En Túnez, un importante lugar de producción de bajos salarios para la industria alemana, continúan las manifestaciones contra la ley de finanzas 2018 que provoca un drástico aumento del costo de la vida. La ley fue impuesta al país por el FMI para luchar contra las consecuencias de una crisis estructural. En su origen, la […]
En Túnez, un importante lugar de producción de bajos salarios para la industria alemana, continúan las manifestaciones contra la ley de finanzas 2018 que provoca un drástico aumento del costo de la vida. La ley fue impuesta al país por el FMI para luchar contra las consecuencias de una crisis estructural. En su origen, la República Federal alemana está involucrada en las causas de esta crisis: las empresas alemanas y el gobierno federal contribuyeron a orientar a Túnez de manera unilateral a un número limitado de sectores de exportación -especialmente la producción textil y de cables- que no dan al país verdaderas oportunidades de desarrollo. Al mismo tiempo, la fuerte dependencia respecto a las empresas extranjeras obligó a Túnez a conceder a los inversionistas extranjeros ventajas fiscales que precipitaron el país en el endeudamiento. El año pasado Túnez tuvo que pagar una quinta parte de su presupuesto para el servicio de la deuda a sus acreedores extranjeros, según un estudio de la Fundación Rosa Luxemburg (Partido de izquierda alemán). En el marco del «Compact with Africa» (Pacto con África) del G20, Berlín sigue tratando a Túnez de acuerdo con los intereses de los inversores alemanes.
Manifestación en Tebourba (a 30 km de Túnez) 9 de enero de 2018 después del funeral de un hombre de 43 años, Khomsi Yafreni, asesinado el día anterior durante una manifestación. Foto FETHI BELAID / AFP
En Túnez, las protestas continúan contra la nueva ley de finanzas, que entró en vigor a principios del año bajo la presión del Fondo Monetario Internacional (FMI). La ley tiene como objetivo contribuir a aumentar los ingresos del Estado con el fin de reducir el endeudamiento significativo del país, que aumentó considerablemente en los últimos tiempos. La economía tunecina se derrumbó estos últimos años, principalmente porque las inversiones extranjeras y el turismo disminuyeron a raíz de varios ataques terroristas yihadistas. La ley de finanzas hace ahora oscilar la carga, con la reducción de las subvenciones y los aumentos de IVA, sobre la población que debe pagar más caro, entre otras cosas por la gasolina, la comida y los medicamentos [1]. Violentas manifestaciones estallaron la semana pasada y el ejército y la policía respondieron con brutalidad. Más de 800 personas fueron detenidas y un manifestante fue asesinado. El domingo pasado, las manifestaciones contra la ley de finanzas continuaban.
Un segmento de los enlaces económicos europeos
Sin embargo, las causas reales de la crisis actual en Túnez no se deben solamente al reciente colapso de la economía; son más profundas y tienen raíces estructurales. Eso fue descrito recientemente por un análisis publicado por la Fundación Rosa Luxemburg (Partido de izquierda alemán). Como lo confirma el análisis, la economía ha sido durante las últimas décadas «debido a una estrategia de integración como eslabones en las cadenas económicas mundiales» orientada «unilateralmente hacia unos pocos sectores de exportación…». Se trata en este caso de sectores como la «industria textil» y de los «equipos mecánicos y eléctricos», que están «claramente dominados por las empresas europeas». [2] De hecho, las empresas alemanas juegan un papel preponderante en este sentido. Alrededor de 250 empresas de la República Federal invirtieron más de 350 millones de euros en el país; el fabricante de cables de Núremberg Leoni es, actualmente según sus propios datos, el mayor empleador del país; Entre los otros productores de cables (Dräxlmaier, Kromberg & Schubert) son especialmente las empresas textiles (Van Laack, Rieker), el fabricante de animales en felpa Steiff y varias empresas de electrónica (Marquardt, Mentor, Wisi) que están presentes en Túnez. Como lo señala la Fundación Luxemburg, la inversión extranjera creó «una estructura económica basada en la especialización en industrias de escaso valor agregado». Además los inversionistas extranjeros «buscan la maximización del beneficio por la reducción de los costos». Los beneficios se transfieren regularmente – y probablemente no siempre legalmente – de Túnez hacia las sedes centrales de las empresas. Los inversionistas no suscitan ningún desarrollo económico adicional.
Además, según el análisis, Túnez, bajo la presión de la competencia de los sitios de implantación, busca atraer o mantener a los inversionistas extranjeros por el dumpin fiscal [3]. De hecho, la agencia económica pública alemana Germany Trade &Invest (GTAI) señala: «Los inversionistas pueden beneficiarse de las bajas tasas impositivas en Túnez». Además en caso de «inversiones en capacitación de los jóvenes» o en «el aumento del valor agregado» o en la «capacidad de exportación», los inversionistas a menudo pueden obtener «grandes subsidios». [4]. Esto, indica el análisis de la Fundación Luxemburg, condujo a una disminución de los ingresos públicos y «a un deterioro de las condiciones de vida socioeconómicas de la población.»[5] Además, por lo tanto, existe un «endeudamiento»: La competencia de los sitios de implantación y la falta de oportunidades de un desarrollo propio en las cadenas globales de valor agregado, llevaron a Túnez estructuralmente a la deuda. Ahora se autonomizó, explica el análisis. Así «1,7 mil millones de dólares de un préstamo de 2,9 mil millones» que el país contractó en el marco de una medida del FMI en 2016, tuvieron que gastarse «para reembolsar un antiguo crédito standby del FMI». Además en 2017, Túnez se vio obligado a dedicar «una quinta parte del presupuesto… para reembolsar a los acreedores extranjeros». Bajo estas condiciones, un desarrollo próspero en realidad es imposible de lograr.
Promoción de la inversión
Las empresas alemanas han estado utilizando Túnez desde hace décadas como un sitio de bajo costo- Leoni, por ejemplo, desde 1977 – y han contribuido de manera decisiva a fijar la actual posición económica de Túnez. El gobierno federal siempre ha apoyado sus actividades en el país; por lo tanto, acordó un «partenariado para la transformación » con Túnez un año después del derrocamiento del presidente Ben Ali a principios de 2011. Este acuerdo otorga a las empresas alemanas numerosas ventajas lucrativas [6]. Su más reciente etapa: el año pasado, Berlín y Túnez anunciaron que seguirían promoviendo las condiciones marcos de la inversión extranjera en Túnez con el rótulo de «Pacto con África» del G20. La comunidad empresarial alemana desde hace tiempo se queja de que «la aplicación de leyes para mejorar la situación de la plaza económica [Túnez] se está quedando atrás». En el «Pacto» en primer lugar ahora se enfatizan las reformas del sector financiero y bancario. [9]
Armas para Túnez
Mientras siguen las protestas de la población, Túnez puede también puede contar con las armas alemanas para silenciarlas. El año pasado, por ejemplo, el gobierno federal aumentó las licencias de exportación de equipos militares a Túnez a más de 58 millones de euros. Por ejemplo, se autorizó la entrega de doce fusiles automáticos de los armeros alemanes Heckler y Koch.
Además las autoridades alemanas organizaron numerosos cursos de formación para policías tunecinos, que se supone deben intensificar el control de las fronteras, pero que, en algunos casos, también son útiles a otros fines. El Gobierno federal anunció planes para entrenar a la policía tunecina en el futuro. [10]
Nota de la traductora:
*Dumpin fiscal: del inglés dumping (rebaja, competencia desleal), política que consiste en proponer impuestos muy bajos para atraer a empresas extranjeras.
Notas del autor:
[1] Sandra Louven: Der Preis der Freiheit. handelsblatt.com 12.01.2018.
[2], [3] Maha ben Gadha, Peter Schäfer: Auslandsverschuldung lähmt Tunesien. Migration, Entwicklungshilfe und der Handlungsdruck der Bundesregierung. Berlin, März 2017.
[4] Fausi Najjar: Deutsche Investoren im Maghreb zum Teil unterrepräsentiert. gtai.de 12.01.2018.
[5] Maha benGadha, Peter Schäfer: Auslandsverschuldung lähmt Tunesien. Migration, Entwicklungshilfe und der Handlungsdruck der Bundesregierung. Berlin, März 2017.
[6] S. dazu Profite sichern und Zum Wohle des tunesischen Volkes (II).
[7] S. dazu Einflusskampf um Afrika.
[8] Fausi Najjar: Deutsche Investoren im Maghreb zum Teil unterrepräsentiert. gtai.de 12.01.2018.
[9] Antwort der Bundesregierung auf die Kleine Anfrage der Abgeordneten NiemaMovassat, Annette Groth, Heike Hänsel, Andrej Hunko und der Fraktion Die Linke. Deutscher Bundestag, Drucksache 18/13697, 23.10.2017.
[10] Antwort der Bundesregierung auf die Kleine Anfrage der Abgeordneten Sevim Dağdelen, Christine Buchholz, Heike Hänsel, weiterer Abgeordneter und der Fraktion Die Linke. Deutscher Bundestag, Drucksache 19/333, 28.12.2017.
Texto original en alemán: https://www.german-foreign-policy.com/news/detail/7500/
Traducido por María Piedad Ossaba
Fuente: http://www.tlaxcala-int.org/article.asp?reference=22511