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Un nuevo informe detalla el «extendido abuso sistémico» de menores en Jerusalén Oriental

Fuentes: Mondoweiss

Traducido del inglés para Rebelión por J. M.

 

La policía encubierta israelí arresta a un niño palestino de 10 años el 24 de octubre de 2014. (Foto: Salih Zeki Fazlıoğlu / Agencia Anadolu)

Un nuevo informe publicado por los grupos israelíes de derechos humanos, HaMoked -Centro para la Defensa del Individuo- y B’Tselem, con el apoyo de la Unión Europea, reveló un «abuso amplio y sistémico por parte de las autoridades israelíes» de cientos de adolescentes palestinos detenidos en la ocupada Jerusalén Oriental.

El informe, titulado Unprotected: The detention of Palestinian Teenagers in East Jerusalem (desprotegidos: La detención de adolescentes palestinos en Jerusalén Oriental) fue divulgado el miércoles y detallaba una investigación de 60 declaraciones juradas reunidas entre mayo de 2015 y octubre de 2016.

Los grupos encontraron varios casos de abuso infantil mientras estaban bajo custodia policial israelí.

Encontraron que «adolescentes palestinos de Jerusalén Oriental son sacados de la cama en medio de la noche, esposados ​​e interrogados innecesariamente sin darles la oportunidad de hablar con un abogado o con sus padres antes de que comience el interrogatorio y sin informarles de su derecho a permanecer en silencio». «Luego los retienen bajo duras condiciones, en repetidas ocasiones en prisión preventiva por un período adicional de días e incluso semanas, después de que el interrogatorio haya terminado. En algunos casos todo esto va acompañado de abuso verbal o amenazas y abuso físico».

Si bien el informe resume casos de hace un año, estos arrestos de adolescentes siguen su curso. Por ejemplo, el 23 de octubre, las fuerzas israelíes irrumpieron en la aldea de Issawiya, en Jerusalén Oriental, en redadas nocturnas, lo que desató enfrentamientos entre jóvenes locales y fuerzas israelíes fuertemente armadas.

Los enfrentamientos no eran nada nuevo para el conflictivo pueblo, ubicado cerca de la Universidad Hebrea de Israel y el Hospital Hadassah, pero lo que generalmente suele acabar en un puñado de arrestos y lesiones dejó un saldo de 51 palestinos detenidos y apresados ​​por las fuerzas israelíes, 27 de ellos entre 15 y 18 años, según el Comité palestino de Asuntos de los Prisioneros.

El informe publicado el miércoles dio una idea de lo que esos adolescentes pueden estar viviendo ahora.

«Los niños se encuentran solos en una situación amenazadora y desconcertante sin que nadie les explique de qué son sospechosos, cuáles son sus derechos, con quién pueden consultar, cuánto durará el proceso y cuándo regresarán a sus hogares con sus familias», declaró el informe. «Hasta que no los liberen no tienen adultos cerca en los que puedan confiar y se mantiene a sus padres alejados. Estas prácticas de arresto e interrogatorio dejan a las autoridades libres para presionar a los menores detenidos a confesar las acusaciones».

Ir contra el protocolo

Analizando la ley y el protocolo israelíes, los grupos descubrieron que en estos casos las fuerzas israelíes a menudo incumplían sus propias reglamentaciones.

Por ejemplo, mientras que la ley israelí exige que las fuerzas solo detengan a jóvenes como último recurso, la recopilación de declaraciones juradas de B’Tselem y HaMoked demostró que solo en el 13 % de los casos «la policía se abstuvo de arrestarlos», dando lugar a que los grupos determinen que los arrestos son el «sistema de acción preferido» de la policía israelí cuando se trata de menores palestinos en la Jerusalén Oriental ocupada.

Además, de acuerdo con el protocolo israelí, la represión física de los jóvenes solo «puede usarse contra menore en casos excepcionales». Sin embargo en los 60 casos analizados en el informe, al menos el 81 % de los niños fueron esposados ​​antes de ser introducidos en un vehículo policial, mientras que al 70 % se les mantuvo con restricciones durante sus interrogatorios.

La ley israelí también prohíbe que los menores sean interrogados por la noche fuera de circunstancias excepcionales, pero el 25 % informaron de los interrogatorios nocturnos y el 91% fueron sacados de sus camas en el medio de la noche.

«Incluso aunque en algunos casos los interrogadores esperaron hasta la mañana para comenzar el interrogatorio, los chicos llegaron cansados ​​y asustados después de una noche de insomnio», documentó el informe.

A los menores, detenidos en sus habitaciones en medio de la noche solo se les permitía contactar a sus familias en «casos excepcionales». La ley israelí no exige que los padres estén presentes después de un arresto oficial, y aunque la policía tiene la opción de permitirlo, el 95 % de los niños que aparecen en el informe no pudieron tener a un progenitor presente después del arresto.

El informe encontró que solo el 70 % ciento de los menores comprendieron que tenían derecho a guardar silencio, por temor a ser perjudicados si no respondían a las preguntas de la policía.

Mientras que el 70 % pudo hablar con un abogado antes o durante los interrogatorios, B’Tselem y HaMoked descubrieron que en muchos casos a los niños se les entregó el teléfono personal del interrogador para hablar con un abogado y las conversaciones fueron «inadecuadas y no lograron ayudar al los menores a entender sus derechos y contra qué se enfrentaban».

«Es lógico que el sistema de aplicación de la ley trate a estos adolescentes de una manera apropiada para su edad, que tenga en cuenta su madurez física y mental, reconociendo que cada acción podría tener repercusiones a largo plazo para los propios niños y para sus familias», explicó el informe. «Es lógico pensar que el sistema trataría a los niños de forma humana y justa y les proporcionaría protecciones básicas. Pero ese no es el caso».

Según el informe el 25 % de los niños interrogados dijo que se usó violencia contra ellos, aunque el informe no detallaba específicamente qué tipo de lesiones les causaron.

Además más de la mitad de los niños dijeron que en los interrogatorios les gritaban amenazas y abusos verbales. Casi una cuarta parte no pudieron usar el baño o solo les daban comida después de interrogarlos.

Negar a los niños comida y bebida fue uno de los métodos más importantes para que los niños confesaran. El 83 % de los menores dijeron que una gran razón para firmar confesiones era porque tenían hambre: el 80 % de las confesiones estaban en hebreo, por lo que los niños no podían leer lo que estaban firmando.

Detrás de los arrestos

Según el grupo de derechos de los presos Addameer hay varias razones principales por las que las fuerzas israelíes eligen arrestar a menores en la Jerusalén Oriental ocupada, además de mantener la ley y el orden.

Addameer cree que los soldados y policías israelíes atacan a los jóvenes como una forma de ejercer presión sobre las familias y las comunidades, presionándolos para que «pongan fin a la movilización social» contra la ocupación. Además, Addameer descubrió que arrestar a los niños cuando son pequeños podría disuadirlos de participar en enfrentamientos y lanzamiento de piedras, el cargo más común contra los jóvenes. Por último Addameer informa de que ha recopilado testimonios que sugieren que los niños son «rutinariamente» arrestados y se les pide «convertirse en informantes» y «proporcionar información sobre figuras prominentes involucradas en actividades de defensa y de otros niños que participan en manifestaciones».

El informe de B’Tselem y HaMoked concluyó que la política israelí hacia los niños de Jerusalén Oriental es una política ejercida intencionalmente y utilizada por el Estado para presionar a los palestinos de la ciudad para que se vayan, tratando a la población como personas ajenas al sistema.

«El sistema de aplicación de la ley de Israel trata a los palestinos de Jerusalén Oriental como miembros de una población hostil, todos los cuales, menores y adultos por igual, son presuntos culpables hasta que se demuestre su inocencia, y emplea contra ellos medidas extremas que nunca se atrevería a usar contra otros segmentos de la población», continuó el informe. «El sistema de justicia de Israel está, por definición, en un lado de la cancha con los palestinos en el otro: los policías, los guardias de la prisión, los fiscales y los jueces son siempre ciudadanos israelíes que arrestan, interrogan, juzgan y encierran a adolescentes palestinos a los que ven como enemigos que quieren dañar los intereses de la sociedad israelí».

Sheren Khalel es una periodista multimedia independiente que trabaja desde Israel, Palestina y Jordania. Ella se enfoca en los derechos humanos, las cuestiones de las mujeres y el conflicto entre Palestina e Israel. Khalel anteriormente trabajó para la Agencia de Noticias Ma’an en Belén y actualmente tiene su base en Ramallah y Jerusalén. @Sherenk.

Fuente: http://mondoweiss.net/2017/10/details-systemic-jerusalem/

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a la autora, a la traductora y Rebelión como fuente de la traduccón.