Las violaciones graves de los derechos laborales están en el aumento en los Estados Unidos, según un nuevo informe publicado hoy por la CIOSL. El informe, que coincide con la revisión de la Organización Mundial del Comercio de las políticas comerciales de los EE.UU., detalla una lista de violaciones a las normas internacionales en lo […]
Las violaciones graves de los derechos laborales están en el aumento en los Estados Unidos, según un nuevo informe publicado hoy por la CIOSL. El informe, que coincide con la revisión de la Organización Mundial del Comercio de las políticas comerciales de los EE.UU., detalla una lista de violaciones a las normas internacionales en lo que se refiere a la libertad sindical, el derecho de negociación colectiva y el trabajo infantil, y muestra una clara tendencia de la administración Bush a hacer descender las normas.
«La credibilidad de los EE.UU., que adopta una enérgica posición internacional en lo relativo a los derechos humanos, se ve seriamente empañada por la falta de protección de los trabajadores y trabajadoras, especialmente los más vulnerables, dentro de sus propias fronteras», señaló Guy Ryder, Secretario General de la CIOSL, añadiendo que «esta actitud lo único que hace es alentar a otros gobiernos a buscar ventajas competitivas en los mercados mundiales violando los derechos fundamentales de los trabajadores y trabajadoras».
La Ley de relaciones laborales, que dispone los derechos de libertad sindical y negociación colectiva excluye numerosas categorías de trabajadores/as estadounidenses, tales como los trabajadores/as agrícolas, los trabajadores/as domésticos, los supervisores/as, los contratistas independientes y los funcionarios/as. Más de 25 millones de trabajadores/as civiles del sector privado y 6,9 millones de trabajadores/as federales, estatales y municipales no tienen derecho a negociar sus salarios, su horario de trabajo ni sus condiciones de empleo. Los trabajadores/as que tienen derecho a organizarse carecen de una protección legal suficiente contra la discriminación antisindical. Los empleadores recurren profusamente a las campañas antisindicales cuando se trata de organizarse y el 82% de los empleadores contratan consultores especializados en acabar con los sindicatos para evitar que los trabajadores/as se afilien a un sindicato.
El derecho de huelga está permitido únicamente para los trabajadores/as del sector privado, pero inclusive en este caso, se ve seriamente restringido. Existen restricciones legales para que los trabajadores/as lleven a cabo una «actividad concertada» como, por ejemplo, huelgas intermitentes y boicoteos de solidaridad o apoyo. Por otra parte, la ley permite sustituir de manera permanente a los trabajadores/as en huelga y también permite a estos trabajadores/as de reemplazo votar en las elecciones para retirar el registro a un sindicato.
Además, los trabajadores/as migrantes indocumentados son discriminados cuando tienen derechos legales en el caso de prácticas laborares injustas. Una decisión del Tribunal Supremo en 2002 estableció que los trabajadores/as indocumentados no tienen derecho a un pago con carácter retroactivo por prácticas laborales injustas ni tampoco tienen derecho a ser reinstalados en su puesto de trabajo. Como consecuencia, esta decisión ha dificultado hacer cumplir los derechos sindicales de varios millones de trabajadores/as indocumentados.
Pese a que los EE.UU. han ratificado el Convenio No.182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil, el trabajo de los menores sigue siendo un problema en los Estados Unidos., particularmente en la agricultura, en donde son pocas las normativas que se aplican y los niños/as se ven expuestos a condiciones de trabajo peligrosas. Muchos niños/as trabajan largas horas en los campos y están expuestos a pesticidas peligrosos, a cuchillos cortantes y al equipo pesado. Al mismo tiempo, el número de inspecciones para hacer aplicar la legislación sobre trabajo infantil ha disminuido sustancialmente. Asimismo, el informe observa que varias nuevas reglamentaciones sobre el trabajo infantil han empeorado las condiciones de seguridad para los trabajadores/as jóvenes, especialmente haciendo descender la edad mínima para efectuar operaciones peligrosas, tales como la manipulación de sartenes y parrillas en los restaurantes de comida rápida y la carga de prensas y compresores de papel.
El informe también observa que, a pesar de la existencia de la legislación sobre la igualdad de oportunidades, las mujeres ganan en promedio considerablemente menos que los hombres, al igual que los trabajadores/as de las minorías étnicas.