Traducido para Rebelión por Caty R.
Sami Nair, politólogo y antiguo diputado europeo «chevenementista», acaba de publicar en el diario francés Le Monde (1) un punto de vista titulado «Debemos proteger a Túnez de los ataques de Gadafi».
Sami Nair nos informa de que el 25 de abril se entrevistó con Caid Essebi, el jefe del gobierno provisional de Túnez, con respecto a la situación de Libia y sus repercusiones en Túnez; para desbaratar los supuestos planes de Gadafi, Sami Nair:
- Considera que hay que esperar un conflicto de larga duración que tendrá la consecuencia de volver ineficaz la resolución 1973;
- Propone renegociar el perímetro de acción de una nueva resolución basada en una «activación del artículo 53 de la Carta de las Naciones Unidas», que daría al pueblo tunecino «la posibilidad de recibir ayuda exterior sin… tener que declarar al Estado agresor ‘Estado enemigo'». Nair exhorta a la ONU a «imponer una protección de los países limítrofes de Libia», y en este caso colocar a Túnez, ¡bajo una especie de protectorado de la ONU e incluso de la OTAN!
Ya a finales de abril el diario londinense The Independant informaba de las observaciones del ministro británico de Defensa Liam Fox que, ante los parlamentarios, expuso la posibilidad de enviar tropas británicas a la frontera entre Túnez y Libia para crear «una zona de seguridad».
Los promotores de esta campaña para la concesión de facilidades o para la instalación de tropas extranjeras en la frontera entre Túnez y Libia deben saber que:
- Tras las declaraciones de Liam Fox a los «Comunes» 25.000 internautas tunecinos manifestaron en Facebook su oposición a cualquier presencia militar extranjera. De la misma forma numerosos miembros de las «altas instancias» se pronunciaron en el mismo sentido. Finalmente el jefe del gobierno provisional, durante su intervención televisada del 8 de mayo, rechazó la concesión de cualquier facilidad militar a las potencias extranjeras. Parece obvio que la inmensa mayoría de la población tunecina es partidaria de que se respete la soberanía nacional y de la integridad territorial del país.
- Túnez no tiene ningún interés en formar parte de la intervención de la OTAN en Libia, en nombre de una interpretación tendenciosa de la resolución 1973 de la ONU. Debe evitar dejarse involucrar en un conflicto militar, contrario a los intereses de los pueblos de ambos países y del mundo árabe. Debe continuar demostrando contención y sangre fría en la gestión de la situación en la frontera tunecina-libia. En cambio es un deber de todos acudir en auxilio de los refugiados que fluyen por decenas de miles, sobre todo desde que empezaron las acciones militares de las fuerzas de la OTAN. Los tunecinos ya han dado un hermoso ejemplo de solidaridad acogiendo a más de 200.000 personas procedentes de Libia.
- El título del artículo de Sami Nair no es muy delicado para los que no tienen un buen recuerdo del protectorado, y no desean que los vuelvan a «proteger».
Nota:
(1) Le Monde, 12 de mayo de 2011, página 24.
Khaled Falah es el responsable de las relaciones exteriores del Partido del Trabajo Patriótico y Democrático de Túnez.
Fuente: http://www.internationalistes13.org/article-la-tunisie-ne-veut-pas-de-protecteurs-73726911.html