«Maten a Sankara y miles de Sankaras van a nacer», habría dicho el líder revolucionario Thomas Sankara antes de su asesinato hace 30 años. Desde entonces su imagen, con la boina roja, persiste en camisetas, murales e incluso en los taxis, más allá de las fronteras de Burkina Faso. No hay duda de que, como […]
«Maten a Sankara y miles de Sankaras van a nacer», habría dicho el líder revolucionario Thomas Sankara antes de su asesinato hace 30 años. Desde entonces su imagen, con la boina roja, persiste en camisetas, murales e incluso en los taxis, más allá de las fronteras de Burkina Faso.
No hay duda de que, como el Che Guevara, Sankara se transformó en un símbolo, y su consigna, «La patria o la muerte», es entonada habitualmente en las manifestaciones en toda África.
Su mito traspasa las fronteras de Burkina Faso, donde su figura fue la principal fuente de inspiración para los movimientos de la sociedad civil que contribuyeron al derrocamiento de Blaise Compaoré tras 27 años en el poder.
«Lo que inspira a la juventud africana, la razón de que uno se reconozca en este personaje, es que todo lo que decía en la década de 1980, por lo que luchó, y la razón por la cual perdió la vida, sigue presente», afirmó el rapero franco-burkinabés Humanist, un artista de 31 años cuyo nombre verdadero es Patrice Taraoré.
«Es alguien que refleja los valores de esperanza para toda la juventud. Para mí, es un personaje de una dimensión universal a nivel de sus valores y de sus principios. Es alguien que atraviesa el tiempo. Está muerto pero su espíritu y sus ideales siguen ahí», agregó el artista, nacido en Francia de madre francesa y padre burkinés, que citó también su «lucha contra el imperialismo» y su «lado altermundialista».
Para el cantante, Sankara era «verdaderamente un gran humanista, con su combate por los derechos de las mujeres y su política sobre la reforma agraria».
Sus herederos omiten sin embargo el lado oscuro de su gobierno, concretamente los «Comités de Defensa de la Revolución» (CDR), encargados de vigilar a la población con mano dura.
De Togo a Venezuela
En Togo, en las recientes manifestaciones que pedían la salida del presidente Faure Gnassinbgé, en el poder desde 2005 y que es heredero de una familia que lleva 50 años al mando del país, muchos manifestantes declararon tener en Sankara una inspiración.
«Sankara es un modelo para mí, ya que era un gran luchador que quería un cambio en África (…). Nos corresponde a nosotros tomar el relevo, continuar la lucha para que África cambie. Nosotros estamos en la misma lógica en Togo con esta lucha que impulsamos por la alternancia», afirmó Yaovi Adjino, un conductor de moto-taxi.
Para Nathaniel Olympio, presidente del Partido de los Togoleses, miembro de la coalición de oposición, «Sankara despertó las conciencias».
«Entonces Sankara quería mostrar a la juventud africana, que ésta tenía un interés en tomar el mando. Él encarnó la voluntad de liberarse de una presencia demasiado fuerte del exterior en nuestros países. Esto es lo que nos moviliza a los jóvenes togoleses, ya que estamos en una lucha de liberación», añadió.
En Nigeria, todavía se recuerdan sus encuentros con el músico rebelde Fela Kuti y en Francia muchas calles llevan su nombre en varias ciudades.
Cuba patrocinó una exposición sobre las «Obras de Sankara, Castro y el Che Guevara» y en Sudáfrica el capitán burkinés es una de las figuras de referencia del Partido de los Luchadores por la Libertad Económica (EFF).
El fallecido líder venezolano Hugo Chávez lo citaba habitualmente.
«Para la generación actual, Thomas Sankara dejó como herencia el panafricanismo, la valentía frente a los imperialistas, la fe en África y la voluntad de crear un equilibrio de fuerzas entre el norte y el sur», resumió el pastor Komi Edoh, presidente del movimiento Martin Luther King en Togo.