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Votar contra el pasado

Fuentes: Rebelión

¿Quiénes han conducido a la España de hoy? Un país con 5 millones de desempleados, que entre los jóvenes alcanza el 45% de este segmento de población, con dos millones y medio de españoles viviendo y trabajando en otros países. Un país más desigual en el que en el conjunto de la clase trabajadora los […]

¿Quiénes han conducido a la España de hoy?

Un país con 5 millones de desempleados, que entre los jóvenes alcanza el 45% de este segmento de población, con dos millones y medio de españoles viviendo y trabajando en otros países.

Un país más desigual en el que en el conjunto de la clase trabajadora los ingresos han disminuido en un 20%, mientras los más ricos lo han aumentado en idéntica proporción.

Sin hablar del aumento de la deuda externa, los procesos de desindustrialización y los escándalos de corrupción que afectan a los dos partidos que han sido gobierno desde la llamada transición.

¿Pueden los partidos que han propiciado las condiciones para que se cree esta situación cambiar sus políticas e ir contra lo que han venido haciendo hasta ahora? Sería un milagro.

Mientras la dupla de partidos del régimen que en la práctica defienden los intereses económicos y financieros neoliberales se alternen en el gobierno, no es posible una España diferente. Esto vale también para el nuevo retoño de la derecha que aparece a tiempo, por si sucede un descalabro de su estandarte principal.

Por tanto, en mi humilde opinión, hay que votar por los que no tienen complicidad con el pasado.

Hay que perder el miedo a los pitonisos de la derecha pronosticando un futuro apocalíptico cada día en los grandes medios si no acceden ellos al gobierno. Ver por ejemplo los titulares de los principales medios ante la propuesta de aumentar en 60 000 millones de euros la inversión pública, cuyo objetivo es lograr el temor, el miedo en el electorado.

Si se analiza la cifra en el contexto europeo se puede confirmar que aún con ese aumento en cuatro años, España continuaría estando por debajo de la media europea.

Una parte de la ciudadanía parece optar por la abstención ante el desencanto que han provocado los partidos tradicionales. En realidad la abstención es un voto para que las cosas sigan igual. Si se quiere que el voto sea útil hay que ir a votar y votar por la nueva fuerza que ha surgido porque UNIDOS PODEMOS.

José Bell Lara es doctor en Ciencias Filosóficas. Licenciado en Sociología. Máster en desarrollo social caribeño. Profesor Titular y Profesor Consultante de la Universidad de la Habana.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.