Las y los que estamos en el oficio de enseñar sabemos que enseñar es también y muy frecuentemente aprender de nuestras y nuestros estudiantes. Cristina González es una de esas estudiantes que me ha dado varias lecciones de vida, de militancia, de historia. La conocí en una clase de la Guerra Civil Española de esas […]
Las y los que estamos en el oficio de enseñar sabemos que enseñar es también y muy frecuentemente aprender de nuestras y nuestros estudiantes. Cristina González es una de esas estudiantes que me ha dado varias lecciones de vida, de militancia, de historia. La conocí en una clase de la Guerra Civil Española de esas que generan fervor, pasión e intensidad entre estudiantes que nunca habían oído hablar antes del conflicto español, de sus esperanzas anegadas por el zarpazo de los fascismos europeos y sus burguesías cómplices. No soy capaz de recordar con exactitud el contenido de sus palabras, pero sí recuerdo nítidamente que Cristina no hablaba como una estudiante normal, intervenía en clase como una militante madura, con fervor y firmeza, era claro que no estaba allí para sacar una nota, ascender socialmente o cualquiera de las otras razones que los estudiantes (o sus padres) aducen para tomar una clase de la Guerra Civil Española en San Diego. Cristina estaba allí para aprender sobre las luchas de los pueblos, sobre sus anhelos y sus fracasos, pero no como el anticuario o el historiador profesional que colecciona datos, sino como quién trata de acumular suficiente conocimiento para poder voltear la historia aquí y ahora.
El rechazo de Cristina a la historia yerta del museo y el catálogo quedo patente en una memorable sesión que tuvo lugar en la Southworth Collection de la Guerra Civil en UC San Diego [1]. Después de mirar los testimonios de varios luchadores antifranquistas, un grupo de estudiantes, mayoritariamente centroamericanos y mexicanos, sintieron la necesidad de compartir públicamente sus experiencias. Cristina había preparado en un papelito su intervención, pero al subirse al estrado, se le agolparon las palabras en la garganta, se olvidó del papel y se lanzó apasionadamente a defender los testimonios, las vidas de personas que se llaman López Salinas o Concha Carretero, cuerpos que no había tocado nunca, pero que, como ella misma dijo, la habían enseñado más que los libros, porque los libros no lloran ni te enseñan a luchar, como luchó una buena parte de su familia en El Salvador. Los marcos más débiles del discurso liberal norteamericano de los derechos humanos saltaron por los aires cuando culminó su discurso pidiendo delante de las autoridades de la biblioteca que la colección fuera devuelta íntegramente al pueblo español que es quién hizo y sufrió esta historia. Las estudiantes nos dan lecciones.
Cada vez que le recuerdo a Cristina sus palabras y este día, suele decirme que no se acuerda bien de lo que dijo, porque como buena militante que es, Cristina sabe que sólo puede ser en y con otras. Por eso, la entrevista que sigue no es sobre Cristina González per se, sino sobre la diáspora salvadoreña en Los Angeles y sobre la militancia en USEU (Unión Salvadoreña de Estudiantes Universitarios). Con la victoria de Mauricio Funes, el candidato a la presidencia del FMLN, en el 2009 el interés y el ímpetu para que los estudiantes salvadoreños en el exterior se organicen y se conecten con las luchas a del otro lado de la frontera ha crecido considerablemente.
USEU es una organización muy particular dentro de los movimientos estudiantiles de California y de los Estados Unidos, porque reconoce y reafirma la identidad salvadoreña en EE.U., pero va mucho más allá del reconocimiento liberal de una identidad marginada y, sobre todo, pretende conectar lo latino y lo latinoamericano como instrumentos de lucha anticolonial y anticapitalista. Entre sus principios puede leerse, por ejemplo, «entendemos que nuestra historia y lucha no comenzó en los Estados Unidos. Consideramos que los problemas que nos afectan en este país también son producidos por el capitalismo que destruye a El Salvador» [2].
El pasado miércoles 25 de enero tuve el inmenso honor y el placer de asistir a una de las reuniones semanales del capítulo de USEU en Los Ángeles. La reunión se celebraba en un salón en el sótano de la UCLA. Mientras las y los estudiantes iban llegando a cuentagotas y sentándose alrededor de la mesa Carlos Rivas cuenta que hay Salvadoreños casi en todas partes: en Washington, en Canadá, hasta en Australia. En Canadá las cosas son un poco mejores, reciben los papeles y el seguro médico antes. Una chica del fondo chasquea la lengua y exclama, «¡aquí si quiera habiendo nacido en el país te dan seguro médico! Nos reímos, por no llorar.
Una vez que hemos roto el hielo, Jennifer Carcamo, una estudiante de Ciencias Políticas de la UCLA, abre la sesión recordando que la semana pasada habían discutido el discurso del Presidente Funes pidiendo perdón en nombre del Estado por «La masacre del Mozote» . Entre el 11 y el 12 de diciembre de 1981 el batallón Atlacatl del ejército de El Salvador asesino impunemente a más de 900 campesinos en el pueblo de el Mozote y sus alrededores del departamento de Morazán. Jennifer nos invita a leer el artículo de una estudiante de UC Davis que visitó
El Mozote recientemente y que acaba de aparecer en la revista Nueva Síntesis de USEU [3]. Como en los orígenes de la literatura oral, sólo que sin estar alrededor del fuego, leemos un párrafo cada uno del artículo. El relato va desgranando los detalles de un viaje al Mozote, los problemas para llegar allá, la resistencia de su familia a enfrentarse con este traumático pasado. Cuando llega mi turno tengo que leer un fragmento en el que se relatan el número de nombres escritos en el memorial, incluido el de Concepción Sánchez de 3 días de edad. Cuando terminamos de leer la tensión se puede cortar en el aire. La mayoría de los estudiantes es la primera vez que escuchan hablar de este tema. Otro estudiante relata allí mismo un viaje similar y dice no poder entender que tipo de personas son las que cometen atrocidades de este tipo, cómo pueden dormir tranquilos.
La siguiente presentación es sobre el levantamiento de 1932. Jennifer Carcamo, encargada hoy de las discusiones, nos cuenta que en 1929 el crack de la bolsa de Nueva York afecta desproporcionadamente a la economía neocolonial de El Salvador que exporta casi exclusivamente café y está a merced de las fluctuaciones del mercado. El Partido Comunista de El Salvador gana las elecciones, pero las 14 familias oligárquicas de el país echan su suerte con el general Maximiliano Hernández Pérez. En 1932, el líder comunista Farabundo Martí y los estudiantes Alfonso Luna y Mario Zapata fueron acusados de organizar una rebelión y ejecutados el 1 de febrero de 1932. Aún así campesinos, estudiantes e indígenas se levantan contra el régimen de Hernández Martínez. El ejército, en respuesta, masacra a casi 40.000 personas y deja la población indígena de El Salvador en menos del 1%. Los sucesos se conocen popularmente como «La matanza».
Tras la explicación muchos estudiantes parecen no saber como responder, es como si hubieran perdido momentáneamente la palabra. Es lógico, la historia de El Salvador es lo que tiene, que termina mal, pero esa es la cosa, mientras haya un grupo de estudiantes salvadoreños que puedan repetir con el poeta español Luis Cernuda «recuérdalo tú y recuérdalo a otros» en un sótano de la UCLA, la historia no estará cerrada, pues como dice Cernuda,
«Que aquella causa aparezca perdida,
nada importa;
Que tantos otros, pretendiendo fe en ella sólo atendieran a ellos mismos,
importa menos.
Lo que importa y nos basta es la fe de uno».
Romper el silencio y el miedo son sin duda el sustrato de la dignidad y la lucha, educarse en común como lo hace USEU es el testimonio de dignidad de una colectividad, la salvadoreña, que no está dispuesta a que le sigan robando, su historia, su lengua, sus recursos, sus futuros, su cultura.
Lo que esperamos mostrar en esta entrevista es, entre otras cosas, que los pueblos hablan por los individuos y no al revés; por la voz de Cristina habla un trocito de pueblo salvadoreño, para que se escuche del otro lado, porque, como en la «Latinoamérica» de Calle 13 [4], aquí también vamos caminando, aquí también se respira lucha, aquí estamos de pie.
Luis Martín-Cabrera. ¿Cuál es la situación de la población salvadoreña en Los Ángeles? ¿Qué tipo de problemas y desafíos enfrentan? ¿Cómo son sus relaciones con la comunidad centroamericana y Latina y con la clase obrera del país?
Cristina González. La situación de la población salvadoreña en Los Ángeles en su superficie parece muy buena. Primero que todo, tenemos la suerte de estar en un lugar en donde existe la diversidad. No sólo de origen sino también de pensamiento. Aunque esta es una ventaja puesto que tenemos el corredor Salvadoreño y se ha declarado «El Día Del Salvadoreño» en el mes de Agosto, todavía nos falta mucho trabajo que hacer para poder salir adelante y vencer obstáculos.
Algunos de los obstáculos son la falta de recursos en las comunidades en las que vivimos, bajo rendimiento académico (consecuencia de falta de recursos y otros factores), problemas de inmigración, niveles económicos bajos, falta de derechos laborales (básicamente inexistentes), realidades meramente salvadoreñas que no han sido superadas, el núcleo familiar fragmentado (por lo menos la imagen de una familia «tradicional»/ «común», problemas de aceptación no solo con la población anglosajona sino también con la comunidad mexicana, perdida de cultura y lenguaje entre los jóvenes salvadoreños, también el pandillerismo (sin entrar en estereotipos), violencia domestica, alcoholismo y el sobre trabajo de nuestros padres y el resto de nuestros familiares. Los jóvenes que asisten a la universidad también tienen problemas económicos y se les dificulta mas recibir un diploma.
Nuestras relaciones con la comunidad centroamericana (desde mi punto de vista) son muy buenas. Compartimos fechas festivas como la independencia de los países de Centroamérica, nuestras costumbres son similares y aprendemos de nuestras diferencias; la manera de expresarnos es similar, los problemas que enfrentamos también lo son…no sólo las realidades que vivimos en este país sino también las razones por las cuales las personas deciden migrar y el trayecto que recorren hacia los Estados Unidos. Con la gente latina en general, considero que tenemos una relación agradable ya que nos llevamos muy bien con todos. Lo que nos une a todas/os son nuestras realidades económicas y nuestra condición de trabajadores. Existe solidaridad entre latinos en general aunque no todo es maravilloso. Por ejemplo, los problemas que se forman en trayectos migratorios como el de los sudamericanos y centroamericanos por México son memorias que son muy difíciles de olvidar. Hay casos en México en los que hay hostilidad en contra de aquellos migrantes de origen no mexicano que se convierten en rencillas entre grupos una vez que ya se encuentran en Estados Unidos… uno de esos lugares es Los Angeles. También existe la intolerancia a nuestra manera de hablar ya que es un poco diferente (en mi opinión nos expresamos de una manera singular y bellísima) pero no todos los latinos opinan lo mismo. Me parece que el reto mas grande en Los Ángeles y el resto de los Estados Unidos es saber unirnos por nuestra condición de clase obrera y respetar al igual que aprender de nuestras diferencias.
LMC. ¿Cómo es la vida de los jóvenes salvadoreños en los Estados Unidos? ¿Cómo se relacionan con la historia y la vida en El Salvador? ¿Estudian la historia de El Salvador en los colegios y universidades?
CG. La vida de los jóvenes Salvadoreños esta llena de confusión diría yo o mas bien llena de interrogantes. Durante la guerra en El Salvador muchos de nuestros padres migraron a este país pero para la mayoría de ellos la vida se les pausó. Una vez aquí ya no querían hablar acerca de lo sucedido en El Salvador, ya que las memorias no eran o no son gratas. El problema es que al hacer esto, nos han privado de una historia necesaria para entender quiénes somos y de nuestro verdadero origen. Aunque no es mi caso muchos jóvenes salvadoreños no tienen manera de relacionarse con la historia y la vida en El Salvador. En mi humilde opinión muchos padres cometieron el error no solo de omitir una historia importante, sus vivencias, sino también de privar a sus hijos de nuestro lenguaje, el español. Imagínense sin historia y sin lenguaje como es que un joven salvadoreño puede desarrollar una identidad sólida. Una identidad no sólo es lo que soy en el presente y lo que hago sino también lo que formó mi presente.
Es bueno aprender acerca de condiciones que llevan a la migración y de las políticas que se manejaron en ese tiempo de guerra, políticas salvadoreñas y extranjeras (Estados Unidos). Nuestros padres le proveen un servicio al gobierno de Los Estados Unidos y al sistema educativo, ya que ni en la escuela parvularia, ni en la secundaria, en ninguna institución educativa se estudia a fondo nuestra historia. En realidad en la escuela secundaria mi maestra de español sí hizo mención de Centroamérica pero ella también es centroamericana. En los colegios o en las universidades rara vez se habla de Centroamérica. Es mas durante el tiempo en el que estuve en la universidad de California, San Diego me parece haber tomado una clase que se enfocaba en Centroamérica. ¡y tenemos una de las poblaciones mas grandes en California! En una de mis disciplinas, Estudios Internacionales, ¡nunca hablamos de El Salvador! Ni de Centroamérica en general.
Esta anécdota puede ilustrar lo que estoy diciendo: Una vez le pregunte a un profesor de Ciencia Política porque no aprendíamos acerca de los sistemas políticos en los países centroamericanos y porque no se encontraban perfiles de los países centroamericanos en los libros de estudios comparativos (la clase se enfocaba en Latinoamérica). Él me dijo que yo tenia razón que Centroamérica era una región con mucha historia pero era muy complicado discutir los temas. En mi opinión, los temas no eran ni son complicados sino poco convenientes de enseñar o discutir porque ponen a este país (EE.UU.) en evidencia. No me parece que aquí se brinde una educación completa a los estudiantes centroamericanos/sudamericanos, en especial a los salvadoreños. Hace un tiempo atrás alguien en Texas trabajó arduamente para impedir que la imagen y una pequeña descripción de Monseñor Romero fuese impresa en un libro que llegaría a las aulas de bachillerato. El gobierno no sólo ignora nuestra historia sino que también trabaja para borrarla o por lo menos impedir que otros la expongan.
LMC La mayoría de la población en Estados Unidos, sobre todo la burguesía blanca, cuando piensa en la comunidad salvadoreña casi automáticamente piensa en La Mara Salvatrucha y en el crimen de pandilleros, ¿por qué crees que sucede esto y qué análisis haces de estos grupos? ¿Por qué emergen, qué relación tienen con la violencia de la guerra ?
CG. Me parece que para estos grupos es fácil denominar a todos los salvadoreños como mareros. Les beneficia de las siguientes maneras: 1) Automáticamente nos denominan como un grupo problemático sin derechos 2) No se invierte en educación puesto que supuestamente no existe el interés en salir adelante 3) No es fácil acercarse a un grupo violento así que es mejor ignorar los problemas que aquejan a nuestra comunidad 4) Al enfocarse en la historia de violencia de Maras eliminan cuestionamientos acerca de la guerra armada en El Salvador y también sus razones. Creo que esto sucede porque es conveniente para las clases acomodadas pensar en «el otro» como algo maligno, como un cáncer. Otras personas que no conocen la historia de El Salvador o de la comunidad migratoria simplemente se dejan llevar por la información que obtienen de las noticias. Las noticias que se pueden divulgar en los Estados Unidos son aquellas de violencia… casi todas llenas de negatividad pero no se ve una nota de jóvenes que salen adelante.
En las universidades no hay un reconocimiento de los estudiantes salvadoreños ya que nadie se ha interesado en hacer denominaciones separadas para los latinos. En la mente de los medios y las instituciones todos somos latinos o chicanos. Me parece que esta bien decir latinos pero chicanos no es el sinónimo de latinos y menos de salvadoreño. Y de ninguna manera busco ofender a todos los/las chicanas sino hacer una distinción. Seria bueno reconocer que hay centroamericanos/salvadoreños en estas instituciones. Porque cuando se ve a un marero con un tatuaje de MS automáticamente piensan que todos los jóvenes son salvadoreños cuando ésta se ha vuelto una red internacional, no solo hay salvadoreños. Lo que he observado es que la mentalidad de la mayoría de personas es: si son mareros, son salvadoreños y aquellos latinos que están en la universidad son chicanos, ¡creo que esto es un problema! Otro problema es que no tenemos a profesores centroamericanos. Sí, hay profesores chicanos o mexicanos, pero ¡necesitamos que se enseñe nuestra historia, nuestra literatura!
En mi experiencia como estudiante universitaria logré aprender mucho más de profesores/as del caribe, de Sudamérica y de España que tal vez de un profesor chicano porque discutíamos temas como los sistemas opresivos que han afectado a toda Latinoamérica y me parece que lograban abordar los temas mejor puesto que las clases se prestaban a un análisis más profundo. Con otros profesores los temas se limitaban al espacio que ocupan los Latinos en Estados Unidos y cómo debemos abrir más espacios pero se ignora la raíz del problema o una historia sumamente importante. Por esas razones también los jóvenes en Estados Unidos salen perdiendo.
LMC. En general, ¿en las familias salvadoreñas se habla de la guerra, de la militancia política, del FMLN, de la implicación de EE.UU. en la guerra, Reagan etc.?
CG . Como mencioné antes, en general, las familias salvadoreñas casi nunca abordan el tema de la guerra, de la militancia, del FMLN, de la implicación de EE.UU. en la guerra, ni de Reagan. Reagan logró confundir a los salvadoreños con la amnistía que se aprobó. Me parece que las familias quieren olvidar y cuando se les cuestiona acerca de lo que pasó en El Salvador y los detalles se convierte en una situación incómoda para el que esta siendo cuestionado/a. Hay algunas (pocas) personas que critican la política al exterior de los Estados Unidos durante ese tiempo y ahora.
LMC.Como fue para ti ir a una Universidad de élite como UC, San Diego, ¿Qué problemas enfrentaste? ¿Cómo es el acceso o no acceso de las y los salvadoreños a la educación superior?
CG. Tal vez seria mas fácil contestar ¡qué problemas no enfrente!
Ir a esta Universidad (UCSD) me lleno un sentimiento de no pertenecer en este lugar y no por no estar académicamente preparada sino por la falta de estudiantes de mi misma condición. Ya sea condición de bajos recursos, una estudiante que luchó en contra de un sistema educativo que se empeña en dejar a los latinos y afroamericanos afuera de las universidades y dentro de las cárceles. Mi primer año tuve la mala fortuna de convivir con algunos estudiantes que ignoran las verdaderas condiciones de los latinos. Una vez un estudiante amigo de mi compañera de cuarto comento que para aprender y comprender mi cultura iría a Taco Bell (una cadena de comida rápida mexicana), existieron muchos momentos desagradables como éste. Aparte de que fue un comentario racista, también me encasilló en que yo era mexicana. Le comenté que su comentario era de mal gusto y también le aclaré que yo era salvadoreña pero la importancia que le prestó fue minima o ninguna.
Para mí también fue increíble darme cuenta que en una institución como UCSD la mayoría de los estudiantes no sabían que El Salvador era un país. ¡Es triste que las personas no estén enteradas que el lugar de origen mío tan siquiera existe! La universidad llegó a aceptar a los representantes del «Homeland security», a los «Minutemen», especialmente Jim Gilchrist, como interlocutores válidos. Cuando estudiantes como yo nos opusimos a que hablara en el campus, ya que la persecución de los migrantes afecta a nuestras comunidades directamente, nos ignoraron o nos criminalizaron como radicales. Esto llego a ser uno de los mensajes mas claros que los latinos o todos aquellos que de alguna manera eran extranjeros: no eran del todo bien recibidos en esa institución. Había estudiantes extremadamente racistas y la institución misma es racista. Problemas como el «Compton Cookout» confirmaron que la institución no comprendía a las minorías latina o afroamericana [5].
Dentro de la comunidad de latinos también intente abrir un capitulo de USEU (Unión Salvadoreña de Estudiantes Universitarios) y los pocos estudiantes salvadoreños y centroamericanos estaban renuentes a seguir los objetivos y la misión de esta organización ya que era demasiado política. Creo que esto es lo que pasa cuando los jóvenes salvadoreños no están expuestos a su historia. Los estudiantes salvadoreños se identificaban como chicanos entonces no tenia modo de identificarme con ellos a nivel de cultura salvadoreña. Me parece que los programas que están diseñados para ayudar a los latinos deben darse cuenta de que no ayudan a todos al imponer una historia que no le pertenece a todos los latinos. Si todas nuestras historias fuesen expuestas creo que, en realidad, hubiera sido decisión de los estudiantes latinos el identificarse como chicanos pero si no se les ha dado la oportunidad de aprender su historia nunca simplemente se dejan llevar por un grupo latino que nos aventaja en números y en presencia en las instituciones académicas. Esto fue un problema que me lleno de impotencia y tristeza ya que crea divisiones en nuestras comunidades.
Me parece que el joven salvadoreño lucha en contra de varios sistemas. La valoración mas importante que puedo hacer es la siguiente: cómo puede tener un joven salvadoreño acceso a la educación cuando se torna invisible para las instituciones académicas y la sociedad, cómo puede tener acceso un joven salvadoreño a la educación si la sociedad nos tilda a todos de ser un grupo canceroso que riega su violencia por a sociedad, cómo podemos salir adelante si nuestra propia comunidad nos ha censurado al quitarnos nuestra verdadera identidad, como podemos tener acceso a una educación cuando nuestra historia es borrada de libros o ignorada por académicos que piensan que Centroamérica es una región de la que no se debe hablar.
Creo que lo mejor que podemos hacer como salvadoreños para tener este acceso es darnos cuenta que nuestros jóvenes trabajan duro para aportar a nuestra sociedad, nuestra comunidad salvadoreña y latina debe darnos la oportunidad antes de tildar a todos los jóvenes como mareros. Aunque para muchos somos invisibles o traten de ignorarnos ,muy a su pesar estamos en estas instituciones educativas y buscamos la educación superior no sólo por universidades acreditadas sino por nosotros mismos. Si las universidades y el gobierno norteamericano censuran nuestra historia, nosotros buscamos descubrirla por nuestros propios medio. Eso es la educación superior, las instituciones no nos dan eso-lo que nos dan es un régimen de clases mientras pagamos y nos brindan un diploma que certifica que ya podemos trabajar. No quiero que esto suene como que no aprendí nada, ya que tuve profesores magníficos de literatura que mostraron una base importante de escuela política e historia a diferencia del departamento de ciencia política que parecía que nos estaba entrenando para una intervención en algún país de Latinoamérica o de Oriente Próximo. Las puertas de una buena educación probablemente nunca estarán abiertas para un salvadoreño en este país pero no es necesario porque nosotros podemos abrirlas sólos y crear nuestra propia educación..
LMC. ¿En qué organizaciones políticas has militado y cuál fue tu experiencia en ellas?
CG. Fui miembro de MIRA (Migrant Rights Awareness) en donde trabajábamos para informar a las personas indocumentadas acerca de sus derechos. Esta fue una experiencia maravillosa ya que logré trabajar con personas de muy buenos sentimientos y dados a esta causa. En el 2009 comencé a trabajar con USEU (Unión Salvadoreña de Estudiantes Universitarios) y actualmente sigo siendo parte de esta organización. USEU logro tomar un lugar muy especial en mis proyectos de vida- aquí he aprendido mucho, también he conocido a compañeros que no sólo tienen una visión similar a la mía sino también logran hacer valoraciones importantes al igual que generar autocrítica. USEU transciende una organización universitaria. Es una organización con fines políticos ya que todos entendemos que la vida misma es una experiencia política.
En USEU he conocido a personas a las que valoro mucho por su trabajo y son un motor que sigue empujando y motivándome.El estudio es sumamente importante y la disciplina lo es también. El compañerismo y la visión hacia el socialismo es claro para cada uno de nosotros. Tenemos un compromiso con la comunidad salvadoreña y con la población obrera en general. Como militante no solo se le da el valor a la teoría sino a la practica- esta organización es una universidad completa.
LMC. ¿Qué problemas específicos enfrentan las mujeres salvadoreñas? ¿Eres partidaria de una agenda feminista y en qué condiciones?
CG. Bueno me parece que la pregunta se debe extender un poco mas no solo a los problemas que enfrenta la mujer salvadoreña sino habar en general acerca del problema de genero. Como miembros de la comunidad salvadoreña debemos estudiar el complejo tema de genero ya sean problemas que enfrenta la mujer, las personas homosexuales, las personas heterosexuales, en general las personas que forman parte de terceros géneros. Esto seria uno de los problemas que se deben discutir para responsablemente formar objetivos y metas para resolver la discriminación laboral y otros tipos de discriminación.
Ahora si nos enfocamos en los problemas que afectan a la mujer salvadoreña yo diría que un reto sería sensibilizar a toda la sociedad acerca de la labor de la mujer salvadoreña, del rol que han tenido antes, durante y después de la guerra en El Salvador. No es suficiente reconocer a las lideresas sino también fomentar la participación de la mujer en todos los círculos de la sociedad, por ejemplo en el gobierno. Sí, soy partidaria a una agenda feminista claro que tendría que ser dentro de una óptica revolucionaria ya que el feminismo liberal no es de mi agrado puesto que ignora muchos problemas de la clase trabajadora. Debe existir un pensamiento feminista alternativo al pensamiento liberal.
Creo que la manera mas fácil de explicar la diferencia seria que la condición de la mujer salvadoreña no es solo la de ser mujer sino también el ser salvadoreña que en si es una declaración política por lo que conlleva ser salvadoreño, latinoamericano o perteneciente a la clase trabajadora. El feminismo debe formar parte de un proyecto revolucionario mas grande y no separar los problemas que vienen de una misma raíz que se debe extraer del todo.
LMC¿Qué es USEU y en qué se diferencia de otras organizaciones estudiantiles como Mecha o CARAS?
CG. USEU es una organización que busca brindar visibilidad a los jóvenes salvadoreños que hemos sido criminalizados y tildados de pandilleros. Pero claro también entendemos que esto ha sucedido bajo un marco político que busca minimizar el potencial de la comunidad salvadoreña para continuar con un sistema de explotación hacia nuestras comunidades. Damos un mensaje claro que nosotros también estamos presentes en el ámbito académico. Al estar en estos círculos académicos nosotros podemos lograr trabajos académicos que se enfoquen en las realidades de nuestra comunidad salvadoreña. Como organización nosotros creemos que la teoría y la practica son sumamente importantes, buscamos trabajar con nuestras comunidades e incentivar la participación en los procesos de cambio que se están llevando acabo en El Salvador. USEU no es una organización que lucha por un espacio en una institución ya que con nuestro trabajo nos hacemos visibles-lo que buscamos es ser parte del trabajo que nos llevara a un cambio. Sabemos que tenemos la responsabilidad de aprender junto a nuestra comunidad no solo lo que una institución ofrece. USEU es una organización estudiantil para toda la comunidad salvadoreña. Al ser estudiante no dejamos de ser parte de nuestra comunidad. Me parece que USEU es diferente a MECHA (Movimiento Estudiantil Chicano de Atlán) o CARAS (Asociación de estudiantes de todos los paises de Centroamérica) puesto que tenemos una misión y visión clara con objetivos políticos. Entendemos que los problemas en las instituciones educativas se dan a causa de estructuras y decisiones políticas. Entendemos que tenemos el deber de ser críticos y aprender de todo Latinoamérica (siendo una organización salvadoreña) ya que lo que afecta a Latinoamérica incluyendo al caribe nos afecta a nosotros también y viceversa.
Pienso que MECHA se enfoca en ganar espacios en comunidades y en las universidades. Durante los 60s yo sé que fue un movimiento muy fuerte que logro tener un impacto significativo en la vida de muchos. Pero MECHA funciona bajo el concepto que los latinos nacidos aquí tienen una experiencia política diferente a la de los jóvenes u otras personas latinoamericanas simplemente por la falta de representación en las instituciones educativas. Por ejemplo, cuando estuve en UCSD al principio busque diferentes organizaciones en las que yo pudiera trabajar… fui a algunas juntas de MECHA y a mí me dijeron que yo podía decir que yo era chicana. Yo explique que yo no era chicana puesto que mi historia es diferente, la historia de los salvadoreños es diferente y aunque nací en los Estados Unidos me identifico con los problemas de la clase obrera. MECHA se separa de los problemas de los mexicanos ya que se da una ruptura de historia. La historia del chicanismo para los jóvenes aquí se da desde los 60s pero se debe estudiar como lo que les afecta a los jóvenes chicanos si tiene que ver con lo que sucede en México o en el resto de Latinoamérica; también hay salvadoreños que a falta de historia se identifican como chicanos sin primero haber preguntado acerca de su lugar de origen. Primero debemos conocernos nosotros antes de definir nuestra identidad porque queremos formar parte de un grupo.
CARAS era un grupo en donde no sucedía mucho por lo menos cuando yo asistí a alguna de las juntas. Asistí a pocas porque casi no nos reuníamos como organización y es un espacio social. Me parece que el trabajo político en diferentes organizaciones estudiantiles se debe redefinir y pensar claramente en cómo relacionarnos con el resto de la clase obrera ya sean chicanos, mexicanos, salvadoreños, guatemaltecos, venezolanos, cubanos, bolivianos, etc. Las organizaciones estudiantiles aquí tienen el riesgo de caer en las trampas del sistema. Se mantienen encapsulados en las universidades protestando cada vez que hay oportunidad pero en cuatro anos se gradúan y forman parte de nuevos licenciados en diferentes áreas y se les olvidan los problemas que aquejan a nuestras comunidades porque se reducen a ser activistas. Otros siguen estudiando y son académicos pero algunos no logran establecer una comunicación con la comunidad sino que la establecen solo con los estudiantes que sostienen protestas y eventos para educar al resto de los estudiantes universitarios. El mundo no se cambia cuando solo se enfrentan problemas de una institución sino cuando se trabaja arduamente con la comunidad. Se ataca un sistema político no un edificio, se cambian las leyes no solo se violan, al leer los libros y aprendernos las teorías y discutirlas entre nosotros no llegamos a nada porque las instituciones no le temen a las palabras sino a nuestras acciones políticas. Hay estudiantes que cargan banderas de El Che, camisas del Che y otras prendas que se dicen revolucionarias pero no saben acerca de la historia, de los procesos revolucionarios, etc.
USEU es diferente en ese aspecto…tenemos la responsabilidad de leer, de entender, de analizar, de ser innovadores y llevar acabo proyectos que no sólo beneficien a nuestra comunidad sino también la eduquen. USEU= Estudio y Lucha!
LMC ¿Cómo te sitúas en relación a la situación política de los Estados Unidos y de América Latina?
CG. Cuando se trata de la relación entre los Estados Unidos y de America Latina en realidad no le tengo ningún respeto al gobierno norteamericano. Si trazamos la historia de los problemas de guerra en Latinoamérica, los EE.UU casi siempre interviene y no sólo en Latinoamérica sino en el resto del mundo, ¡Este gobierno siempre actúa con doble intención pero con un solo interés! Ejemplos que mantengo muy presentes son el de Cuba durante la Guerra Hispanoamericana y la firma de la Enmienda Platt. Supuestamente el gobierno norteamericano buscaba que Cuba se independizara de España, pero en realidad las intenciones eran un traspaso de «propiedad». Se condicionó la «independencia de cuba». En mi mente la «ayuda» de los Estados Unidos lleva de la mano unas cadenas que esclavizan a regiones o países y en estos países a las clases de bajos recursos. En Chile, los Estados Unidos ayudo en 1973 con el golpe que se llevó a cabo.
Este país que siempre argumenta que lucha por la democracia no solo planifica intervenciones para «ayudar» a estos países sino para lograr sus propósitos de controlar la región latinoamericana. Este pensamiento no es nuevo, coincide con la idea de que es el «destino manifiesto» de los Estados Unidos ser un líder en toda America y controlar la región. Claro que no debemos olvidar que en cada uno de estos países existen personas de dinero que se convierten en títeres de países poderosos del extranjero con tal de llenar sus bolsillos y asegurar que sus intereses no sean afectados. Me parece que muchos de nuestros países latinoamericanos han sufrido esto. El salvador, Cuba, Chile al igual que otros países. Yo considero que soy extremadamente critica de la política que sostiene el gobierno estadounidense hacia el exterior. Ya que siempre buscan métodos de doblegar a la gente y aprovecharse de su trabajo, un ejemplo claro son los tratados de libre comercio que ayudan a los ricos y no a los pobres, que reducen tarifas para los EE.UU pero no beneficia a los latinoamericanos. Estoy también consciente de que debo ser critica de aquellos que rigen los países y que implementan políticas que claramente son fabricadas por estadounidenses con objetivos y metas claras de generar una economía mas fuerte en Estados Unidos. Me parece que limitarme sólo a los Estados Unidos es difícil ya que esto es un problemas de clases en todo el mundo.
Yo me siento ajena a lo que es pertenecer a los Estados Unidos, ya que las políticas, la educación limitada y el valor que se le da a lo material me avergüenza puesto que la gente trabajadora vive en la sombra de un sistema que esta diseñado para explotar al trabajador y a criminalizar a las minorías. Si en este país no se valora a sus ciudadanos como no ver que tampoco valoran a todos/as nuestros/as hermanos/as en Latinoamérica.
LMC. El partido Demócrata o el partido republicano, ¿Hacen algo por la población salvadoreñas en los Estados Unidos? ¿Durante los tres años de gobierno de Obama, ha mejorado, ha empeorado o se ha mantenido igual la política migratoria y la política en general con respecto a los salvadoreños?
Desde mi punto de vista no. Los demócratas y los republicanos son más o menos parecidos. Considero que los republicanos son de derecha y los demócratas son mas derechistas que moderados. (izquierda—–moderados—–demócratas—–republicanos) En pocas palabras no confío en que ninguno de estos partidos haga algo por los salvadoreños. Creo que las veces que extienden el TPS (Status temporal de refugiados) o hacen algo es a cambio de que el gobierno salvadoreño envíe soldados al medio oriente. Sí creo que hay personas demócratas (latinos) que se han tomado el tiempo de hacer oficial «El dia del salvadoreño». Aunque se agradece. No considero que cree un cambio significativo para nuestra comunidad. La política migratoria en general ha empeorado. El presidente trata de probar que quiere asegurar la frontera pero dice querer una reforma migratoria, a él lo que le interesa es tener una buena base de simpatizantes para que voten por el en las siguientes elecciones. Ha habido mas deportaciones que en el periodo del ultimo presidente y eso ya es decir bastante.
En California, el gobernador ha firmado la primera parte del «California Dream Act» y esperemos que en poco tiempo se firme la segunda parte ya que ayudaría a muchos estudiantes indocumentados. A nivel federal se tiene que aprobar una ley de migración bajo la cual estos jóvenes se puedan «legalizar» ya que aunque el Estado de California preste ayuda para que estudien, no podrán ejercer sus carreras si no hay un camino claro hacia la legalización.
El presidente Obama no mostró mucho interés en Latinoamérica en general. Las visitas fueron apresuradas así como descuido sus relaciones internacionales por lo menos cuando nos referimos a Latinoamérica así descuido o no le intereso la comunidad latina en general. Honestamente creo que la gente aquí vota por el «menos malo» como dicen mis padres. No es que la gente confíe en la plataforma de los demócratas sino que ellos son menos malos que los republicanos. Aunque hay otros partidos, la gente reconoce que en EE.UU los dos partidos que siempre se disputan la presidencia son los demócratas y los republicanos.
Notas:
[1] http://libraries.ucsd.edu/locations/mscl/collections/southworth.html
[2] Ver lista completa de los principios de USEU: http://useuyouth.org/spanish/?page_id=7
[3] Jasmín Cartagena. «Visita» http://useuyouth.org/nuevasintesis/?p=3039
[4] http://www.youtube.com/watch?v=KY9ZTreuMlY&feature=related
[5] Sobre el «Comptom Cookout ver http://www.rebelion.org/noticia.php?id=101287
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