El proyecto, apodado ‘Jackson Rising’, cuenta con activistas comunitarios, revolucionarios negros y promotores de la economía cooperativa, que trabajan para hacer de la ciudad un «ejemplo de democracia económica», mediante la creación de cooperativas.
Un experimento económico y social bulle en una ciudad del sur estadounidense: Jackson, Mississippi. Trata de sentar las bases de una economía de abajo nueva, participativa e inclusiva, con un uso estratégico de las cuerdas de arriba.
El proyecto, apodado ‘Jackson Rising’, cuenta con activistas comunitarios, revolucionarios negros y promotores de la economía cooperativa, que trabajan para hacer de la ciudad un «ejemplo de democracia económica, mediante la creación de cooperativas fuertes y otras formas de propiedad de los trabajadores sobre las empresas e instituciones financieras, que crearán puestos de trabajo con dignidad, estabilidad, salarios dignos y prestaciones de calidad», establecen.
En 2013, el abogado de derechos humanos, revolucionario negro y activista comunitario, Chokwe Lumumba, fue electo alcalde de Jackson, la capital de Mississippi, en una victoria sin precedentes, superando a su antecesora, Harvey Johnson Jr. Muchos atribuyen la victoria de Lumumba a la diligente base de organización en la comunidad, y a su plataforma basada en políticas progresistas o radicales para hacer más horizontal la fallida economía de la ciudad, revitalizar la infraestructura y abordar de manera sistemática la marginación racial y de género – en una ciudad que es afroamericana en más del 80 por ciento.
Jackson, al igual que muchas otras ciudades de Estados Unidos y las áreas metropolitanas, está profundamente empobrecida, con una tasa de pobreza cerca de 30 por ciento y una tasa de desempleo del 25 por ciento La ciudad lucha «para superar décadas de desinversión económica, desindustrialización, fuga hacia los suburbios, una base fiscal decreciente, insuficiencia crónica y desempleo, escuelas de bajo rendimiento y una infraestructura anticuada y en decadencia», declaró la oficina de Lumumba. Sin embargo, estos problemas sistémicos de enormes proporciones no disuaden a los residentes y activistas de la comunidad en su idea de implementar alternativas.
Aunque Lumumba murió repentinamente (aparentemente por una insuficiencia cardiaca), los siete meses de su mandato sentaron una base de apoyo, arraigada en la comunidad, que continúa con la plataforma pragmática pero inspirada en ideales.
A principios de mayo, los miembros del Movimiento de Base Malcolm X (MXGM) – una organización radical de derechos humanos de los negros, que busca la auto determinación de las comunidades afroamericanas marginadas-; la Asamblea del Pueblo de Jackson; y el Fondo para las Comunidades Democráticas, organizaron la conferencia ‘Jackson Rising: Nuevas Economías’, que reunió a líderes comunitarios, activistas y especialistas que trabajan en la democratización de la riqueza y la construcción del poder económico en las comunidades de bajos ingresos.
«Lo que ocurre en Jackson es emocionante porque se impulsa a gente de todos los sectores a tomar el control y decir ‘ésta es nuestra comunidad, se trata de nuestra vida, se trata de nuestra economía, y vamos a levantar Jackson'», define Sarah Pike, directora asociada de la Asociación de Educadores Cooperativos y participante en la conferencia.
Los asistentes a la conferencia centraron su atención en la forma de construir de forma concreta cooperativas y trabajos democráticos en el área metropolitana de Jackson, y cómo este plan estratégico puede ser un modelo para otras ciudades similares.
«Tratamos de unir a las personas que trabajan en economías alternativas; esto nos ayudó a pensar en lo que es la cooperativa y cómo se aplica en el sur estadunidense, quién lo hace y cómo nos aseguramos de que los grupos, normalmente marginados y fuera de la conversación, estén dentro», expresó Elandra Williams, del Centro de Investigación y Educación Highlander.
Al poner en común los recursos y la diversificación de riesgos, las cooperativas de trabajadores proporcionan a la gente de bajos ingresos una forma de crear su propia empresa. Pero para crecer, las cooperativas necesitan financiación fiable e, idealmente, clientes «ancla». Con un estimado de mil millones de dólares para gastar en la reparación de infraestructura en las próximas décadas, Lumumba y su equipo estudiaron la posibilidad de llenar a las cooperativas locales de contratos municipales.
Aunque para algunos este impulso por generar economías alternativas es de interés propio o y simplemente pragmático, para muchos de los involucrados es parte de un proyecto político más amplio, que abarca la horizontalidad y el uso de las cooperativas como herramienta integral de las sociedades democráticas más directas.
El MXGM, del que Lumumba fue co-fundador, resaltó este punto y lo situó como uno de sus principios: «Cooperación Jackson busca formar una federación local de cooperativas para compartir información y recursos y para garantizar que las cooperativas sigan los principios democráticos de la autogestión que empoderan a sus trabajadores. Siempre hemos dicho ‘liberar la tierra’. Ahora queremos ‘liberar la mano de obra’ también». Este sentimiento se basa en un concepto utilizado por el gobierno de Lumumba: «Economía Solidaria». La idea es una economía no basada en la gentrificación, la explotación o el enriquecimiento de unos pocos, sino más bien una basada en la cooperación mutua para satisfacer las necesidades de muchos, estabilizar los vecindarios y comunidades, y proporcionar puestos de trabajo y servicios necesarios.
Aunque hay un gran empuje de estos principios y estrategias radicales desde los asientos de los cargos políticos, activistas y miembros de la comunidad subrayan que el impulso y la motivación vienen desde abajo y que, sin este gran sector de la sociedad, las políticas pueden quedar en hojas de papel en lugar de realizarse.
Williams, quien también participó en la conferencia, argumenta la necesidad de los de abajo: «Mi meta es ver cuántas semillas podemos plantar para producir un cambio cultural completo, porque aunque tengamos las políticas y la asistencia técnica, si no lo hacemos culturalmente -cambiando la mentalidad para que la gente diga, esto es mío, y tome la propiedad-, entonces no importa».
Los participantes en el proyecto reafirman que la pérdida de Lumumba como líder comunitario y figura política no detendrá su movimiento para democratizar la economía en Jackson; de hecho, señalan que quieren reproducir el modelo a todos los rincones del país y más allá.
Fuente: http://desinformemonos.org/2014/07/un-experimento-de-democracia-economica-en-el-sur-estadunidense/