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La crisis ética y moral de los estadounidenses y la lucha de clases en Estados Unidos

Fuentes: Novas Pensatas

Traducido del portugués para Rebelión por Catherine M. Bryan


Caro lector,

Usted me pregunta si he realizado un análisis reciente sobre las últimas y alarmantes noticias dentro de los Estados Unidos de América: sobre las actuales masacres humanas, sobre la crisis de las drogas y los opioides, sobre las recientes denuncias de violación y abuso sexual contra los jóvenes (mujeres y hombres) estadounidenses por parte de individuos ricos y poderosos ligados a Hollywood, al gobierno estadounidense y a los medios corporativos, y cuál es la relación entre todos estos fenómenos y el aumento de la enfermedad mental conocida por el nombre de  Trastorno por estrés postraumático (TEPT) y su conexión con la lucha de clases en Estados Unidos.

El Trastorno por estrés postraumático (TEPT) se asocia con una multiplicidad de eventos traumáticos de varios tipos, principalmente con las tragedias y catástrofes provocadas por la mano y obra de los seres humanos y las tragedias y catástrofes provocadas por los fenómenos naturales.

Entre las tragedias y catástrofes provocadas por la mano y obra de los seres humanos se encuentran las guerras, los asesinatos, las torturas, el terrorismo, los secuestros, las agresiones físicas violentas, las diversas formas de abuso sexual y las diferentes formas de abuso psicológico o emocional como el acoso laboral (mobbing) y el acoso escolar (bullying). Volveremos a las tragedias y catástrofes provocadas por los seres humanos un poco más adelante.

En este momento, quisiera mencionar que entre las catástrofes naturales se encuentran los terremotos, los tsunamis, los huracanes, las erupciones volcánicas, los deslizamientos de tierra, las inundaciones, etc. Como muchos ya saben, las más célebres catástrofes naturales que se abatieron recientemente sobre Estados Unidos, fueron el huracán Katrina, el huracán Irma y el huracán María.

El huracán Katrina del mes de agosto de 2005, fue un ciclón tropical extremadamente destructivo y mortal que fue uno de los desastres naturales más caros y uno de los cinco huracanes más mortíferos en la historia de los Estados Unidos, pero la administración republicana de George W. Bush [supremacista, racista , militarista y notable defensor de los intereses de la capa más rica y más poderosa del país (menos del 1% de los estadounidenses)] hizo muy poco o casi nada para defender parte de la población de aquella área destruida que era predominantemente poblada por afroamericanos, gente pobre y discriminada. En su lugar, George W. Bush prefirió continuar financiando las guerras contra Irak y Afganistán, para destruir la infraestructura y la población civil de aquellas naciones invadidas y torturadas por las tropas de EEUU.

El terrible huracán Irma de agosto de 2017, causó daños generalizados y catastróficos a lo largo de su recorrido, particularmente en las partes del noreste del Caribe y en los Cayos de la Florida, pero la administración del actual presidente Donald Trump [supremacista, racista, militarista y notable defensora de los intereses de la capa más rica y más poderosa del país (menos del 1% de los estadounidenses)] también hizo muy poco para ayudar a la población pobre víctima de aquel desastre ‘natural’.

El asombroso huracán María de septiembre de 2017, que clasificó dentro de la categoría 5, alcanzó la isla de Puerto Rico causando daños devastadores en vidas humanas y en bienes materiales para la población de la isla (por ejemplo, la red eléctrica de la isla fue casi completamente destruida, y la reparación llevará meses para completar, provocando la mayor caída de energía en la historia estadounidense).

A pesar de los resultados catastróficos y trágicos para la población de su neo-colonia puertorriqueña, el gobierno del presidente Donald Trump se negó a ayudar debidamente (financiera y materialmente) a la población predominantemente latinoamericana -pero también oficialmente estadounidense- de la isla. En su lugar, Donald Trump prefirió aumentar el presupuesto militar para continuar financiando las guerras contra la población del Oriente Medio y para continuar sus amenazas de desencadenar la tercera guerra nuclear contra Corea del Norte.

Entre las tragedias y catástrofes recientes provocadas por la mano y obra de ciudadanos estadounidenses, dentro de EEUU, se encuentran el asesinato masivo en la discoteca de Orlando, en el estado de Florida, en 2016, y el exterminio en la ciudad de Las Vegas, en el estado de Nevada, en 2017.

El asesinato en masa en la discoteca de Orlando, que tuvo lugar el 12 de junio de 2016, fue realizado por Omar Mateen, un guardián de seguridad de 29 años, que mató a 49 personas e hirió a otras 58 personas en un ataque escalofriante dentro de la discoteca Pulse, un club gay que celebraba una «Noche latina» y, por lo tanto, la mayoría de las víctimas eran latinas. Es el incidente más mortal de violencia contra los pueblos LGBTQ en la historia de los Estados Unidos. En la época, fue considerado el tiroteo más mortal por un único tirador en Estados Unidos, siendo superado apenas al año siguiente por el de Las Vegas.

El asesinato masivo en la ciudad de Las Vegas, sucedido en la noche del 1 de octubre de 2017, fue realizado por Stephen Paddock de 64 años, un tirador que abrió fuego contra una multitud de 22 mil espectadores en el festival de música «Route 91 Harvest» en el Las Vegas Strip, dejando 58 muertos y 546 heridas. En esa noche, Stephen Paddock disparó cientos de balas desde su suite en el piso 32 del vecino Mandalay Bay Hotel. Este asesinato masivo fue el más mortal cometido por un individuo en Estados Unidos.

Los asesinatos y tragedias masivas en la discoteca de Orlando y en la ciudad de Las Vegas reactivaron el debate sobre las leyes de armas en EEUU, pero como siempre, hasta hoy, desafortunadamente para los familiares de las víctimas y la mayoría de la población, no apareció por parte de la presidencia, del senado, de la cámara de representantes de este país, ninguna respuesta legalmente apropiada y satisfactoria para tratar de invalidar la propiedad individual y privada de millones de armas mortíferas que se utilizan diariamente contra la población estadounidense.

En cuanto a la crisis de las drogas y los opioides, recientemente, el 26 de octubre de 2017, el presidente Donald Trump acordó el informe de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), uno de los principales institutos nacionales de salud pública de Estados Unidos, y declaró la crisis de opioides como una «emergencia de salud pública» en el país. Ya hace tiempo que importantes sociólogos, psicólogos, y médicos, analistas de salud pública de EEUU, van denunciando las políticas del gobierno y de las instituciones médicas estadounidenses promotoras de las compañías farmacéuticas de EEUU.

El notable sociólogo y profesor estadounidense, James Petras, recientemente denunció la política racista del ex presidente Barack Obama contra los afroamericanos, pues ellos, cuando eran acusados ​​de delitos no violentos relacionados con el uso de drogas (traficantes y consumidores) fueron encarcelados a un ritmo mucho mayor que los de los blancos, mientras que las gigantescas, poderosas, ricas élites farmacéuticas y los médicos que prescriben los narcóticos que estimulan la adicción a los opioides, obtuvieron beneficios (ganancias económicas) cada vez mayores, con la completa impunidad en el gobierno Obama (1).

Recientemente, Democracy Now! nos informó que «el presidente Trump anunció que está dirigiendo el Departamento de Salud y Servicios Humanos para declarar la ‘crisis de los opioides’ como una emergencia de salud pública, cambiando sus planes, anunciado en agosto, de declarar la ‘crisis de los opioides’ como algo mucho más serio, como una ‘emergencia nacional’. Este cambio significa que el gobierno federal no dirigirá, a partir de ahora, nuevos fondos federales para enfrentar la crisis de los opiáceos, que ya mató a 64 mil estadounidenses el año pasado»(2). Y una vez más, el lector puede constatar que el presidente actual de EEUU (como el anterior) no es capaz de comprender la principal contradicción del sistema capitalista: sacrificar el sistema de salud pública estadounidense con el objetivo de continuar produciendo una gigantesca masa de ganancias financieras para las empresas farmacéuticas que producen opiáceos.

En cuanto a las denuncias de acoso, abuso y violación sexual de jóvenes estadounidenses (mujeres y hombres) por parte de individuos pertenecientes a la clase social de los ricos y poderosos en la sociedad estadounidense, sería relativamente fácil hacer una lista abreviada de algunos casos recientes, registrando el nombre de las celebridades acusadas en estas denuncias. Comenzando por Harvey Weinstein (el productor de películas y series de televisión cuyo poder y buenos contactos dentro y fuera de Hollywood, contaba con el apoyo de aliados poderosos pues donaba grandes sumas de dinero a políticos del Partido Demócrata, tales como Barack Obama y Hillary Clinton). Gracias a esas credenciales «progresistas», Harvey Weinstein consiguió contratar a la abogada Lisa Bloom, conocida por su actividad a favor de los derechos de las mujeres.

Entre los otros artistas de Hollywood, de la industria cinematográfica y discográfica (de hoy y de ayer) acusados de acoso sexual, se encuentran Kevin Spacey, Bill Cosby, Al Franken (ahora es político también), Michael Jackson, Roman Polanski, Dustin Hoffman y otros.

Entre los políticos destacados se encuentran los ex presidentes George Bush (el padre) y Bill Clinton, el senador del estado de Alabama, Roy Moore (acusado por nueve mujeres de abusar sexualmente de ellas cuando eran menores de edad). Entre las grandes figuras de los medios corporativos estadounidenses se encuentran el ex ejecutivo de Fox News Channel, Roger Ailes, los periodista-presentadores Charlie Rose, Bill O’Reilly, Matt Lauer y otros. Los casos de acoso, abuso y violación sexual también han sido denunciados en casi todos los espacios de poder de innumerables instituciones estadounidenses, principalmente entre los miembros de la iglesia católica de Boston y las fuerzas armadas de EEUU (3).

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Así, las recientes denuncias de acoso, abuso y violación sexual de jóvenes por parte de individuos pertenecientes a la clase social de los ricos y poderosos en la sociedad estadounidense están relacionadas predominantemente con la crisis y con la decadencia de los valores éticos y morales dentro de la sociedad capitalista patriarcal de los Estados Unidos y se manifiesta por todos los niveles socioeconómicos y culturales siendo mejor observado a través de la relación entre la lucha de clases y el abuso del poder ejercido por la elite estadounidense dominante sobre los individuos de las clases subalternas.

Por último, quisiera volver a referirme a las tragedias y las catástrofes provocadas por la mano y obra de los seres humanos donde podemos encontrar las guerras, los asesinatos, las torturas y el terrorismo provocados por el gobierno de los Estados Unidos y sus aliados occidentales (4). Desde el punto de vista de las tragedias provocadas por la obra de los seres humanos, ningún país moderno ha provocado mayor número de tragedias asociadas a la guerra, la tortura, el asesinato y los secuestros provocados por el terrorismo occidental en la historia humana como la provocada por Estados Unidos.

En el artículo «Natural and Manmade Disasters and Mental Health» («Desastres naturales y humanos y la salud mental»), los autores Satcher, Friel y Bell nos muestran, a través de una gran riqueza de datos, una descripción y una evaluación equilibrada de los factores que causan crisis, traumatismos y trastornos por estrés postraumático (TEPT), incluyendo los desastres naturales y los desastres creados por seres humanos. Entre los desastres causados ​​por los seres humanos, una de las causas más notables de los traumatismos psíquicos es la violencia causada por guerras constantes siendo éste el peor factor en la producción de TEPT. La violencia de las guerras (creadas por el gobierno de Estados Unidos y sus fuerzas militares) contra otras naciones y contra los seres humanos son el factor principal que provoca el aumento de la violencia, del trauma y de las crisis fuera y dentro de la sociedad de Estados Unidos. Los autores también muestran que el TEPT ha sido particularmente alto en las áreas que sufrieron bajas y desplazamientos masivos. Los autores afirmaron que «tras años de sanciones económicas y dos guerras, unos 5 millones de iraquíes pasaron a sufrir» síntomas psicológicos significativos «y al menos 300.000 personas relataron tener ‘condiciones graves’ de salud mental» (5).

Históricamente, uno de los eventos que más contribuyó a aumentar el foco estadounidense en las crisis y los desastres (en el área de la enfermedad mental y TEPT) fue el tremendo desastre causado por la participación y derrota de EEUU en la guerra de Vietnam. Desde la guerra de Vietnam, los desastres causados ​​por seres humanos han aumentado en una proporción gigantesca y la principal fuerza que provoca estos grandes traumas humanos sigue siendo las guerras interminables y el bombardeo de otros seres humanos por las súper potencias internacionales lideradas por EEUU.

Desde las bombas atómicas estadounidenses que destruyeron las ciudades y exterminaron a la población de Hiroshima y Nagasaki, el gobierno de Estados Unidos y el complejo industrial-militar han sido la principal causa de las catástrofes y de las tragedias en el planeta Tierra. A lo largo del período en que he vivido en Estados Unidos, asistí al bombardeo estadounidense en la primera guerra del Golfo de la administración Bush (el padre), al bombardeo de la administración Clinton sobre Europa, al bombardeo del pueblo iraquí durante la guerra de Irak, al bombardeo del pueblo afgano durante la guerra de Afganistán, iniciada por George W. Bush (hijo) y luego continuada por la Administración Obama con su Guerra de Drones (6) contra los pueblos de África y el Oriente Medio (Libia, Siria) cuyo resultado más notable es la interminable producción de millones de refugiados que circulan por Asia, África y Europa.

El presidente de Estados Unidos, el millonario Donald Trump nos está amenazando con comenzar una nueva guerra (una guerra nuclear) contra Corea del Norte: la tercera y última guerra donde no habrá vencedores ni vencidos para contar la historia de la barbarie capitalista imperialista: la historia de la ascensión, la caída y el exterminio de la civilización occidental y cristiana de nuestro planeta.

NOTAS:

1) La entrevista del profesor James Petras «Obama tiene el récord de expulsión de inmigrantes en toda la Historia de EE.UU.»:

http://www.globalresearch.ca/obama-tiene-el-record-de-expulsion-de-inmigrantes-en-toda-la-historia-de-ee-uu/5563686  

2) Democracy Now! (Oct 27, 2017). «Trump Declares Opioids a Public Health Emergency But Dedicates No New Funds to Crisis»:

https://www.democracynow.org/2017/10/27/headlines/trump_declares_opioids_a_public_health_emergency_but_dedicates_no_new_funds_to_crisis

3) Newsweek (Nov 17, 2017) » How Common Is Sexual Assault in the U.S. Military? The Pentagon Just Released New Data»:

http://www.newsweek.com/how-common-sexual-assault-us-military-pentagon-just-released-new-data-715792

4) Chomsky, Noam and Vitchek, A. (2013). On Western Terrorism: From Hiroshima to DroneWarfare. London: Pluto Press.

5) Satcher, D., Friel, S., & Bell, R. (2007). Natural and Manmade Disasters and Mental health. JAMA: The Journal of the American Medical Association, 298(21), 2540-2542.

6) Ver nota 4.

 

Fuente: http://novaspensatas.blogspot.com/2017/11/pensatas-de-domingo-crise-etica-e-moral_26.html

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción