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Sobre el supuesto rechazo en España a los valores solidarios que impulsaron el Estado del bienestar

Fuentes: Rebelión

Uno de los argumentos mas frecuentes para justificar la «austeridad», los recortes y la privatización de los servicios de salud públicos es la supuesta pérdida de apoyo al estado del bienestar entre los españoles. Por ejemplo, en un reciente congreso sobre Internacional sobre Dependencia y Calidad de Vida organizado por la Comunidad de Madrid [1], […]


Uno de los argumentos mas frecuentes para justificar la «austeridad», los recortes y la privatización de los servicios de salud públicos es la supuesta pérdida de apoyo al estado del bienestar entre los españoles. Por ejemplo, en un reciente congreso sobre Internacional sobre Dependencia y Calidad de Vida organizado por la Comunidad de Madrid [1], donde hablaron intelectuales y políticos conservadores como Mas Collel, Francesc Torralba y el Dr. Josep Maria Via. Este último, Consejero delegado del Consorci Parc de Salut de Barcelona y asesor del President Mas, defendió una tesis del cambio de valores que dio origen al estado del bienestar en la población Española.

El tema es importante ya que si resulta, tal como apunta el Dr. Via [2], que los españoles han cambiado sus valores y se han vuelto individualistas, egoístas e insolidarios las políticas privatizadoras y los recortes de prestaciones sociales en salud primordialmente, pero también en educación, servicios a los ancianos y demás políticas sociales redistributivas obedecen a su deseo, y no a los intereses del sector privado que utilizaría a nuestros gobernantes para realizar sus fines económicos. La supuesta «Crisis de los valores que inspiraron el estado del Bienestar» sostiene pues que los valores solidarios e igualitarios que estaban presentes después de la segunda guerra mundial, en la cual por cierto España no participó, han desaparecido. Estos puntos de vista, aun sin evidencia que los sustente, se hacen legítimos cuando se amparan en congresos científicos a los que se da difusión mediática, ya que la patina del prestigio científico les da mayor credibilidad.

¿Pero es acaso cierto que la población española ha rechazado los valores solidarios que sustentan el estado del bienestar tal como afirma el Dr Via? Veamos la evidencia. Un estudio de este año del Dr. Mads Meir Jaeger de la Universidad de Aarus en Dinamarca muestra que de entre los 10 países europeos comparados (Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia, Alemania, Francia, Reino Unido, España, Portugal, Italia), España, junto con Noruega, fueron los países con el menor cambio en su apoyo al estado del bienestar entre 1996 y 2006. Es más, España fue el segundo país, detrás de Portugal, con el mayor apoyo a un estado del bienestar «sin condiciones» (84% de la población en 1996 y 83% en 2006). El estado de bienestar «sin condiciones» fue definido por el Dr. Meier Jaeger como un apoyo a las políticas públicas de disminución de la desigualdad de ingresos, de pleno empleo, de calidad de vida de los desempleados, de cobertura sanitaria para los enfermos, y de calidad de vida de los ancianos. Vemos pues que la evidencia contradice rotundamente la tesis, dada por cierta en medios conservadores que los valores solidarios que sustentan al estado del bienestar han desaparecido en España.

a evidencia mostrada es incompleta, y tal vez insuficiente. Pero el uso de tesis no avaladas por datos, como el supuesto abandono de valores solidarios por el pueblo Español, usadas para justificar la austeridad, los recortes y la privatización de servicios públicos presenta problemas científicos de tipo ético, epistemológico y político.

Desde el punto de vista ético no es correcto usar el prestigio de la ciencia por poderoso que uno sea. El poder político no debería autojustificarse. Es decir, el mero hecho de tener poder político o cultural no le exime a uno de aportar evidencia. Uno debería dar sustento a las afirmaciones con datos objetivos o reconocer que lo que esta dando son opiniones. No se debería afirmar sin más que los valores del estado del bienestar han desaparecido en España sin aportar evidencia. Y desde el aspecto político creo que es incorrecto utilizar aserciones sin documentación o el prestigio de la ciencia para promover políticas injustas como es la privatización de los servicios de salud en nuestro país. ¿Por qué las llamo injustas? Porque existe una amplia evidencia sobre todo en los EEUU y Canadá sobre efecto negativo de los sistemas privados de salud en la equidad en salud e incluso en la salud de la población general (ver notas 3 y 4).

¿Cómo puede evitarse esta situación para que no se confunda al público en situaciones parecidas? Una solución sería una reforma legislativa que no permitiera incompatibilidades entre el sector público y privado. Así, cuando alguien manifestase opiniones en un contexto científico al menos sabríamos qué intereses defiende. Otra solución sería exigir mayores credenciales científicas a los que hablan en congresos científicos. En uno y otro caso sólo con presión popular se podrá conseguir una mayor veracidad en nuestra clase política e intelectual.

Notas:

[1] http://www.edad-vida.org/congreso2011/carta_de_presentacion/carta_de_presentacion.html

[2] http://www.youtube.com/watch?v=WCTpNdII-XM

[3] Himmelstein D. Healthcare for All: The Campaign for Single-Payer Health Insurance in Massachusetts and the United States, 2000. http://www.thefreelibrary.com/Healthcare+for+All%3A+The+Campaign+for+Single-Payer+Health+Insurance+in…-a068744744; National Coalition on Health Care. Health insurance cost. Washington, DC, National Coalition on Health Care, 2008. http://www.nchc.org/facts/cost.shtml

[4] Devereaux, PJ et al. «Payment for care at private for-profit and private not-for-profit hospitals: a systemathic review and meta-analysis», y Devereaux, PJ et al. «A systematic review and meta-analysis of studies comparing mortality rates of private for-profit and private not-for-profit hospitals» ambos en el Canadian Medical Association Journal.

Carles Muntaner es Catedrático de Enfermería, Salud Publica y Psiquiatría de la Universidad de Toronto y miembro del grupo GREDS/EMCONET de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.