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Contienda electoral en EE.UU.: Un insulto a la inteligencia humana

Fuentes: Rebelión

La banalidad y las mezquindades que afloran en los debates presidenciales entre los candidatos Donald Trump y Hillary Clinton, de cara a las cercanas elecciones en Estados Unidos, constituyen verdaderos insultos a la inteligencia humana. Los aspirantes a la Casa Blanca se ofenden y agreden una y otra vez en los «combates» televisivos que escenifican, […]

La banalidad y las mezquindades que afloran en los debates presidenciales entre los candidatos Donald Trump y Hillary Clinton, de cara a las cercanas elecciones en Estados Unidos, constituyen verdaderos insultos a la inteligencia humana.

Los aspirantes a la Casa Blanca se ofenden y agreden una y otra vez en los «combates» televisivos que escenifican, en los cuales evaden los graves problemas que padecen la mayoría de los ciudadanos norteamericanos, y por el contrario abordan asuntos personales y triviales que nada aportan al futuro de su país.

La vulgaridad y la chabacanería se imponen en los enfrentamientos entre Trump y Clinton, convirtiendo la campaña previa a la consulta electoral en un show mediático dirigido a entontar a sus compatriotas, y también a no pocos en el mundo que repiten sus gansadas en los medios de comunicación internacionales.

Esos dos «políticos», ambos ya bien maduros de edad pero escasos en sus juicios y sensatez, deberían tener algo de vergüenza y ética, al menos aparente, porque uno de los dos será el futuro mandatario del imperio del norte.

A juzgar por los temas banales que tratan en la belicosa contienda que protagonizan, es muy preocupante para la humanidad que en Trump o Clinton recaiga la responsabilidad de dirigir los destinos del país que más armas de destrucción masiva posee, y el «campeón» en hacer guerras y de la muerte.

Claro está que la palabra paz no ha sido mencionada en los altercados entre ambos candidatos, ni tampoco temas de interés universales como el cambio climático que daña al planeta tierra, la pobreza y las violaciones flagrantes de los derechos humanos, entre otros.

Por cierto, ninguno de los dos postulantes viajó a las zonas afectadas por el huracán Matthew que azotó recientemente a Estados Unidos, y que ha causado la muerte a más de una veintena de personas, y miles de damnificados.

Trump y Clinton fueron informados del paso de Matthew por territorio norteamericano por el saliente gobierno del presidente Barack Obama, quien tampoco se ha portado por las zonas de desastres, e incluso suspendió una visita que tenía programada a la sureña Florida.

Sin embargo, los actuales disputantes por el asiento presidencial de Washington, al igual que ha hecho Obama y lo hicieron antes sus predecesores, se vanaglorian de ser los mayores «defensores» de los derechos humanos y de la democracia.

Precisamente en los show mediáticos electoreros se esmeran en engañar con repetidas palabras y frases frívolas a sus conciudadanos y los de todo nuestro el planeta, insultando sin escrúpulo alguno la inteligencia humana.

Trump y Clinton han impuesto un nuevo record al respecto, lo que evidencia que el cinismo, la mediocridad y hasta la locura son hoy más que nunca «virtudes» para ascender al «trono» en Estados Unidos.

Con el respeto que merecen reconocidos analistas y expertos, en los venideros comicios norteamericanos no cabe la fórmula del mal menor, porque los dos contrincantes son sin duda males mayores, con solo diferencias en matices y el sexo.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.