Venezuela tiene la intención de pedir a la Organización de Naciones Unidas (ONU) evaluar si Estados Unidos ha violado resoluciones internacionales contra el terrorismo en su manejo del caso de Luis Posada Carriles, dijo hoy el abogado del gobierno venezolano en Washington encargado de manejar este asunto. José Pertierra informó hoy a La Jornada que […]
Venezuela tiene la intención de pedir a la Organización de Naciones Unidas (ONU) evaluar si Estados Unidos ha violado resoluciones internacionales contra el terrorismo en su manejo del caso de Luis Posada Carriles, dijo hoy el abogado del gobierno venezolano en Washington encargado de manejar este asunto.
José Pertierra informó hoy a La Jornada que Venezuela espera presentar esta petición junto con otros países ante el Consejo de Seguridad de la ONU, donde acusarán que el gobierno de Estados Unidos, al no enjuiciar o extraditar a Venezuela a Posada Carriles por sus actos de terrorismo, ha violado la resolución 1373.
Ese resolución, promovida por Estados Unidos y sus aliados, establece que los países miembros de la ONU tienen que asegurar «que cualquiera que ha participado en el financiamiento, planeación, preparación o ha realizado actos terroristas… deber ser llevado ante la justicia».
Pertierra informó que también se está evaluando presentar el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Internacional de Justicia de La Haya. «Vamos a los organismos multilaterales junto con nuestros países hermanos», dijo al reiterar lo anunciado por el gobierno del presidente Hugo Chávez.
A la vez, consideró que este resultado fue fruto de cómo la Casa Blanca «ha manipulado el sistema de justicia aquí para lograr un objetivo político… Esto es un escándalo y el costo es desprestigiar su propio sistema».
Mientras, la excarcelación del también ex agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha provocado severas críticas entre especialistas en este asunto.
«Este es un espectáculo que el mundo ve con incredulidad ya que dramáticamente ayuda a destrozar la credibilidad del gobierno del presidente George W. Bush en torno a la llamada guerra contra el terrorismo», dijo Peter Kornbluh, encargado del proyecto de Cuba en la organización independiente National Security Archive, experto en el caso de Posada Carriles.
Kornbluh, en entrevista con La Jornada, señaló que aún no está clara la razón por la cual el gobierno estadunidense no aplicó la Ley Patriota en este caso.
«Posada Carriles es un candidato perfecto para ser certificado como terrorista y por tanto podría ser detenido de manera indefinida aquí», afirmó.
«El caso Posada Carriles fue una prueba del compromiso del gobierno de Bush de llevar ante la justicia a los terroristas… pero esto acabó con el señor en su casa de Miami», afirmó Kornbluh.
Por tanto, agregó, «el gobierno de Bush ha creado una pesadilla de diplomacia pública ante el mundo… Ha minado por completo su credibilidad para poder presionar a otros gobiernos a perseguir y enjuiciar a terroristas. A fin de cuentas, Posada Carriles está en la lista de los 10 terroristas más famosos del mundo».
El archivo sobre Posada Carriles, desde anticastrista militante veterano de Bahía de Cochinos, agente y colaborador de la CIA desde principios de los años 60 hasta por lo menos 1976, su participación en la operación encubierta estadunidense de apoyo a la contra nicaragüense, coordinada por Oliver North, y su mano en diversos atentados en Cuba, Centroamérica y Venezuela, así como en el peor acto terrorista de la historia de América Latina (el bombazo del vuelo comercial de Cubana de Aviación que acabó en la muerte de 73 pasajeros), entre otros, incluye una amplia base de documentos oficiales estadunidenses desclasificados.
Pueden revisarse éstos en el sitio del National Security Archives: www.gwu.edu/%7Ensarchiv/NSAEBB/NSAEBB153/index.htm.
Tal vez lo más extraño de este caso es que el propio Departamento de Justicia, durante un proceso judicial realizado en Texas el año pasado, presentó argumentos para mantener en la cárcel a Posada Carriles en ese tiempo tras argumentar que era «autor intelectual confeso de complots terroristas y atentados». Sin embargo, rehusó presentar cargos de terrorismo en su contra.
«La liberación demuestra que la posición del gobierno de Bush contra el terrorismo es una farsa cínica», sostuvo Wayne Smith, ex diplomático estadunidense experto en relaciones bilaterales con Cuba, en comentarios al periódico Los Angeles Times.
«Nos regresa (la liberación) a eso de que un terrorista para algunos, es un luchador por la libertad para otros», afirmó.
Mientras, al llegar ayer a Miami, Posada Carriles expresó: «Estoy muy contento, muy agradecido», según informó el Miami Herald. En medios latinos locales, circularon expresiones de «júbilo» entre algunos sectores conservadores de la comunidad cubanoestadunidense en esa ciudad.
«Es inconcebible que un hombre que siempre ha luchado contra el comunismo y por la libertad durante tanto tiempo y que ha servido a su país tan bien haya estado encarcelado tanto tiempo», dijo su viejo amigo Ernesto Abreu al Miami Herald.
Por un puñado de dólares
Posada Carriles fue liberado bajo una fianza total de 350 mil dólares (y no como se informó inicialmente de 250 mil) el jueves y salió de su celda en Nuevo México para viajar a la casa de su esposa en Miami. Allí aguardará el juicio por fraude migratorio y declaraciones falsas de su ingreso y estancia ilegal en este país.
Por orden de tribunales federales y a falta de una decisión del gobierno de Bush de responder a la solicitud de extradición de Venezuela y/o acusarlo de «terrorismo», le fue concedida la excarcelación esta semana.
La libertad se hizo efectiva cuando las autoridades de Inmigración y Control de Aduanas decidieron no activar un recurso de detención migratoria.
Las condiciones de su liberación bajo fianza incluyen arresto domiciliario y el monitoreo electrónico de sus movimientos. Además, tendrá que reportarse a las autoridades migratorias por teléfono cada dos semanas mientras se intenta buscar algún país al que pueda ser deportado.
Posada Carriles fue arrestado inicialmente en 2005 por ingresar ilegalmente al país, y ordenada su deportación. Sin embargo un juez determinó que no podría ser deportado a Venezuela o a Cuba por temores de que pudiera ser torturado, decisión que se realizó sólo por el testimonio de un aliado de Posada Carriles. La orden sigue vigente, pero ningún país ha aceptado recibirlo hasta la fecha.
Mientras tanto, un gran jurado en Nueva Jersey está evaluando evidencias para formular potenciales cargos criminales contra Posada Carriles sobre los bombazos en sitios turísticos de Cuba, pero estos procesos son cerrados al público y aún no se sabe en qué culminará ese proceso.