A la luz de los asesinatos brutales de Alton Sterling, Philando Castille, Delrawn Smalls Dempsey, Alva Braziel, Joyce Quaweay, Skye Mockabee y Korryn Gaines, la anti-afrodescendencia, el patriarcado y la transfobia deben ser nombrados profundamente dentro del movimiento de Derechos Inmigrantes, ahora más que nunca. Aunque la solidaridad de parte de personas latinas no-afrodescendientes con […]
A la luz de los asesinatos brutales de Alton Sterling, Philando Castille, Delrawn Smalls Dempsey, Alva Braziel, Joyce Quaweay, Skye Mockabee y Korryn Gaines, la anti-afrodescendencia, el patriarcado y la transfobia deben ser nombrados profundamente dentro del movimiento de Derechos Inmigrantes, ahora más que nunca. Aunque la solidaridad de parte de personas latinas no-afrodescendientes con las vidas negras ha crecido y aumentado, aún hay mucho trabajo por hacer.
¿Cómo navega, la comunidad latina y el Movimiento por Derechos de Inmigrantes, la anti-afrodescendencia?
¿En primer lugar, que es la anti-afrodescendencia?
«La anti-afrodescendencia no es simplemente las acciones racistas de un hombre blanco resentido o solo una estructura de discriminación racista – la anti-afrodescendencia es el paradigma que ata a la afrodescendencia y la muerte juntas, tanto que no podemos pensar de una sin la otra».
Por otra parte, la supremacía blanca no es un sistema de opresión que funciona igual para todos. Más bien, se dirige a personas diferentemente dependiendo en cuánto capital le saca a dicha comunidad y cuánto poder y brutalidad impone sobre ellos. En pocas palabras, la diferencia entre la anti-afrodescendencia y la supremacía blanca es que la anti-afrodescendencia es la forma más penetrante, sistemática y brutal de la supremacías blanca.
Además, el autor y profesor Negro Frank B. Wilderson sostiene que la economía, la sociedad, y la «democracia» estadounidense son posibles solo manteniendo cautivos a los cuerpos Negros – históricamente a través de la esclavitud y el día de hoy a través de la industria carcelaria.
Wilderson sostiene que los inmigrantes son cómplices y se han beneficiado de la anti-afrodescendencia porque tenemos el poder de ascender la jerarquía, asimilar, y abandonar la afrodescendencia. Subconscientemente, los inmigrantes equivalen la afrodescendencia con un estatus no-humano, y consecuentemente buscan distanciarse del terror y las balas que la Afro-descendencia atrae. Nos invertimos en afirmar nuestra identidad de piel café deshumanizada como sujetos por medio de nuestro rechazo del objeto negro, no humano.
Algunos ejemplos claros de cómo hemos adoptado esto incluyen la anti-afrodescendencia que es común en nuestras propias familias y también la consigna común del Movimiento por los Derechos de los Inmigrantes usada anteriormente: «Nosotros no somos los criminales». En este ejemplo, hemos vendido a la comunidad afrodescendiente en nuestras marchas, demostraciones, entrevistas y en nuestras negociaciones y colaboración con el gobierno. Esto es solo una parte. Sin embargo, la comunidad latina va y viene entre una categoría de infrahumanos blanqueados, y por otro lado, también son relegados políticamente a las sombras indocumentadas de la Afro-descendencia. Aquí es cuando empieza nuestra negación.
Y donde se complica la situación para la comunidad inmigrante que no es negra.
Aunque somos cómplices con la anti-afrodescendencia, el ser indocumentado también pone a los inmigrantes en una posición de invisibilidad. Las personas indocumentadas no existen dentro de la sociedad civil porque pertenecen a una clase baja subterránea, a la cual también pertenece por extensión la comunidad latina con papeles. A las personas de piel café también les persigue, les aterroriza, y les subordina el mismo sistema anti-negro, capitalista, patriarcal y transfóbico al cual buscamos pertenecer. Sin embargo, esto le ocurre a la comunidad latina en un nivel distinto porque la comunidad latina tiene una relación distinta a los EE.UU. que la comunidad negra/afrodescendiente. Aunque hay paralelismo, existen claramente privilegios y diferencias por no ser negros, Afro descendientes que debemos reconocer constantemente antes de hacer llamadas generales de unidad.
Es importante enfatizar que el peso completo de la anti-afrodescendencia y la xenofobia chocan en el cuerpo negro inmigrante indocumentado. Primeramente, la comunidad indocumentada negra está sujeta a un estado perpetuo de «ghettoización»-el concepto creado por la feminista escritora Patricia Hill Collins en su artículo «Pensamiento Feminista Negro» donde explica cómo la comunidad negra ha sido segregada en «ghettos» o barrios como manera en la cual las instituciones blancas podrían mantener control político sobre ellos después de la esclavitud y también para controlar la economía.
Esta «ghettoización» causa que la sociedad que no es negra entienda a la comunidad negra como «floja», «criminal» y «violenta». Por medio de esta perspectiva, el inmigrante que no es negro se beneficia de una sociedad anti-negra que considera su cuerpo café o blanco como «trabajador» y más «confiable» que las personas negras, y automáticamente «menos violenta y floja».
Aquí es donde analizamos que las experiencias de la comunidad negra indocumentada no se puede comparar con la de otras poblaciones indocumentadas, especialmente cuando inmigrantes negros son 5 veces más propensos a ser deportados que inmigrantes que no son negros. Definitivamente, inmigrantes no negros no comparten la experiencia de ser negros o Afro descendientes. A la misma vez, compartimos a menudo el terrorismo de la supremacía blanca que originó con el secuestro, transporte forzado y la esclavitud de la gente negra y el genocidio y ocupación de las tierras de la gente Indígena.
Indudablemente, esto explica cómo la comunidad latina también sufre con el desempleo, la pobreza, el sistema de justicia criminal, el encarcelamiento masivo, la detención, la deportación, la salud y la educación. Sin embargo, los inmigrantes en general benefician de siglos de la anti-afrodescendencia y el genocidio de la gente indígena. Aunque comunidades en la diáspora comparten historias del despojo y desplazo, esto no puede ser utilizado como escusa para deshumanizar la comunidad negra y perpetuar el acto de borrar los orígenes anti-negros del imperio, capitalismo y ciudadanía estadounidense.
Es solo cuestión de tiempo y trabajo antes que el movimiento de Derechos Inmigrantes acepte esto y vea al terrorismo policial también como un asunto latino. Esto requerirá que abandonemos la narrativa del «buen inmigrante» la cual conduce a fantasías que los papeles otorgaran a la comunidad latina la liberación. Este es un paso hacia deshacernos de la criminalidad como un tabú al cual debemos evitar y rechazar para poder practicar la solidaridad transformativa con las vidas negras.
Los siguientes 9 puntos son críticos para la consideración y exploración de los latinos que no son afrodescendientes:
1. Las entidades policiales tienen orígenes racistas por naturaleza y no pueden ser reformados con cámaras de panel o corporales, supervisión del departamento de justicia, responsabilidad policiaca, ciudadanía o alivio migratorio. La policía, ICE, el departamento de seguridad nacional, y la patrulla fronteriza deben ser privados de fondos, desmilitarizados, y desmantelados totalmente.
2. La liberación latina, trans, y queer no será posible mientras la anti-afrodescendencia siga como paradigma y la gente negro/afro descendiente siga siendo asesinada en sangre fría por la policía.
3. Debemos levantarnos en solidaridad con nuestros hermanos negros/afrodescendientes y inmigrantes indocumentados negros y aceptar nuestra cercanía a la Afro-descendencia y reconocer que el terrorismo policial es un asunto que también impacta a los latinos y a nuestras familias directamente. A la misma vez, debemos reconocer nuestras diferencias y privilegio como no-negros/afrodescendientes y no reclamar o apropiarnos de la lucha Negra que no nos pertenece.
4. Es importante desarrollar un análisis político que identifica la anti-afrodescendencia, la supremacía blanca, el capitalismo, el patriarcado, la transfobia, el estado policíaco, la encarcelación masiva, fronteras, la ciudadanía y el imperialismo como sistemas que tienen que ser abolidos.
5. Debemos de organizar como clase obrera no alrededor de nuestras identidades, mientras a la misma vez con el entendimiento de que al deshumanizar a la comunidad negra causa que no lleguemos a tener liberación para todas. Tenemos que ser inclusivos de las experiencias, liderazgo y demandas indocunegras y expandir como movimiento la narrativa de quién es inmigrante para incluir, centrar y enfatizar las identidades y análisis político de las comunidades indocunegras, indocuasiáticas, indocutrans/»queer» e indocufemeninas.
6. Cuando muere la gente latina y gente indígena que no es negra, hay que levantar sus nombres y sus historias sin compararlas a las muertes negras y sin expresar resentimiento sobre la falta de atención que reciben de los medios. No hay que comparar las muertes al costo o sobre las espaldas de la comunidad negra/afrodescendiente. No estamos en las olimpiadas de opresión.
7. Hay que solo usar #BlackLivesMatter o #LasVidasNegrasImportan y no cambiarlo y convertirlo en un hashtag acerca de vidas latinas o cafés porque eso es un ejemplo de la apropiación y de hacer que el asunto se trate más acerca de nosotros.
8. Debemos hacer presencia, crear relaciones y estar en coalición con nuestras organizaciones locales dirigidas por gente negra/afrodescendiente como parte del Movimiento por las Vidas Negras y ayudar y seguir su liderazgo.
9. Debemos responder, alzar la voz y organizarnos cada vez que una persona indocumentada negra, afroamericana, latino, trans, o queer en nuestra comunidad sea asesinada por la policía. Fundamentalmente, la gente latina también es asesinada por la policía porque a este sistema no le importan las vidas negras. Entonces nuestra cercanía a la afrodescendencia, combinada con la xenofobia anti-inmigrante, atrae balas. Esencialmente, no importan todas las vidas hasta que las vidas negras realmente importen. Nos pasa a nosotros porque les pasa a ellos.
Como la premiada poeta dominicana afrodescendiente compartió en Instagram, «Para aquellos que no creen que no creen que por medio de su silencio no son cómplices. Para aquellos que pueden pasar en esta sociedad y no creen que estos asuntos nos afectan porque vivimos bajo la apariencia de ser: Latino, Hispano, de piel blanca, Trigueno, Indio, mestizo, o cualquier otro término que no significa mierda porque también vendrán por nosotros».
Ni que decir, desde el 4 de julio, por lo menos 8 latinos han sido asesinados por policías. Estos son sus nombres: Pedro Erick Villanueva, Anthony Nuñez, Scott Ramírez, Melissa Ventura, Raúl Saavedra-Vargas, Vinson Ramos, Fermín Vincent Valenzuela y Javier García Gaona. Como Movimiento de Derechos Inmigrantes: Debemos constantemente lamentar las muertes de y levantar e inmortalizar a nuestros hermanos negros/afrodescendientes que desproporcionadamente son asesinados por la policía a lado de los nombres de los latinos y familia quienes también son ejecutados por la policía. No pueden morir en el anonimato. Necesitan vigilias, protestas, declaraciones, hashtags, pero más que nada, necesitan nuestra indignación y coraje colectivos.
Abandonar la anti-afrodescendencia significa aceptar nuestra propia cercanía política a aspectos menores de la negritud. Esto no significa que nos apropiamos de la lucha Negra, por que no nos pertenece, sino en vez, llegamos a reconocer las diferencias y similitudes enraizadas en la anti-afrodescendencia y la supremacía blanca. Esto es un requisito al trabajo de solidaridad real con las comunidades afroamericanas, inmigrantes negras indocumentadas y afrolatinos.
Para concluir, mientras exista la anti-afrodescendencia, estructuralmente y a nivel interpersonal, y la gente negra sea blanco del asesinato, los latinos nunca jamás serán libres. Más allá del trabajo de solidaridad con comunidades negras, los latinos que no son negras/afrodescendientes deben verse implicados colectivamente en erradicar la anti-afrodescendencia. Debemos aprender de y seguir la valentía y las intervenciones del movimiento Por las Vidas Negras.
Los latinos deben lanzarse con nuestros hermanos indocumentadas negras, afroamericanas, indígenas, trans, queer, musulmanes y asiáticas. Debemos cambiar nuestro análisis y nuestra consciencia para así darle nacimiento a una nueva realidad- nuestros propios sueños y visión en términos nuestros.
#LasVidasNegrasImportan #NiUnaMas #IdleNoMore #NoMasFondosaPolicia #DesmantelaraICE
Traducción: José Eduardo y Raúl Alcaraz-Ochoa