En una carta dirigida a Ileana Ros-Lehtinen, conocida por su apoyo a connotados terroristas cubanoamericanos, Livio Di Celmo, hermano del turista italo-canadiense asesinado en 1997 por un mercenario contratado por Luis Posada Carriles, acusa a la congresista norteamericana de ser nada menos que cómplice del crimen. Fabio Di Celmo (1965-1997) fue asesinado el 4 de […]
En una carta dirigida a Ileana Ros-Lehtinen, conocida por su apoyo a connotados terroristas cubanoamericanos, Livio Di Celmo, hermano del turista italo-canadiense asesinado en 1997 por un mercenario contratado por Luis Posada Carriles, acusa a la congresista norteamericana de ser nada menos que cómplice del crimen.
Fabio Di Celmo (1965-1997) fue asesinado el 4 de septiembre de 1997 en un atentado perpetrado en el lobby del Hotel Copacabana en La Habana, Cuba, por el terrorista salvadoreño Raúl Cruz León, enviado a La Habana por Posada.
«Después del asesinato de mi hermano en 1997, empecé a investigar quién era detrás de los ataques terroristas de 1997 contra Cuba y descubrí que procedían de los EE.UU», explica Livio Di Celmo en el documento al recordar que las redes terroristas cubanoamericanas han causado la muerte de «miles de civiles desde 1959″.
Los nombres de Posada Carriles y sus asociados siempre aparecen en los documentos desclasificados disponibles, señala.
«Aprendí que en EE.UU., miembros del Congreso se encuentran entre los que han presionado a favor de estos terroristas criminales. De hecho, su nombre, Señora Lehtinen, aparece una y otra vez».
«Con esta carta abierta, deseo expresar la extrema indignación y el asco que siento al saber que hay gente en el Congreso de EE.UU. como usted que están tan cegados por el odio hacia los líderes legítimos de Cuba de que sus mentes retorcidas consideran a Luis Posada Carriles y Orlando Bosch como patriotas heroicos»
«En su mundo de fantasía, parece que hay terroristas buenos y terroristas malos…
Para usted y su gente, y los que ayudaron a dar forma a la retorcida política de EE.UU. hacia Cuba, esto no parece ser un problema. ¡Qué vergüenza!». Dice Di Celmo.
Y añade: ««¡Usted ni ve a la terrorista que tiene adentro!»
Livio Di Celmo recuerda a Ros-Lehtinen que tiene entre sus constituyentes, familias que han perdido a hijos e hijas en combates en Afganistán, Irak, o otra parte en su llamada «guerra contra el terrorismo«.
«Si sabían que miembros del Congreso han presionado a favor de terroristas como Orlando Bosch y Luis Posada Carriles, estoy seguro de su indignación por el doble rasero y la hipocresía!», advierte el residente de Canadá.
«Tenga la seguridad, Señora Lehtinen, que las familias de las víctimas de Luis Posada Carriles y Orlando Bosch seguirán exigiendo una rendición de cuentas a todos los actores involucrados en estos actos de terrorismo: los mercenarios, los autores intelectuales, aquellos que los financian, los organismos del gobierno de EE.UU. y las personas, incluidos los miembros del Congreso, que cabildean a favor de estos criminales y que deliberadamente ignoran o toleran sus actos asesinos», concluye Livio Di Celmo.
Ileana Ros–Lehtinen logró hacerse eligir al Congreso federal haciendo campaña a favor de la liberación de Orlando Bosch en 1989, cuando el pediatra asesino, después de comprar su liberación en Venezuela, con la complicidad de Otto Reich, se encontraba preso en Miami en las celdas de los servicios de inmigración.
Con la asesoría de Reich y de Jeb Bush, el hijo de George W. Bush, uso la defensa de Bosch y el apoyo de Jorge Mas Canosa, líder de la terrorista Fundación Nacional Cubano Americana, para lograr su elección. Siempre fue apoyando a Luis Posada Carriles abiertamente o de manera oculta.
Ros–Lehtinen también ha defendido al terrorista Velantine Hernández, condenado por asesinar a otro, Luciano Nieves, de la misma forma que reclama la liberación de Eduardo Arocena, jefe del grupo Omega 7, autor de numerosos asesinatos y atentados. No titubeó el 8 de julio de 1996 en dirigir una carta alentadora a Rodolfo Frometa, Jefe del grupo terrorista Comandos F-4.