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Una inmaculada concepción

Fuentes: Al Ahram Weekly

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

¡La Autoridad Palestina está embarazada! Pues sí, resulta que Salam Fayad, el no elegido Primer Ministro palestino que fue impuesto por los estadounidenses, está embarazado. En una reciente entrevista con el periódico israelí Haaretz declaró: «Llegará el momento en que este bebé tendrá que nacer… y estimamos que eso sucederá alrededor de 2011». A diferencia de las hembras de las especies humanas, pero al igual que las ballenas hembra, el período de gestación de los colaboradores machos palestinos con la ocupación israelí se extiende al menos a dos años. Fayad, «el Ben-Gurion palestino», como Shimon Peres le denominó recientemente, había hecho público su embarazo en un documento que publicó el 25 de agosto de 2009 titulado: «Poniendo fin a la ocupación y estableciendo un Estado» y, más recientemente, en Haaretz: «Toda la comunidad de naciones celebrará el nacimiento de un estado palestino como un día feliz».

Parece ser que ya sabemos el nombre, el peso, el color ideológico y la composición física de ese «bebé»; conocemos incluso la estructura política y la política exterior del fruto del útero de Fayad: un diminuto «estado» palestino que reconocerá a Israel como estado «bíblico» judío. Fayad determinará, como madre y comadrona, el momento del parto. Aunque la última e inmaculada concepción que se produjo en Palestina fue en Nazaret, no está muy claro si lo que se desarrolla actualmente en Ramala es una segunda e inmaculada concepción, aunque hasta ahora no hay prevista prueba de paternidad alguna para este bebé ilegítimo. Teniendo en cuenta los prolongados asuntos que Fayad ha mantenido con los estadounidenses desde su período en el Fondo Monetario Internacional de 1995 a 2002, algunos herejes rechazan la teoría de la inmaculada concepción y afirman saber la identidad del padre, señalando las palabras de Fayad como prueba. Según Haaretz, Fayad está planeando un parto inducido en agosto de 2011, para que «el estado nazca durante el primer mandato de Barack Obama», el padre más probable según opinión de los herejes. Pero no habrá habanos para su inmediata distribución entre los amigos y familia de la feliz pareja. Debería señalarse que aunque la declaración de Fayad acerca de su embarazo de dos años se hizo en agosto de 2009, fue finalmente, en diciembre de 2009, cuando llegaron las tardías felicitaciones de la Unión Europea y del Cuarteto.

Pero, como en muchos de los casos de anteriores embarazos de otros colaboradores machos palestinos, que resultaron ser, para disgusto de muchos, embarazos histéricos, o que en caso de ser reales acabaron de forma prematura, antes de que nazca el bebé de Fayad será necesario dar varios pasos para asegurar que este embarazo «real» llegue a término:

En primer lugar, habrá que reconocer a Israel como «país bíblico» judío, aceptando así la legitimidad de Israel para ser un estado colonial racista. Veamos lo que dice el agradecido Fayad: «En relación con el ethos, bien, Israel es un país bíblico, hay montones de colinas, mucho espacio vacío, ¿por qué no lo utilizan [los colonos] y nos dejan seguir en el nuestro?». En segundo lugar, comprometerse a reprimir todas las formas de resistencia frente a Israel, la llamada «incitación», incluyendo la libertad de expresión y la libertad de acción política. El agradecido Fayad: «La incitación puede adoptar muchas formas -cosas que se dicen, cosas que se hacen, provocaciones- pero hay modos de abordar todo eso. Estamos estudiando todas esas cuestiones». Y, en tercer lugar, renunciar al derecho al retorno del pueblo palestino a sus hogares y tierras de las que fueron expulsados en 1948 por los colonos judíos europeos: «Desde luego, los palestinos tendrían derecho a residir dentro del estado de Palestina».

Pero para que no pensemos que Fayad sólo satisface las demandas israelíes, nos asegura que él es un tipo que se enfrenta a los estadounidenses. En una reciente entrevista con el periódico árabe Majallat al-Dirasat al-Filastiniyyah, pone buen cuidado en no presentarse a sí mismo como un pelele en relación con los estadounidenses. Hugo Chavez aprendería una lección o dos del independiente y no alineado Fayad de la «Tercera Vía»: el nombre de la lista bajo la que se presentó a las elecciones de 2006, acusada por Fatah de estar financiada por la CIA. La «Tercera Vía» recibió el considerable 2,41% de los votos. Imaginen, Fayad es el único testigo de sus heroicas posiciones frente a los estadounidenses y por eso se entusiasma tanto al narrárselo a sus entrevistadores. Nos dice que se resistió a los estadounidenses cuando se convirtió en ministro de hacienda en 2002 y le pidieron que visitara Estados Unidos. Declinó la invitación y les dijo que estaba muy ocupado con sus nuevo cargo y que les visitaría cuando su agenda se lo permitiera; posteriormente, y aunque nadie parece saberlo aún, se resistió al General Keith Dayton, el entrenador jefe estadounidense de la mafia de secuaces palestinos, cuando Fayad le dio instrucciones para que no hablara con la prensa y le aclaró que no era más que un mero entrenador de las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina y no un asesor de la misma. Se nos cuenta que Dayton le pidió rápidamente disculpas y prometió no volver a hacerlo; y, finalmente, lo más importante, cuando EEUU le pidió que no participara en el gobierno de Unidad Nacional de 2007, rechazó la petición estadounidense e insistió en participar en el gobierno dirigido por Hamas que la Unión Europea boicoteó de inmediato. Desde luego, no hay mención alguna a que Fayad fue designado primer ministro de la AP en junio de 2007 a instancias de los estadounidenses después de que la AP y Keith Dayton organizaran su fallido golpe en Gaza, algo que sus entrevistadores no acertaron a recordarle. Es decir, que si no hubiera sido por estas revelaciones, las credenciales anti-imperialistas de Fayad hubieran quedado fuera del reconocimiento de las masas.

En su entrevista con Majallat al-Dirasat al-Filastiniyyah, Fayad se muestra tan preocupado por el actual saqueo colonial israelí de Jerusalén que discretamente, y para ponerle fin, recomienda la completa normalización árabe con Israel: «La identidad árabe de la ciudad se fortalecerá cuando los árabes vengan a visitarla, no cuando la boicotean bajo el pretexto de que visitarla supondrá la normalización con el ocupante. Creo que es deber de los árabes visitar Jerusalén y les animo a ello firmemente, porque si así lo hacen, estarán apoyando y fortaleciendo la dimensión árabe de la identidad de Jerusalén». Es curioso que en la versión inglesa de la entrevista (que apareció en el último número del Journal of Palestine Studies [JPS], ¡se omitió esta parte de la entrevista!

Desde luego que Fayad ha sido pionero en la normalización. No sólo se prodigó en alabanzas hacia sus patrones israelíes y estadounidenses por su arte de gobernar, también fue recompensado generosamente por ello, tanto que se le invitó, asistió y pronunció un discurso en la conferencia israelí anual de Herzliya el pasado febrero, donde los políticos y académicos israelíes discuten estrategias sobre cómo desactivar la «bomba demográfica» palestina y donde Martin Kramer (un extremista en el contexto estadounidense aunque un importante estratega en Israel) hizo sus viles recomendaciones genocidas para limitar los nacimientos palestinos y librarse de «jóvenes [palestinos] superfluos». Quizá fue en Herzliya cuando Fayad se inspiró para reconocer las reivindicaciones «bíblicas» de Israel respecto a Palestina.

No sólo Fayad es un demócrata que está por encima de las políticas partidistas y del conflicto entre Fatah y Hamas, sino que además insiste en que aplica el mafioso aparato de seguridad entrenado por Dayton, y puesto a su disposición, sólo para reprimir a los que violan la ley desde el otro lado. En su entrevista en JPS insiste en que se opone a la violación de los derechos humanos, al uso de la tortura, al arresto de personas por sus opiniones políticas, todo ello a pesar del inmenso record amasado por los grupos por los derechos humanos locales e internacionales sobre los continuos abusos en todos esos frentes por parte de sus matones de seguridad, y los de Dayton, dedicados a perseguir especialmente a cualquiera que asocien con Hamas.

Quizá baste con el reciente pequeño ejemplo de las elecciones estudiantiles en la Universidad de Birzeit. Como Islah Jad, profesora en Birzeit y directora de su Instituto para Estudios de la Mujer, ha defendido en un artículo publicado recientemente, la misma naturaleza democrática de las elecciones está ahora en juego en una universidad que siempre las promovió y respetó. Desde que la AP llegó al poder, y cada vez más desde la elección de Hamas, los candidatos islamistas de las elecciones locales estudiantiles son arrestados por los matones de Dayton poco después de presentar su candidatura o una vez que han ganado las elecciones. En esta atmósfera de terror, ningún grupo islamista presentó candidatos a las recientes elecciones estudiantiles en Birzeit por miedo a represalias. Por eso, por mucho que se celebren elecciones libres, aterrorizando e intimidando a los candidatos se asegura un determinado resultado final, que sin embargo se declara «democrático». El hecho de que menos del 50% del electorado estudiantil de Birzeit acabara participando en las elecciones atestigua la democracia estilo estadounidense que los matones de Fayad y Dayton quieren instituir en general en el estado palestino una vez que Fayad lo dé a luz.

El plan de Fayad para establecer un estado palestino en agosto de 2011 supone, en efecto, la aceptación de las propuestas ofrecidas por Camp David y rechazadas por Arafat en 2000. Los estadounidenses comprenden que si son los palestinos, o al menos los agentes de EEUU entre ellos, quienes proponen tal acuerdo y si esa propuesta se presenta como un desafío al dictado israelí e incluso estadounidense, habrá mayores posibilidades de que los crédulos palestinos lo acepten que si los estadounidenses y los israelíes lo impusieran abiertamente. En 1999, la administración Clinton ayudada por sus aliados locales, incluido el gobierno jordano, hicieron todo lo posible para derrotar a Netanyahu en las elecciones israelíes, consiguiendo llevar a Ehud Barak al poder para que emprendiera las viles negociaciones de Camp David de Clinton. Como a Arafat se la hizo una oferta que no podía más que rechazar, porque le hubiera deslegitimado completamente a los ojos de su pueblo, Barack Obama tiene ahora un nuevo socio que no está ni preocupado ni interesado en absoluto por las cuestiones de la legitimidad popular, porque él no tiene ninguna. Después de todo, además de ser el líder histórico de los palestinos desde mediados de 1960, Arafat fue elegido con una mayoría de votos en 1966 en unas elecciones manipuladas mediante gerrymandering [*] mientras el desconocido Fayad, que no ha tenido papel alguno en el movimiento nacional palestino y que carece de mandato electoral de ningún tipo, se imponía como líder supremo de la AP.

Como el rey de Jordania se unió al coro contra Netanyahu en una reciente entrevista con el Wall Street Journal, Obama parece estar coordinando esfuerzos con el Partido Laborista, que forma parte del gobierno de coalición de Netanyahu, para derribarle después de que éste se negara a acatar las órdenes de Obama. A tal fin, importantes miembros del Partido Laborista se han estado reuniendo con algunos funcionarios y no funcionarios palestinos en Estados Unidos y en Cisjordania para coordinar esfuerzos y que se unan al plan de Obama para un nuevo Camp David.

El bebé de Obama sólo nacerá si un nuevo dirigente palestino acepta los términos de Camp David, que ahora son mucho más reducidos que cuando Ehud Barak se los ofreció a Arafat en 2000. Con decenas de miles más de colonos, más tierras palestinas arrebatadas por el muro del apartheid y más confiscación de tierras por toda Cisjordania y Este de Jerusalén, el 65% de Cisjordania (promovida por la propaganda estadounidense e israelí como más del 95% de Cisjordania) que Arafat rechazó se reducirá aún más y se le volverá a ofrecer al pueblo palestino por el mismo Fayad. Claro está que la última palabra la tiene Washington, o al menos el Washington Post, que dice que el plan de paz que Obama está considerando se basa en Camp David aunque que «el 90% del mapa parecería el mismo» que el ofrecido por Ehud Barak en 2000, i.e., a los palestinos se les ofrecerá ahora el 58% de Cisjordania. Ese será el tamaño del vástago de Fayad.

Una vez que acaben esos preparativos, Fayad dará a luz a su ilegítimo bebé estadounidense, bautizado como «Palestina». A diferencia del bebé nazareno, el bebé de Fayad no será heraldo de salvación alguna sino de mayores miserias para el pueblo palestino. Los regalos para la madre y el niño deberán enviarse a la atención de la oficina de Salam Fayad en Ramala.

Nota de la T.:

[*] Por gerrymandering se entiende la construcción o trazado de distritos electorales que, de forma sesgada e intencional, busca favorecer la representación de un partido, grupo étnico o sector social en particular.

Joseph Massad enseña historia intelectual y política árabe moderna en la Universidad Columbia de Nueva York. Es autor de «The Persistence of the Palestinian Question» (Routledge, 2006).

Fuente:

http://weekly.ahram.org.eg/2010/994/op3.htm