeses y ugandeses a los países ricos de Occidente es innegable. Los crímenes de Charles Taylor en Sierra Leona, si es culpable, parecen nimios comparados con los de los presidentes estadounidenses en Congo, donde Clinton, Bush y Obama han instigado, fomentado y colaborado con el peor genocidio desde la Segunda Guerra Mundial. Y al igual que los delincuentes comunes, trataron de ocultar las pruebas , cultando informes de la ONU, impidiendo que se discutieran las quejas de Congo en el Organismo Mundial, e invadiendo los medios de comunicación corporativos con propaganda de que los dirigentes de Ruanda y Uganda eran los hombres más honorables de África cuando, de hecho, son los ladrones y asesinos tratados con más condescendencia del continente.

Por supuesto, Estados Unidos nunca se someterá a la jurisdicción del Tribunal Penal Internacional, sus presidentes no pueden estar a la altura de los parámetros de justicia de cualquiera. Viven según la ley de las armas, son los mayores criminales sobre el planeta Tierra.

Se puede contactar con el director ejecutivo de Black Agenda Report Glen Ford en [email protected] .

Fuente: http://www.blackagendareport.com/content/if-charles-taylor-war-criminal-then-so-are-obama-bush-and-clinton