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El barco que trató de llegar a Gaza

Vivimos para contar la historia

Fuentes: Counterpunch

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Ayer nos encontramos al presidente de el Líbano, al Jefe de las Fuerzas Armadas, y al Ministro del Interior que nos agradecieron por haber reaccionado y arriesgado nuestras vidas en una misión de misericordia; nosotros les agradecimos profusamente por habernos rescatado.

¿Qué hubiésemos hecho, desamparados en pleno mar, con acceso vedado a nuestro destino, con poco combustible, con un barco fuertemente dañado si el Líbano no nos hubiera aceptado? El Líbano envió sus barcos a nuestra busca. El Líbano nos rescató. El Líbano nos dio la bienvenida. Y se lo agradecemos de todo corazón.

Ahora es oficial. Nos dijeron que seguimos en vida gracias a la fuerte construcción de madera de nuestro barco, «Dignity». La fibra de vidrio probablemente no habría resistido el impacto del ataque israelí y bajo diferentes circunstancias, es posible que no pudiésemos vivir para contar lo que pasó. A pesar de todo, ayer nos informaron, después que el capitán y el primero de a bordo volvieron a Sour (Tiro) a inspeccionar el barco, que éste se hundía, el daño es amplio, y tardará, estiman, por lo menos un mes para repararlo. Mañana, llevaremos el Dignity de Sour a Beirut. Y ahora, tenemos que decidir qué hacer y desde dónde lo haremos y cómo volveremos a donde sea.

Mis agradecimientos personales, y sé que son los del grupo, deben ir a Al Jazeera, que permitió que tres de sus periodistas estuvieran a bordo con nosotros en nuestro viaje. Gracias a ello, Al Jazeera presentó en vivo la historia del Dignity, desde que soltamos amarras en Chipre, cuando estábamos muy animados, hasta las maniobras amenazantes de los inmensos barcos súper rápidos israelíes antes de que nos embistieran, los llamados israelíes por el teléfono del barco después de la embestida, llamándonos terroristas y subversivos y diciéndonos que volviéramos a Chipre (a pesar de que después los israelíes pretendieron que no sabían quiénes éramos, sabían suficiente sobre nosotros para decirnos de dónde veníamos), y el hecho de que no teníamos suficiente combustible para seguir sus instrucciones, hasta su amenaza de dispararnos si no dábamos media vuelta, terminando con nuestro vapuleado barco arrastrándose difícilmente hacia el puerto de Sour en el Líbano. Al Jazeera presentó nuestra historia como «noticia de última hora» y prestó un verdadero servicio a su audiencia y a nosotros. Al Jazeera llamó a los israelíes para informarse sobre el incidente mientras estaba ocurriendo y estoy segura de que los israelíes no estaban dispuestos a permitir que alguien pudiera contar la historia. Al Jazeera la contó y la documentó mientras estaba sucediendo.

Uno de esos periodistas de Al Jazeera con nosotros era Sami El-Haj, quien estuvo detenido en Guantánamo por EE.UU. durante seis increíblemente largos años. ¡Qué honor haber podido por lo menos intercambiar miradas con un hombre tan modesto que había sufrido tanto dolor a manos del gobierno de EE.UU.! Le pedí perdón por el hecho de que mis impuestos hayan sido utilizados de un modo tan despreciable. ¿Y el crimen de Sami según EE.UU.? Nacido en Sudán, estar informando para Al Jazeera en Afganistán, Sami era del color equivocado, de la nacionalidad equivocada, de la religión equivocada, trabajando para la cadena noticiosa equivocada, diciendo la verdad sobre la guerra equivocada. Y por eso sobrevivió el encarcelamiento durante seis largos años. Sami El-Haj, prisionero número 345 en Guantánamo.

Otro periodista increíblemente comprometido con nosotros que estuvo con nosotros fue Karl Penhaul de CNN. Karl informó la verdad incluso mientras su propia estación repetía la desinformación israelí. El hecho de que hayamos viajado con esos periodistas perceptivos aumentó la torpeza y la obvia falta de tacto de la reacción israelí. Desgraciadamente, Israel ha cambiado su historia demasiadas veces para poder contarlas, y eso es porque no dicen la verdad.

Vivimos para contar lo que pasó.

Me dicen que CNN presentó una sola vez mi declaración completa – y eso fue la vez en la que la transmitieron en vivo. Claro está, que eliminaron la referencia al USS Liberty. [Para el vídeo e información pulse aquí, N. del T.] ¿De qué tienen miedo?

Anoche estuve en PressTV.com, junto con otros que estaban en el Dignity, y discutimos con el representante de WINEP, el Instituto para Política en Oriente Próximo de Washington. Recordé al público que los palestinos no tienen armas nucleares, ni municiones de uranio empobrecido, ni fósforo blanco, ni F-16, pero que los israelíes sí los tienen. Los hechos, sin embargo, tienden a ser distorsionados después de ser procesados por el «Gran Tragamonedas,» órgano de la desinformación auspiciada por el Estado, que utiliza la prensa mundial.

Con la verdad claramente de nuestra parte, a Israel no le ha quedado otra posibilidad que presentar su ridícula grandilocuencia, que me entregó un periodista que vino a visitarnos a nuestro hotel en Beirut. Con sus múltiples historias conflictivas, es obvio que los israelíes no esperaban que viviéramos para contar la verdad.

En camino desde Sour hacia Beirut pasando por Saida, nos saludaron como héroes porque nuestra dura experiencia había sido vista por todos en Al Jazeera. El alcalde de Sour fue a saludarnos. El alcalde de Saida insistió en que nos detuviéramos, en camino a Beirut, para una ceremonia especial. Pero hubo algo más que fue evidente en nuestro viaje, y es la devastación que sufrió el propio Líbano como resultado de la maquinaria de guerra israelí. Las cicatrices de la guerra siguen siendo evidentes por doquier. Escribiré más al respecto mañana.

Y una nota final: el presidente electo Obama rugió como un poderoso león hasta llegar a la escena política, pero ahora guarda silencio como un cordero ante la muerte y la destrucción que ocurren en Gaza. Al acercarnos a la celebración del cumpleaños del doctor Martin Luther King, Jr. recordemos lo que dijo el doctor King:

«Finalmente, no recordaremos las palabras de nuestros enemigos, sino el silencio de nuestros amigos.»

Y después de cinco días de bombardeos aéreos de Israel, la carnicería en Gaza continúa.

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Cynthia McKinney fue candidata a presidente de EE.UU. por el Partido Verde.

http://www.counterpunch.org/mckinney01022009.html