El decreto de ayer parece alejar mucho más la posibilidad de que se cierre la polémica prisión militar. El mandatario demócrata había suspendido los juicios militares cuando asumió, en 2009.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció la reanudación de los juicios militares para los detenidos en el polémico penal de Guantánamo, en Cuba, que él mismo paralizó en 2009. Abrió así la puerta a que se lleven más casos a una comisión militar, un modo de admitir implícitamente el fracaso para ponerle fin a la cárcel.
Cerrar Guantánamo fue una de las promesas que hizo Obama no bien puso un pie en la Casa Blanca, el 22 de enero de 2009. Entonces se dio un plazo de un año para que se efectivice -algo que no ocurrió hasta la fecha- y ordenó la congelación cautelar de los juicios militares a aquellos a los que consideraba enemigos combatientes. Entre los presos se encuentran los cinco coordinadores de los atentados contra las Torres Gemelas, incluido su cerebro, Jalid Saij Mohamed. En aquel momento había 247 presos, de los cuales 100 ya fueron extraditados, transferidos a otros centros o puestos en libertad a 100.
«Hoy (por ayer) anuncio una serie de medidas para llevar a los terroristas ante la Justicia, darles a nuestras acciones un marco de supervisión y asegurarnos de que se trata a los detenidos de forma digna», indicó Obama. Y agregó: «Creo firmemente que el sistema norteamericano de justicia es una parte crucial de nuestro arsenal en la guerra contra Al Qaida y sus afiliados». Obama anunció así que se iban a aplicar nuevas reglas para revisar el estatus de los detenidos y determinar si continúan siendo una amenaza a EE.UU. También dijo que continuaba comprometido con su apuesta por trasladar a algunos presos de Cuba a Estados Unidos para ser juzgados por la vía civil.
El decreto de ayer parece alejar mucho más la posibilidad de que se cierre el penal. El gobierno norteamericano se enfrentó a varios problemas: que muchos países se negaran a recibir a los detenidos en Afganistán; que los Estados del país se negaran a aceptarlos en sus prisiones y las dudas del sistema judicial civil de cómo juzgar a los presos, cuando muchas de sus confesiones fueron obtenidas con métodos que bajo la legislación norteamericana se considerarían tortura.
La decisión viene precedida por las palabras del secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, que el 17 de febrero manifestó que las perspectivas de clausurar la prisión militar eran muy bajas. «Francamente, creo que las perspectivas para cerrar Guantánamo por lo que veo son muy, muy bajas, en vista de la amplia oposición a hacerlo que hay aquí en el Congreso», dijo Gates durante una audiencia en el Senado.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-163657-2011-03-08.html