Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento cubano, denunció este sábado que otros dos terroristas pueden ser puestos en libertad en Estados Unidos, con la decisión tomada por un tribunal federal de ese país de reducir las condenas a Santiago Álvarez y Osvaldo Mitad, ambos compinches de Luis Posada Carriles. Alarcón hizo el alerta al intervenir en […]
Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento cubano, denunció este sábado que otros dos terroristas pueden ser puestos en libertad en Estados Unidos, con la decisión tomada por un tribunal federal de ese país de reducir las condenas a Santiago Álvarez y Osvaldo Mitad, ambos compinches de Luis Posada Carriles.
Alarcón hizo el alerta al intervenir en la jornada final del VI Encuentro Hemisférico de lucha contra los Tratados de Libre Comercio y por la Integración de los pueblos, cuyas sesiones, iniciadas el jueves último, concluirán en la tarde de este sábado, en el habanero Palacio de las Convenciones.
Posada Carriles lleva ya dos años bajo la protección del régimen de Washington, algo por sí solo suficiente para probar los vínculos entre el asesino y la Casa Blanca, señaló el Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Pero eso no es todo, según demuestran las dos mociones aprobadas recientemente por EE.UU., el gobierno de ese país está dispuesto a impedir que Posada Carriles ejerza el derecho a probar su larga asociación con Washington y la CIA, señaló el dirigente cubano.
La primera de esas mociones, recordó, tiene el objetivo de constreñir al máximo la actuación del tribunal que el próximo 11 de mayo deberá juzgar a Carriles por mentiroso. De acuerdo con esa orden, los jueces solamente podrán considerar la única acusación presentada por la Casa Blanca contra el terrorista: haber entrado a EE.UU. con documentos falsos.
El segundo escrito está concentrado en un punto específico: el gobierno norteamericano no quiere que de ninguna forma, directa o indirecta, mediante preguntas o respuestas, por escrito o verbalmente, se pueda hablar en el próximo juicio de los vínculos entre Posada Carriles, la Agencia Central de Inteligencia y la jefatura del régimen, reseñó Alarcón.
El pasado 30 de abril, Luis Posada Carriles presentó su respuesta al gobierno de EE.UU. ; en ella ratifica formalmente, bajo juramento, que ha trabajado para la CIA por lo menos durante más de 25 años y se lo dijo a un tribunal federal, porque piensa que ese es su principal argumento de defensa. Esto subraya el ejercicio por parte de Washington del terrorismo de estado, explicó el también integrante del Buró Político del Partido Comunista de Cuba.
De ninguno de estos hechos, denunció Alarcón, escribe ni una sola palabra los grandes medios de prensa en EE.UU., aunque se ufanan de un supuesto ejercicio de la libertad de prensa.
La actitud de Washington viola la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que marca la obligatoriedad de los Estados a castigar a los terroristas, a cooperar con otros para lograr ese objetivo, así como a juzgarlos en su territorio o a extraditarlo hacia el país que lo solicita por los crímenes cometidos, reiteró Alarcón, quien advirtió que todavía hoy ese órgano de ONU no ha dado ni un solo paso para responder a la denuncia formal presentada por los gobiernos de Cuba y Venezuela acerca del caso de Luis Posada Carriles.
Todo esto, resumió, deja una principal lección: nuestros Cinco compañeros, prisioneros en cárceles norteamericanas, no son delincuentes; son lo que hemos dicho y seguiremos diciendo siempre: Cinco Héroes que no cometieron delito alguno, estaban cumpliendo el deber de impedir las acciones de terroristas que EE.UU. promueve.