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¿Desafío a la democracia en la Región de los Grandes Lagos?

Fuentes: Pambazuka News

Traducido del inglés para rebelión por Beatriz Morales Bastos

A pesar de que la región de los Grandes Lagos es una de las más ricas de África en recursos naturales, se dice que alberga a algunos de los regímenes menos democráticos del continente. La mayoría de los palacios presidenciales parecen haberse convertido en residencias privadas en las que se tiene que derramar sangre si algunos «extraños» muestran indicios de «traspasar» su perímetro. En esta zona es un asunto verdaderamente grave: las mayorías no tienen poder para decidir a quién quieren y a quién no quieren. Solo determinados individuos de algunas de las «bandas habituales» pueden llevar la voz cantante.

Estas personas y sus grupos se consideran a sí mismos profesionales que inventaron el juego; no conocen la derrota y no pueden aceptarla.

Al parecer esta región es el lugar más peligroso para estar en el equipo que no dirige el Estado. Puede que en otras partes del continente sea toda una lucha, pero aquí el peligro está ampliamente garantizado. Si se pregunta a Kizza Besigye, el principal oponente político del presidente de Uganda, Yoweri Museveni, puede que diga cuánto tiempo tuvo que pasar con su familia cuando «trabajaba hombro con hombro» con su antiguo jefe y paciente hasta que decidió convertirse en su oponente, un paso que tenía un precio: los frecuentes confinamientos. Probablemente ha llevado esposas en las muñecas muchas más veces de las que ha llevado el reloj.

Museveni ha sido presidente de Uganda durante tres décadas, desde 1986, y no tiene intención de jubilarse. De hecho, está enmendando la constitución para que se amolde a su deseo de llevarse la presidencia a la tumba. Este presidente de 73 años trata de cumplir un sexto mandato. La legislación actual le impide presentarse a las elecciones presidenciales ya que no se permiten candidatos mayores de 75 años. Se aferra a la idea de que nadie le puede reemplazar tras más de treinta años en el cargo y sigue creyendo que tiene posibilidades de producir cambios reales, pero dudo que pueda hacerlo cuando sea un anciano. Sorprendentemente, tiene el apoyo de la mayoría de los miembros de su partido en el Parlamento, lo que permitió que el proyecto de ley se aprobara con 315 votos a favor y solo 62 en contra.

Museveni no es el único caso en la región. El presidente de Ruanda, Paul Kagame, en el poder desde 2000 tras la dimisión de su predecesor, ya se ha asegurado su posición tras el cambio de la constitución en 2015 destinado a prorrogar el plazo de la presidencia. Se dice que él tampoco ve a ninguna persona capaz de llevar las riendas del país. Se ha informado de que figuras de la oposición en este diminuto país del este de África han sufrido detenciones y la mayoría vive en el exilio, lo que debilita su capacidad para emprender una oposición fuerte contra Kegame. Sus críticos y la comunidad internacional afirman que falta inclusividad y hay una grave carencia de libertad, y que en Ruanda, como en la mayor parte de la región, el enemigo es aquella persona que tiene un punto de vista diferente de quien está en el poder.

Reporters Without Boarders [Periodistas sin Fronteras], una organización que promueve y defiende la libertad de información y la libertad de prensa, considera a Kagame enemigo de la libertad de expresión basándose en el hecho de que en las dos últimas décadas han sido asesinados o han desaparecido ocho periodistas, once han sido encarcelados y 33 han sido obligados a buscar refugio fuera del país. A pesar de ello, Kagame es muy alabado por sus esfuerzos por transformar la economía de Ruanda y convertirlo en uno de los países menos corruptos del África subsahariana. La Constitución enmendada le permite permanecer en el poder hasta 2034.

Otro Estado de la región, Tanzania, ha presenciado una larga serie de lo que se consideran transiciones pacíficas de poder. Sí, es cierto que apenas se ha derramado sangre en las elecciones en este país, pero los partidos y medios de comunicación de la oposición con opiniones y puntos de vista diferentes de las del partido dirigente Chama cha Mapinduzi-CCM (Partido Revolucionario) parecen estar amenazados de extinción. Durante los gobiernos anteriores y el presente ocurrieron una serie de acontecimientos espantosos en este país rico en recursos. Recientemente, el pasado 7 de septiembre, uno de los miembros más francos del Parlamento, perteneciente al partido opositor Chama cha Demokrasia na Maendeleo -Chadema (Prtido de la Democracia y el Desarrollo) y presidente del Colegio de Abogados de Tanzania, Tundu Lissu, recibió varios disparos en un intento de asesinato llevado a cabo por «personas desconocidas» en su residencia de Dodoma. Su vehículo tenía 32 impactos de bala mientras que él recibió cinco tiros en diferentes partes del cuerpo antes de que los atacantes lograran escapar.

Este distinguido político ha sido extremadamente crítico con el gobierno del presidente Magufuli y antes de este incidente había sido detenido en varias ocasiones. Todavía no se ha atrapado a los autores del atentado. La policía continúa «trabajando en ello».

Otro acontecimiento tiene como protagonista a un periodista freelance que colabora con uno de los principales periódicos del país, Mwananchi (Ciudadano), Azory Gwanda, el cual desapareció después de que se informara que había sido secuestrado por cuatro personas no identificadas en un Toyota Land Cruiser blanco el 21 de noviembre de 2017, lo que preocupó a todo el país. Los medios de comunicación del Tanzania emprendieron una campaña para exigir al gobierno que lo encontrara pero los esfuerzos no han dado frutos.

No era la primera vez que los periodistas de Tanzania se enfrentaban a esa brutalidad. El 5 de enero de 2008 Said Kubenea, periodista de investigación y propietario de un semanario crítico con el gobierno, Mwanahalisi, fue atacado con productos químicos por «personas desconocidas» cuando estaba en su oficina en Dar es Salaam. Kubenea es actualmente parlamentario de la oposición en representación de la circunscripción electoral de Ubungo.

Joseph Kabila, presidente de la nación más grande y más turbulenta de la región, la República Democrática del Congo (RDC), ya ha sobrepasado el periodo de estancia en el palacio presidencial a pesar de las protestas de todo el país para que permita a este retomar el curso democrático que anhela la mayoría del pueblo congoleño. Kabila, cuyo segundo periodo presidencial debería haber terminado el 20 de diciembre de 2016, supuestamente está aplazando las elecciones para poder permanecer en el poder, un paso que ha provocado protestas y decenas de muertos. El organismo electoral nacional anunció que las elecciones no se celebrarían en 2016 y se retrasarían al menos hasta abril de 2018 ya que se desconocía la cantidad de votantes [incluidos en el censo]. El pueblo congoleño ha rechazado el hecho de que Kabila permanezca en la presidencia hasta diciembre de 2018 ya que viola la constitución del país. Desde 2016 han sido detenidos cientos de líderes y partidarios de la oposición por participar en protestas «ilegales»en la capital, Kinshasa, pero la gente no ha dejado de exigir que renuncie el jefe de Estado cuyo mandato se ha cumplido.

En 2015 el partido del presidente de Burundi Pierre Nkurunziz, Consejo Nacional para la Defensa de la Democracia- Fuerzas para la Defensa de la Democracia, lo designó para una tercera presidencia, un paso que suscitó una fuerte oposición entre sus oponentes políticos y provocó dos meses de protestas exigiendo a Nkurunziza que abandonara esa idea. Según se ha informado, al menos mil personas murieron en las protestas y la violencia subsiguiente, y más de 400.000 huyeron del país. El presidente hizo caso omiso de la petición del público de que dimitiera y las elecciones, que fueron boicoteadas por la mayoría de los demás partidos políticos, se celebraron el 21 de julio de 2015. La comisión electoral anunció que Nkurunziza había ganado con un 69.41 % y juró el cargo el 20 de agosto 2015. Más de 500 manifestantes fueron detenidos y casi 250 fueron juzgados. Este político de 54 años está cumpliendo actualmente su tercer mandato «forzado» como presidente de Burundi (y se planea enmendar la constitución del país para permitirle teóricamente permanecer en el poder hasta 2034).

El descubrimiento de petróleo y gas en la región con varios proyectos de construcción de grandes infraestructuras, incluidos la Planta Hidroeléctrica del Gran Inga de la RDC, un proyecto por valor de varios miles de millones de dolares que se espera produzca la mayor cantidad de energía hidráulica del mundo, y el proyecto ferroviario de ancho estándar de África Oriental, podrían cambiar verdaderamente la imagen actual de la región solo si existe democracia.

Seguramente la región no puede esperar grandes logros si se violan los derechos humanos y aumenta el odio entre el público y las autoridades. Atacar a periodistas, activistas y oponentes políticos no es el camino. Permanecer aferrado al poder solo puede provocar caos y frustración entre la gente.

Mweha Msemo escribe desde Tanzania y se puede contactar con él en [email protected]

Fuente: http://www.pambazuka.org/democracy-governance/africa%E2%80%99s-great-lakes-region-most-democratically-challenged

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a la autora, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.