Cientos de inmigrantes latinos que viven en los Estados sureños estadounidenses están viviendo una situación grave de discriminación, racismo, criminalización, maltrato laboral y sexual, entre otros. Los latinos, según un informe del Southern Poverty Law Center, se encuentran atrapados en el fuego cruzado de la guerra emprendida por los Estados Unidos en contra de los «ilegales».
El sur de los Estados Unidos es la región del país en donde la población latina inmigrante está creciendo con mayor rapidez. En el 2006 los Estados de Arkansas, Alabama, Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Tennessee añadieron cerca de un 1,6 millones de latinos a su fuerza productiva; mano de obra necesaria para mantener el auge económico de los años 90. Sin embargo, las miles de personas que llegaron por aquellos años y quienes están llegando ahora, se ven enfrentados a un territorio aún más hostil que el que dejaron en sus países de origen.
En su estudio el Southern Poverty Law Center constató que los inmigrantes latinoamericanos son estafados regularmente con sus salarios, se les niega los servicios básicos en salud y seguridad, se ven sometidos a una permanente segregación racial y al acoso por parte de la policía. Además, su situación de vulnerabilidad los hace presa fácil de los delincuentes.
Muchos de los latinos entrevistados, algunos de ellos con residencia permanente y muchos años de vivir allí, calificaron el sur de los Estados Unidos como una verdadera «zona de guerra».
Los latinos: chivos expiatorios
La discriminación y el racismo no son nuevos en el sur de Estados Unidos. Pero según Meredith Cabell, del Centro Legal Sureño para la Pobreza, lo que está sucediendo ahora es que el fenómeno se ha ido trasladando hacia la población latina: «Este tratamiento, el cual muchos latinos comparan con la actitud opresiva de subordinación racial que los negros soportaron durante la era de Jim Crow, es motivada por políticos y personajes quienes utilizando los medios de comunicación, ven a los inmigrantes como chivos expiatorios y extienden propaganda falsa».
Según el informe, las autoridades en muchas de las áreas del sur, en lugar de actuar para prohibir y eliminar la explotación sistemática y la discriminación hacia los latinos, exacerban la situación. En varios Estados sureños se ha promulgado polémicas leyes tendientes a limitar o recortar los servicios sociales a personas que se encuentren en situación irregular. El objetivo, dice la investigación: «hacer sus vidas tan difíciles como sea posible, con el fin de lograr que abandonen el lugar y tengan que regresar a sus países de origen».