Una interesante polémica se ha desatado en las redes de internet y está siendo reproducida por la publicación conservadora The American Conservative (TAC), editada en Washington DC, en torno al papel del presidente estadounidense Donald Trump en el supuesto acercamiento a Rusia que culminó con su encuentro con el Presidente ruso Vladimir Putin en Helsinki. […]
Una interesante polémica se ha desatado en las redes de internet y está siendo reproducida por la publicación conservadora The American Conservative (TAC), editada en Washington DC, en torno al papel del presidente estadounidense Donald Trump en el supuesto acercamiento a Rusia que culminó con su encuentro con el Presidente ruso Vladimir Putin en Helsinki.
El abogado y escritor ultra conservador Bruce Fein, principal socio del bufete jurídico Fein & DelValle, ex fiscal general adjunto y asesor general de la Comisión Federal de Comunicaciones durante la presidencia de Reagan, valora así los méritos de Trump en defensa de las posiciones mas reaccionarias y sus contradicciones con las de Putin: «El presidente Donald Trump ha fortalecido, no debilitado, la oposición militar y económica estadounidense al presidente ruso Vladimir Putin. Esta situación no se ha aclarado debidamente y es de suma importancia. Independientemente de los triunfos que Trump se atribuye sobre la OTAN o Vladimir Putin, el complejo militar-industrial-contra el terrorismo (MICC) rige los nexos entre Estados Unidos y Rusia como lo ha hecho durante siete décadas. La pesadilla del MICC no es perder un amigo, sino perder un enemigo, asegura Fein. «Las información falsa se obsesiona con personalidades. La información auténtica parte de que las naciones no tienen amigos o enemigos permanentes, sino sólo intereses permanentes. El poder ejecutivo en particular pone un interés permanente en exagerar las amenazas para aumentar su propio poder y los gastos militares superfluos».
Según Fein el presidente Barack Obama, en oposición a los objetivos rusos, se negó a prestar asistencia militar a Ucrania, en tanto que Trump ha autorizado la transferencia de armas militares a ese país. Obama limitó la misión militar de Estados Unidos en Siria al objetivo de derrotar a ISIS o Estado Islámico, en tanto que Trump ha ampliado esa misión para permanecer en Siria indefinidamente e influir en el resultado de la prolongada guerra civil de ese país. Trump planea una inversión de 1,2 billones de dólares en la actualización del arsenal nuclear estadounidense, incluyendo armas tácticas de bajo rendimiento, dirigidas en gran medida contra Rusia.
En un reciente informe sobre estrategia de seguridad nacional, Trump afirmó que Washington responderá a los retos económicos, políticos, y militares que le plantean China y Rusia al poderío, la influencia y los intereses estadounidenses, intentando erosionar la seguridad y la prosperidad de Estados Unidos. «Están decididos a hacer que sus economías, menos libres y menos justas, aumenten sus ejércitos y la represión que ejercen en sus sociedades».
Trump ha dado apoyo las fuerzas de respuesta rápida de 30.000 efectivos de la OTAN para enfrentar un hipotético ataque ruso y ha exhortado a los miembros de esa organización a que aumenten sus aportes a la alianza del 2 % al 4 % de sus PIB. Trump ha declarado que el ataque contra cualquier miembro de la OTAN será considerado un ataque contra Estados Unidos y que será respondido militarmente, sin la declaración de guerra previa que exige la Constitución. No ha retirado ni un solo soldado de los más de 50.000 actualmente en bases de EEUU en países de la OTAN.
Trump ha mantenido las sanciones económicas contra Rusia por su anexión de Crimea y las nuevas invasiones militares al este de Ucrania. Firmó la Ley de Contrarrestar a los Adversarios de América a través de Sanciones, que el primer ministro ruso calificó como «guerra comercial en gran escala» contra su país. En abril, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de la administración Trump -en consulta con el Departamento de Estado-, sancionó a siete dirigentes rusos y a 12 empresas de su propiedad o bajo su control, a 17 funcionarios del gobierno ruso y a una empresa estatal rusa de comercio de armamentos y un banco subsidiario suyo. Los activos de una persona o entidad sancionada se le congelan y se le prohíben los negocios con estadounidenses. Trump apoyó la incorporación de Montenegro a la OTAN pese a su evidente irrelevancia para la seguridad nacional de EEUU.
Los detractores de Trump le critican que se acobarde ante Putin, y deploran cada cosa positiva que dice sobre Rusia y su supuesta intromisión en la política estadounidense. Pero no pueden señalar una sola cosa que la administración Trump haya hecho que haya disminuido la abrumadora superioridad militar y económica sobre Rusia o la disuasión de la agresión rusa. «Trump es sólo el ruido de fondo; el libreto perdurable de la seguridad nacional estadounidense lo escribe el Complejo Militar Industrial con la anuencia del pueblo estadounidense mientras su caballero blindado lo gratifica como siempre, con la emoción vicaria del poder y la dominación» concluye el reaccionario Bruce Fein.
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