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¡Terminó, gracias a Dios!

Fuentes: Progreso Semanal

Al fin terminó. Ya  estaba cansado de que los anuncios de las campañas presidenciales  interrumpieran los comerciales. A pesar de que desprecio a los comerciales, al  menos estos tienen algo concreto que vender, como un auto o una cerveza. Esta  campaña aparentemente eterna parece haber comenzado años atrás. Así, más de 915  000 mensajes de […]

Al fin terminó. Ya  estaba cansado de que los anuncios de las campañas presidenciales  interrumpieran los comerciales. A pesar de que desprecio a los comerciales, al  menos estos tienen algo concreto que vender, como un auto o una cerveza. Esta  campaña aparentemente eterna parece haber comenzado años atrás. Así, más de 915  000 mensajes de campaña han aparecido en televisores de EE.UU. -una marca que  pertenece al Libro Guinness de los Récords Estúpidos, en especial si se analiza  el contenido de los mensajes de campaña: Voten por el padre de Beaver (TV de la  década de 1950), quien arreglará la economía que sus importantes amigos  inversionistas ayudaron a echar a perder, o voten por el tipo simpático que  solo los defraudará.

Dios nos libre,  literalmente, de que los candidatos hubieran discutido lo que los científicos  nos alertan una y otra vez: las amenazas que plantea el cambio climático para  la vida humana futura y no tomamos medidas drásticas para impedir las emisiones  de gases con efecto invernadero. Romney hasta llegó a promover la idea de  quemar más carbón (dijo él que es limpio) y perforar (¡qué emocionante!) en  busca de más petróleo. Obama había hecho poco por reducir a los grandes quemadores  y ninguno de los dos  adoptó un liderazgo  en la crisis del cambio climático. Es más, ambos candidatos apoyaron la  expansión de la energía nuclear. Romney hasta quiso deshacerse de FEMA, un  verdadero fiasco de sensibilidad en momentos en que Sandy llegó. Obama dijo  «nada de burocracia» para llevar ayuda a la gente.

Obama también  dijo que quería terminar el trabajo que comenzó en 2008, la reconstrucción del  país. ¿Cómo puede hacerlo y seguir pagando los crecientes costos del imperio  norteamericano? Romney se quejó de que Obama no estaba gastando lo suficiente  en el tema militar (los caballos y las bayonetas cuestan más por estos días) y  conjuró a enemigos externos (Rusia y China), cuyas fuerzas armadas no nos  amenazan. Obama insistió en que existen los enemigos verdaderos y que él hizo  que fueran rutinariamente asesinados, por medio de los SEALs o con [I]drones[/I] en remotos lugares. Los  pakistaníes, por ejemplo, ahora tienen temor de asistir a bodas, no vaya a ser  que en los cuarteles generales de los [I]drones[/I] los confundan con gente que asiste a una convención de Al-Qaeda.

¿Qué no se  discutió? Los millones de norteamericanos que viven en aguda inseguridad y  verdadera pobreza, dos temas que no se relacionan con las ambiciones de los  aspirantes que parlotean tonterías seudopatrióticas, pero no mencionaronn a los  más de 2 millones de personas en prisiones de EE.UU.

Ambos candidatos  también compartieron buenos amigos entre los fulleros de Wall Street que  ayudaron a precipitar la quiebra económica. Estos bandidos estropeadores de la  economía siguieron evadiendo el arresto, pero en Colorado la policía arrestó a  210 000 personas entre 1986 y 2010 por posesión de mariguana. Las leyes de  posesión de mariguana en Colorado fueron puestas en vigor de manera pintoresca.  Hay más posibilidades de consumo de mariguana entre jóvenes blancos que entre  ningún otro grupo étnico, pero los afronorteamericanos y los latinos fueron un  porcentaje desproporcionado de los detenidos por posesión de mariguana. Hay más  del triple de posibilidades que un   afronorteamericano sea arrestado en comparación con un caucásico, aunque  los afronorteamericanos sean menos del cuatro por ciento de la población. Significan  más del 10 por ciento de los arrestados por mariguana. Un nuevo informe del FBI  declara que la policía arresta a alguien por posesión de mariguana cada 42  segundos.

El Buró no brinda  detalles acerca de la frecuencia de arrestos de banqueros, pero adivinen  ustedes. Los candidatos no hicieron un llamado a arrestar a los estercoleros de  Wall Street  por llevar a la economía  norteamericana hacia su calamidad de las hipotecas de alto riesgo,  Los candidatos no mostraron interés en  detener los asesinatos por medio de [I]drones[/I] o la vigilancia sin orden judicial, la detención indefinida o la descripción  por raza en la interminable guerra contra el terrorismo.

La realidad  norteamericana se ha distanciado del parloteo de «verdades» interesadas  repetidas en la retórica de campaña, en la cual ocho candidatos al Senado  estuvieron de acuerdo en que los embarazos resultantes de violación eran una  intención de Dios. Y Romney llegó a apoyar a algunos de estos charlatanes. El  hecho de que el aborto se haya convertido en el tema principal de varias  campañas políticas debiera escandalizar a la mayoría de la población mundial. Y  no olviden: Jesús nos dijo: «Consigan armas».

Mientras millones  de norteamericanos sufrían el desalojo   como consecuencia de la ejecución de hipotecas de sus viviendas, e  incontables millones más perdieron su empleo y planes de salud, mientras muchos  esperan ansiosamente cada día para ver si siguen empleados, los políticos  aspirantes hablaban acerca de nuestro grande y poderoso país, como si tal  lenguaje demostrara su carácter presidencial. Es difícil no darse cuenta de la  manera en que evitaron los temas que retuercen las tripas de la gente atrapada  en una resaca económica que no pueden controlar. Romney prometió crear empleos  de manera mística y mágica, pero no ofreció plan alguno menos que el de  recortar los impuestos de los ricos. Obama no regresó a las ideas de FDR de  crear grandes programas de obras públicas para reconstruir la infraestructura.

En un video  secretamente grabado, Romney mostró su desprecio por 47% de los ciudadanos  norteamericanos, nada ilógico si se considera que Bain Capital, su firma de capital  privado, alentó a reaccionarios financieros salvadoreños, vinculados con  escuadrones de la muerte apoyados por el gobierno, a financiar su operación.  Las ideas presupuestarias de Paul Ryan ofrecieron eliminar lo que quedaba del  Nuevo Trato y de la Gran Sociedad, Ninguno de los dos candidatos se negó a  aceptar enormes donaciones de campaña provenientes de personas e instituciones.  Los candidatos parecían estar satisfechos del sistema de recaudar grandes sumas  de dinero provenientes de personas ricas -la esencia de la democracia  norteamericana.

En cuestiones  humanitarias y de libertades civiles, ningún candidato demostró interés en  acabar con la pena de muerte ni en reducir las más de 5 000 cabezas nucleares  de EE.UU. El compromiso de Obama de cerrar la prisión y centro de tortura de  Guantánamo arqueó las cejas de muchos liberales, en especial después de que no  lo hiciera. Y Romney no criticó a Obama por no llevar a juicio a bin Laden en  vez de matarlo. Ambos candidatos declararon ser duros (el bombardeo sobre la  mesa) con relación a Irán y resumieron que sus respectivas narices estaban  asquerosamente cerca del trasero de Israel. Una razón verdaderamente tentadora  para votar por ellos.

Obama nominará a  mejores jueces, gente más seria para que dirija agencias gubernamentales como  EPA y NLRB, y no pondrá en peligro los derechos de las mujeres. Así que yo voté por Obama=Malo, en vez de Romney=Peor.

¿Que habremos ganado?  Me pregunto.

Fuente: http://progreso-semanal.com/ini/index.php/eeuu/6193-termino-gracias-a-dios