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¿Tendrá EE.UU. en el 2008 elecciones democráticas?

Fuentes: Granma

Confesando de manera implícita que el proceso electoral en su estado no corresponde a las normas reconocidas de escrutinio democrático, el gobernador de la Florida, Charlie Crist, presentará ante un comité del Congreso de los Estados Unidos su plan para reemplazar todas las máquinas de pantalla digital por otras de boletas ópticas que emiten un […]

Confesando de manera implícita que el proceso electoral en su estado no corresponde a las normas reconocidas de escrutinio democrático, el gobernador de la Florida, Charlie Crist, presentará ante un comité del Congreso de los Estados Unidos su plan para reemplazar todas las máquinas de pantalla digital por otras de boletas ópticas que emiten un «comprobante» de papel.

El comité busca reformar el desastroso sistema electoral norteamericano que permitió, en el 2000, la auténtica estafa que constituyó la elección de George W. Bush a la presidencia.

Según el St. Petersburg Times, el gobernador Crist afirma que si los legisladores estatales (elegidos gracias al actual sistema) aprueban la reforma, las nuevas máquinas de votación estarán instaladas para las elecciones generales del 2008.

UN PRIMER PASO PERO…

La propuesta constituye, por cierto, un paso hacia un sistema de escrutinio democrático en un país que tanto pretende enseñar la democracia a los demás.

Sobra recordar que en el 2000, solo en el condado de Broward, más de 7 000 boletas se declararon nulas, 800 de estas porque no estaban claramente perforadas; en Miami-Dade se desecharon 17 000 votos por distintas razones y en Palm Beach más de 12 000 fueron eliminados por estar insuficientemente perforados, a los que hay que añadir otros 19 000 marcados por duplicado.

Fue en el condado de Miami-Dade -predilecto por los candidatos más corruptos a la presidencia- donde los delincuentes cubanoamericanos de Vigilia Mambisa y su jefe, Miguel Saavedra, a solicitud del congresista Lincoln Díaz-Balart, provocaron disturbios en los centros donde se hacía el laborioso recuento de votos y se encargaron de poner fin al show democrático. Así facilitaron la elección fraudulenta de W. Bush.

Tan antidemocrático resulta el actual proceso regido por el obsoleto sistema de los grandes electores que la Corte Suprema de Florida no se molestó en subrayar que «el ciudadano individual no tiene derecho federal constitucional a votar por electores del Presidente de los Estados Unidos», al ser su voto un privilegio otorgado por el Estado y no reconocido por la Constitución.

Estados Unidos es uno de los muy pocos países en el mundo donde los métodos usados para elegir a un gobernante difieren por las distintas reglas establecidas en cada uno de los Estados y recurren a instrumentos de voto extremadamente variados.

La confusión engendrada por este sistema electoral abre la puerta a un número importante de irregularidades que resta credibilidad a una democracia ya ensuciada por prácticas abiertas de corrupción.

Al tocar el tema del sistema electoral norteamericano, nunca se puede omitir el señalar que en la «democracia» más famosa del mundo, más de 1,7 millones de ciudadanos -en gran mayoría afroamericanos- no tienen derecho a votar por tener antecedentes judiciales en un país donde, según los últimos datos disponibles del Departamento de Justicia, más de 6,7 millones de personas -equivalente a más de la mitad de la población de Cuba- se encuentran en libertad condicional, en prisión, o bajo fianza en espera de juicio.

El representante demócrata por Boca Ratón, Robert Wexler, comentó a un diario de Miami que la propuesta de Crist «puede servir de modelo a toda la nación». Es cierto. Pero la lentitud del proceso de reforma electoral federal, los innumerables obstáculos que crearán los que siempre aprovecharon los fallos del sistema y, por encima de todo, la corrupción generalizada a través de las contribuciones millonarias a los distintos fondos electorales, descartan toda esperanza que sea elegido democráticamente en el 2008, por fin, un mandatario cuyas decisiones afectarán al mundo entero.