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Ante el anuncio de ETA

Una gran ocasión para conocer la verdadera naturaleza de quienes nos gobiernan

Fuentes: Editorial Grupo Antimilitarista Tortuga

Décadas de conflicto armado con muchísimas personas muertas, mutiladas, huérfanas, viudas, encarceladas, torturadas… Graves daños personales, económicos, sociales, políticos… Varios intentos merced a diferentes fórmulas, todos ellos baldíos, para tratar de finalizar la espiral de la violencia en Euskal Herria. Y por fin parece que los más terribles de estos males puedan tener fin. Se […]

Décadas de conflicto armado con muchísimas personas muertas, mutiladas, huérfanas, viudas, encarceladas, torturadas… Graves daños personales, económicos, sociales, políticos… Varios intentos merced a diferentes fórmulas, todos ellos baldíos, para tratar de finalizar la espiral de la violencia en Euskal Herria. Y por fin parece que los más terribles de estos males puedan tener fin.

Se podrán tener reticencias ante el hecho de que en otras ocasiones las treguas de ETA no se convirtieron en definitivas. Se podrán tener esas reticencias a causa de tales hechos pero también, no conviene perderlo de vista, por causa del bombardeo mediático que anima a desconfiar hasta el paroxismo de las treguas de ETA. Sin embargo cualquier mente lo suficientemente honesta, tenga muchas, pocas o ninguna simpatía por el mundo denominado «izquierda abertzale», tendrá que reconocer que esta vez los elementos que apuntan al final definitivo de la actividad bélica de ETA son abrumadores. Y no tanto por las propias declaraciones de la organización armada y de algunos de sus integrantes encarcelados, que son pero que muy significativas, sino, sobre todo, por el proceso político asambleario que viene sucediendo a la vista de todos desde hacer muchos meses en las mismas bases sociales y políticas de esta «izquierda abertzale», el de toda la vida denominado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV).

Opinamos que ante estos indicios, o ante estas pruebas evidentes, lo honrado, si de verdad se desea el final de ETA, es facilitar y apoyar a quienes aseguran desear y estar dispuestas a recorrer el camino del abandono definitivo de la lucha armada. Como dice el refrán. «a enemigo que huye, puente de plata».

Una actitud negacionista hacia el deseo de poner fin a la lucha armada de la izquierda abertzale, una actitud mezquina y vindicativa que quisiera ignorar el proceso social y político del MLNV hacia la renuncia de la violencia, y siguiera demandando como única la estrategia policial y el machaque total de la organización con la escenificación de una rendición total de los miembros de ETA cautivos y desarmados y con el culo en pompa…, desde luego no estaría contribuyendo para nada al final de esa violencia, y más bien estaría dando motivos a los sectores radicales del MLNV para mantener luchas armadas residuales o para el resurgimiento de una organización armada en el futuro.

Es claro que si se desea la paz, habrá que sembrarla y trabajarla, con más motivo ahora que los riesgos de «fiarse» son mínimos. Y evidentemente, dejar de coger la mano tendida y seguir con las políticas de represión policial legal e ilegal, tal como se está haciendo, no lleva a otra cosa que a crear resentimientos, a sembrar vientos que podrían ser las tempestades del futuro.

Como decimos, los políticos que nos gobiernan y sus partidos tienen un momento privilegiado para retratarse. Según el tipo de postura que adopten ahora podremos colegir si realmente están interesados honestamente en la paz y en el bien general, o si por el contrario, como mucho nos tememos, están más bien interesados en seguir contando con espantajos, con malos de la película, con bin ladenes con los que asustarnos y tenernos distraídos en sus telediarios mientras por el otro lado y con sigilo desarrollan sus políticas de mayor control social y de ajustes económicos a favor del sistema.

Esperamos que sean muchas las personas que atiendan al comportamiento de los partidos políticos en este escenario y tomen buena nota para averiguar qué manos son exactamente las que rigen nuestros destinos y nos despojan a la inmensa mayoría, usando tanto medios coercitivos como medios adoctrinantes, de cualquier manera de intervenir y decidir en la sociedad.

Por último añadir que ante este escenario todo el mundo debe hacer evaluación y autocrítica. La violencia de ETA ha venido siendo un terrible mal con consecuencias dolorosas. Pero el fenómeno etarra no agota los males de la sociedad vasca. También existe otra violencia, la del estado, que se desempeña con crueldad en comisarías de policía, cuarteles de la guardia civil, cárceles y otros ámbitos. No hemos oído a nadie hacer propósito de enmienda con respecto a esta violencia. Al contrario, lo que se hace es apología de la misma en estos días http://www.grupotortuga.com/Apologi… . Ello sin hablar de otras violencias ejercitadas también desde el estado, como por ejemplo el secuestro total y absoluto de la democracia y del derecho de las personas a decidir sobre sus propias vidas como individuos y como colectividad, negándoles desde el poder algo tan básico y de tan obvio carácter democrático como el poder evaluar lo que piensa la gente (sobre la cuestión «nacional» o sobre el tema que sea) con una consulta o referendum.

Fuente: http://www.grupotortuga.com/Fin-de-ETA-gran-ocasion-para