Marruecos ha exigido la salida de 84 empleados de la ONU de su misión en el Sahara Occidental, y ha pedido que se produzca en tres días, como consecuencia de que Ban Ki-Moon hablase de «ocupación». El Frente Polisario ha advertido que en caso de que la ONU ponga fin a su misión en la […]
Marruecos ha exigido la salida de 84 empleados de la ONU de su misión en el Sahara Occidental, y ha pedido que se produzca en tres días, como consecuencia de que Ban Ki-Moon hablase de «ocupación». El Frente Polisario ha advertido que en caso de que la ONU ponga fin a su misión en la zona «es una invitación a la guerra».
El Gobierno de Marruecos ha endurecido su pulso con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exigiendo la salida en un plazo de tres días de numerosos funcionarios internacionales de su misión en el Sáhara Occidental. En total, las autoridades marroquíes han solicitado la marcha de 84 empleados de esa operación (Minurso) y de la Unión Africana, una acción que se suma a la congelación de los alrededor de 3 millones de dólares que Rabat facilita anualmente a ese operativo.
Las medidas, según la ONU, afectarán «seriamente» al desarrollo de las operaciones de Minurso y tendrán un «efecto negativo» en el mandato que ha recibido la misión. Así lo dijo el portavoz de Ban, Stéphane Dujarric, que ha asegurado que con estas reducciones en las funciones de la misión, su mandato «no se hace sostenible» y sus operaciones se vuelven «muy difíciles».
En una conferencia de prensa en Nueva York, el ministro marroquí de Exteriores, Salahedín Mezuar, ha señalado que esas dos medidas son «irrevocables» y ha adelantado que el Gobierno mantiene en estudio «otras decisiones», que dependerán de «cómo los miembros del Consejo de Seguridad traten esta cuestión».
Precisamente, el máximo órgano de decisión de la ONU ha abordado la crisis por primera vez, en una reunión de urgencia solicitada por la Secretaría General, para dar su versión de los hechos y su análisis de la situación. «Vamos a trabajar en esto, como miembros individuales. Yo como, como presidente del Consejo, voy a contactar con las autoridades marroquíes para asegurar que vemos una situación que evolucione de forma positiva», ha señalado el embajador angoleño, Ismael Abraão Gaspar Martins, que este mes ocupa la Presidencia de turno.
Mientras tanto, el representante del Frente Polisario ante la ONU, Ahmed Bujari, ha advertido del peligro de que se reanuden las hostilidades armadas si se pone fin a la misión de la ONU en la zona. «Si hay un vacío, es una invitación a la guerra», ha afirmado Bujari en declaraciones a los periodistas, subrayando que las últimas medidas marroquíes buscan precisamente acabar con esa operación.
El ministro de Exteriores marroquí aseguró que durante su reciente viaje al Sáhara Occidental, el diplomático de la ONU fue más allá de los «parámetros» fijados por el Consejo de Seguridad, por ejemplo al utilizar la palabra «ocupación». También criticó que Ban supuestamente se inclinara ante una bandera saharaui y que se reuniera con representantes del Frente Polisario en una zona de «tierra de nadie» entre Marruecos y Argelia, pese a que anteriormente, según dijo, se había comprometido a no hacerlo.