Miami.- Fieles a los reflejos políticos inculcados al electorado estadounidense por el sistema bipartidista de gobierno, en las elecciones parciales del martes 3 de noviembre los votantes, abrumados por las desdichas personales e institucionales de la terrible crisis económica que azota al país, le dieron un voto de confianza al Partido Republicano, el mismo partido […]
Miami.- Fieles a los reflejos políticos inculcados al electorado estadounidense por el sistema bipartidista de gobierno, en las elecciones parciales del martes 3 de noviembre los votantes, abrumados por las desdichas personales e institucionales de la terrible crisis económica que azota al país, le dieron un voto de confianza al Partido Republicano, el mismo partido que por ocho años al mando de la presidencia, sumió a Estados Unidos en la depresión económica más profunda desde la Gran Depresión de 1929.
El Partido Demócrata sufrió en estas elecciones una contundente derrota electoral a través de todo el país, especialmente en los estados del Sur y del llamado Medio Oeste, los estados de la cuenca del río Mississippi.
En la Cámara de Representantes federal los Demócratas se estima perdieron 60 puestos, reduciendo su número de 257 representantes actualmente a 185 representantes en el próximo Congreso. Los Republicanos aumentaron sus representantes en la Cámara de 178 a 239 en el próximo Congreso. La Cámara se compone de 435 representantes.
Hacía 62 años, desde las elecciones generales de 1948, que no le ocurría semejante derrota electoral en la Cámara a cualquiera de los dos partidos políticos. Es de mayor magnitud política a la ocurrida en las elecciones parciales de 1994, durante el primer periodo de gobierno de Bill Clinton, cuando los Demócratas perdieron 54 puestos, lo cual dio comienzo a un largo periodo de control conservador del Congreso.
En el Senado federal el Partido Demócrata mantendrá la mayoría del mismo. Aunque los resultados, aún no definitivos -queda un puesto por decidir- indican que perdió 7 puestos, de 59 senadores (incluyendo a 2 senadores independientes) antes de las recientes elecciones, ahora serán 52 senadores Demócratas (incluyendo a los dos senadores independientes), y posiblemente serán 47 los senadores Republicanos. El Senado se compone de 100 senadores.
Los resultados de las elecciones en la Florida y, específicamente, en Miami, auguran lo peor para el desarrollo de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
La representante federal Republicana, Iliana Ros-Lehtinen, cubano americana y feroz reaccionaria, fue reelecta por oncena vez por el Distrito 18. Esta vez la importancia de su reelección es muy significativa en cuanto al futuro desarrollo de las relaciones con Cuba.
La señora Ros, no es sólo la representante federal republicana de mayor antigüedad en la Camára de Representantes, sino que también, debido a su antigüedad en el Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara, al tener los Republicanos la mayoría en ese cuerpo legislativo, será electa presidenta de ese Comité en el próximo Congreso a reunirse éste próximo mes de enero.
Marco Rubio, candidato del partido Republicano, fue electo al Senado federal, por amplia mayoría, un millón de votos más que su más cercano rival, el gobernador Charlie Christ. Rubio, nacido en Miami, de 39 años de edad, es hijo de padres cubanos. De sólidas credenciales ultra derechistas, entre 2007 a 2008, fue el presidente de la Cámara de Representantes del estado de la Florida. En el Senado ocupará el puesto al que renunció en agosto de 2009, el también Republicano cubano americano derechista, Melquíades Martínez.
A su vez, Mario Díaz-Balart, como su hermanito Lincoln, de rancia estirpe batistiana, quien había representado al Distrito 25 en la Cámara de Representantes federal desde el 2004, optó esta vez postularse como representante por el Distrito 21, el Distrito que su hermanito Lincoln representaba en la Cámara desde 1994. Meses antes, Lincoln anunció su «retiro» -sin explicaciones creíbles-de la política electoral. Mario Díaz-Balart fue electo -automáticamente-, por no tener oposición, al escaño de la Cámara federal anteriormente ocupado por su hermanito.
David Rivera, fue electo a la Cámara de Representantes federal por el Distrito 25, puesto que ocupara Marío Díaz-Balart. Rivera derrotó al candidato Demócrata, Joe García -otrora Director Ejecutivo de la Fundación Nacional Cubano Americana–, quien a su vez nació en Miami Beach de padres cubanos. David Rivera tiene 45 años de edad, nació en la ciudad de Nueva York de padres cubanos. Es un ultra derechista Republicano de escasa inteligencia aunque dotado por el Creador con torcidas facultades para ejercer lo peor de la politiquería. Desde 2002 ha sido representante por un distrito electoral en Miami en la Cámara de Representantes del estado de la Florida.
Entonces, después de estas elecciones la representación de la Reacción de la comunidad cubano americana en el Congreso federal constará de los siguientes 4 representantes en la Cámara de Representantes: Iliana Ros-Lehtinen, Marío Díaz-Balart, David Rivera, todos de Miami y Republicanos, y Albio Sires, Demócrata y de Nueva Jersey. Además de 2 senadores, Bob Menéndez, Demócrata y de Nueva Jersey, y la nueva estrella en el firmamento contrarrevolucionario exilado, Marco Rubio.
¡Sola vaya!
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.