Merlene Maten sobresale en la prisión donde permanece retenida desde el huracán Katrina. La diaconisa de una iglesia, de 73 años de edad, que nunca había tenido problemas con la ley, ahora duerme entre criminales. Se le impuso una fianza de 50.000 dólares. ¿Su delito? La policía dice que la abuela de Nueva Orleáns robó […]
Merlene Maten sobresale en la prisión donde permanece retenida desde el huracán Katrina. La diaconisa de una iglesia, de 73 años de edad, que nunca había tenido problemas con la ley, ahora duerme entre criminales. Se le impuso una fianza de 50.000 dólares.
¿Su delito?
La policía dice que la abuela de Nueva Orleáns robó mercancía con valor de 63,50 dólares de una charcutería saqueada al día siguiente de que Katrina azotara la región.
Sus familiares y testigos tienen una versión diferente. Dicen que Maten es una mujer inocente que había ido a su auto por unas salchichas para comer y fue esposada erróneamente por policías cansados y frustrados que no pudieron atrapar a los saqueadores de un negocio cercano.
Ni siquiera el propietario de la charcutería quiere que se le acuse.
«Había gente saqueando, pero ella no era una de ellos. En lugar de perseguir a gente que estaba corriendo, atraparon a la anciana, que estaba caminando», dijo Elois Short, la hija de Maten.
Short ha conseguido el apoyo de la AARP, el grupo defensor de los derechos de los ancianos, así como de la oficina de asistencia legal de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias, abogados voluntarios, y un abogado privado para liberar a su madre. Pero la tarea no ha sido fácil.
Maten fue trasladada de una cárcel de distrito a una prisión estatal a una hora de distancia. Y el juez que impuso la fianza de 50.000 dólares por teléfono – 100 veces la multa máxima de 500 dólares por robos menores, según la ley estatal – no ha respondido las llamadas que se le han hecho toda una semana, dijo su abogado, Daniel Beckett Becnel III.
La familia de la mujer no ha podido visitarla en sus dos semanas de arresto y sólo se le ha permitido hablar con ella por teléfono por pocos minutos. La prisión estatal negó a The Associated Press una entrevista telefónica con Maten, exigiendo una solicitud escrita.
Becnel, familiares y testigos dijeron que la policía atrapó a Maten, una diabética, en el estacionamiento de un hotel adonde había llegado escapando de las aguas que inundaron su casa en Nueva Orleáns. Había pagado por su cuarto con una tarjeta de crédito y siguió diligentemente las instrucciones de las autoridades de que empacara comida, dijeron.
Estaba sacando un trozo de salchicha de su auto y planeaba asarlo para compartirlo con su esposo Alfred, de 80 años, según sus defensores. El estacionamiento estaba a casi una cuadra de la charcutería saqueada, agregaron.
«Esa mujer nunca estuvo en esa tienda», dijo Naisha Williams, de 23 años, guardia de seguridad de un banco en Nueva Orleáns, quien dijo haber presenciado el episodio. «Si quieren llevar el caso a la corte, estoy dispuesta a subir al estrado y decir que la policía se equivocó. Ella es totalmente inocente».
El jefe de policía Steve Carraway dijo el miércoles que Maten fue arrestada en la caja de un pequeño negocio junto a la sede de la policía.
El reporte del arresto es breve y valora la mercancía que Maten supuestamente tomó en 63,50 dólares. No especifica los artículos robados.
Williams dijo que Maten era físicamente incapaz de entrar a la tienda.
«Ella no hubiera podido saquear la tienda … Habría tenido que saltar sobre el mostrador, y ella es diabética, de musculatura débil, no hubiera sido capaz de hacerlo. Ni de caminar sobre vidrios rotos», dijo Williams.
La testigo agregó que trató de explicarle eso a la policía, pero que ellos no le hicieron caso.
«No quisieron oírme. Le pusieron las esposas y dijeron que estábamos conmovidos», relató.