Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Imagen: Elise Swain/The Intercept; Fotos: Getty Images (1)
A los políticos les encanta decirnos que cada elección es la «más importante de nuestra vida». Con Donald Trump en el poder, a muchos votantes esa frase les parece muy cierta. Esta semana en Intercepted tenemos a Chris Hedges, que se ha pasado los últimos quince años tratando de hacer sonar las alarmas sobre los peligros del sistema político estadounidense y el impacto del golpe de Estado corporativo y financiero llevado a cabo hace tiempo. Está denunciando, asimismo, el creciente poder de los «fascistas cristianos», previendo una gran crisis financiera y ofreciendo ideas sobre cómo enfrentar todas estas realidades.
«Don’t Be a Sucker» (1947): Estados Unidos, mucho espacio, mucha gente. Todo tipo de gente. Gente de diferentes países, con religiones diferentes y piel de color diferente . Pueden vivir juntos y trabajar juntos y construir juntos E stados Unidos . Porque son libres. Libres para votar, aunque hay a tipos que se pasan la noche despiertos pensando en cómo quitarles todo eso.
Donald J. Trump (DT): Mientras estamos aquí hablando, los demócratas están abiertamente animando a millones de extranjeros ilegales a que violen nuestras leyes y asalten nuestro país, y además quieren registrarlos para que reciban asistencia social gratuita, atención médica gratuita y educación gratuita. Y, por supuesto, el derecho al voto, ¡ el derecho al voto!
[«Don’t Be a Sucker«] Hombre 1: He escuchado este tipo de conversación antes, pero nunca esperé escucharla en Estados Unidos.
Hombre 2: ¿Qué pasa con el resto de la gente en este país?
Hombre 3: No tenemos otra gente, todos somos estadounidenses, todos nosotros.
DT: Algo está sucediendo, algo nuevo. Creo que está sucediendo algo. Y hay algo ahí afuera y creo que saben a qué me refiero. Algo está pasando. Está sucediendo algo muy interesante. Hay algo que está pasando, estoy seguro. Hay algo que está pasando. Hay algo que está pasando. Hay algo que está pasando, Phil. Hay algo que está pasando aquí. Algo está sucediendo que es realmente increíble en este país.
[Interludio musical: Frida canta I Know There’s Something Going On ( «Sé que algo está sucediendo» )
Estamos en Intercepted. Soy Jeremy Scahill trasmitiendo desde la sede de The Intercept en la ciudad de Nueva York y este es el episodio 73 de Intercepted.
Barack Obama (BO) : Van a votar en la que creo es la elección más importante de nuestra vida.
DT: Esta es una de las elecciones más importantes de nuestra vida.
Jeremy Scahill (JS): A los políticos les encanta decirnos que cualquier próxima elección será la más importante de nuestras vidas. Pero con Donald Trump como presidente, esa línea discursiva de su campaña electoral tiene realmente enjundia. Sobre todo si tienes ataques neonazis y fascistas contra judíos porque son judíos o contra afroamericanos porque son afroamericanos. Cuando se envían bombas caseras por correo a algunos de los líderes del Partido Demócrata y a sus percibidos financiadores. Cuando te confirman a Brett Kavanaugh para un puesto vitalicio en el tribunal más importante de los Estados Unidos. Cuando el presidente alienta abiertamente la violencia y emite propaganda racista seguida de intentos de legalizar ese odio violento. La presidencia de Trump agrega urgencia a todas las batallas que la gente ha estado emprendiendo durante décadas contra demócratas y contra republicanos. Se empieza a sentir como algo inmediato. Seamos honestos, para las personas más vulnerables de nuestra sociedad, el peligro está aquí ya.
Pero votar a los demócratas no soluciona nada. En el mejor de los casos, es tan solo un esfuerzo importante para mantener las cosas como están, de luchar para que no vayan a peor. Pero el acto de «Yo voté por los demócratas» solo nos lleva hasta el momento actual. La podredumbre en el sistema político estadounidense no la creó Donald Trump. Él es un producto de ese sistema, un beneficiario del mismo. Si siempre nos colocamos en la rueda del hámster de la política electoral estadounidense, nada va a cambiar de manera fundamental en este sistema.
El periodista Chris Hedges se ha pasado los últimos quince años intentando hacer sonar las alarmas sobre los peligros del sistema político estadounidense y el impacto del golpe de Estado corporativo y financiero llevado a cabo h ace tiempo en este país.
Antes de que Hedges se embarcara en esta misión, fue corresponsal de guerra del New York Times. Formó parte del equipo ganador del Premio Pulitzer que cubrió los ataques del 11- S y su s consecuencias. El libro de Hedges » War is a Force that Gives Us Meaning » [» La guerra es una fuerza que nos da sentido» ] sigue siendo una obra clásica para estudiar el periodismo de guerra. Chris Hedges renunció al New York Times tras ser reprendido por denunciar públicamente la invasión de Iraq por parte de la administración Bush. Y eso puso fin en gran medida a la relación de Chris Hedges con las organizaciones grandes y poderosas de los medios.
En la actualidad es columnista de Truthdig, presenta un programa sobre la televisión rusa en RT America e imparte clases universitarias en una prisión estatal de New Jersey. En 2012, Hedges demandó al presidente Barack Obama en un caso conocido como Hedges versus Obama motivado por la Sección 1021 de la Ley de Autorización de Defensa Nacional. Hedges dijo que ese acto permitiría la detención o entrega de ciudadanos estadounidenses. Hedges ganó el requerimiento en ese caso, pero la decisión fue finalmente revocada tras una apelación presentada por el gobierno de Obama.
El último libro de Chris Hedges es » America: The Farewell Tour » [«Estados Unidos: La gira del adiós»] . En estos momentos se reúne conmigo. Chris, bienvenido a Intercepted.
Chris Hedges (CH): Gracias, Jeremy.
JS: En tu opinión ¿hay alguna diferencia entre los Partidos Demócrata y Republicano teniendo en cuenta lo que estamos viendo ahora en la etapa de Trump?
CH: Desde luego que hay diferencias. Se trata de cómo quieres que te hagan llegar el fascismo corporativo. ¿Quieres que te lo haga llegar un licenciado por Princeton, un criminal de Goldman Sachs o un racista, nativista y fascista cristiano? Porque esta es esencialmente la ideología que la administración Trump ha aceptado de buena gana porque Trump no tiene ideología. Por eso tratan de llenar su vacío ideológico.
Pero sabes bien, y has expuesto ya esta cuestión, que ambos partidos están haciendo avanzar los motores fundamentales del poder corporativo oligárquico global y uno de ellos intenta presentar es t o de forma multicultural e inclusiva. El otro es, ya sabes, algo así como verse abrazado por un hato de trogloditas. Pero no hay forma alguna dentro del sistema político estadounidense que pueda domesticar o desafiar a la maquinaria de la guerra o a Goldman Sachs o ExxonMobil.
El asalto de los demócratas contra las libertades civiles, de nuevo bajo Barack Obama y como bien sabes, fue peor que bajo George W. Bush. La expansión de la guerra con aviones no tripulados, sobre la que también has informado, se produjo con la administración de Obama. La reinterpretación de la Ley de 2002 para Autorizar el Uso de la Fuerza Militar fue interpretada por la Casa Blanca de Obama para otorgarles el derecho a asesinar a los ciudadanos estadounidenses Anwar al-Awlaki y su hijo de 16 años. También asesinaron a su hija ¿verdad? Es ese viejo libro escrito hace 30 años, ya sabes, el fascismo amistoso. Depende de cómo quieres que se sirva.
Y la prensa, por supuesto que la prensa comercial tiene intereses creados para hacer esto, pero hemos personalizado el problema en Trump sin darnos cuenta de que Trump es el producto de una democracia fallida. Trump es lo que brota desde las entrañas de un sistema descompuesto y degenerado. Y puedes deshacerte de Trump, pero no vas a deshacerte de lo que el sociólogo Émile Durkheim llamó la anomia, que es lo que impulsa a las sociedades a participar en conductas profundamente autodestructivas.
Aunque mi último libro se llame «America, the Farewell Tour«, examino estas patologías. Lo que los sociólogos llaman enfermedades de la desesperación, sosteniendo que hasta que esos lazos sociales no se recuperen, hasta que no se enfrente la anomia, no solo las cosas no van a mejorar, sino que van a empeorar ahora que estamos en el umbral de otra crisis financiera.
JS: Noam Chomsky ha venido diciendo de forma constante y abierta, elección tras elección, que la única opción es apoyar a los demócratas. Y más recientemente, ha declarado que el GOP -Partido Republicano- es la mayor amenaza para la estabilidad global o la paz en el mundo.
Noam Chomsky: El Partido Republicano es, de forma abrumadora, la mayor amenaza existente no solo para el país sino para la supervivencia humana. Creo haber dicho ya en el pasado que son la organización más peligrosa en la historia humana.
CH: No estoy de acuerdo con Noam en ese tema. Creo que el problema es que… me involucré mucho en la campaña de Nader cuando se postulaba para presidente. Redacté algunos de sus discursos y nadie luchó contra el poder corporativo con más integridad, coraje y visión que Nader. Pero quedó excluido del proceso legislativo cuando se produjo el golpe de Estado corporativo que hemos padecido y que expulsó al ala liberal del Partido Demócrata. Porque Ralph redactó un cuerpo de legislación, creo que escribió 24 leyes: la Ley de Minas y Seguridad, la Ley de Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés), la Ley del Agua Limpia… todo esto fue escrito por Nader, leyes que se aprobaron gracias a los liberales. Y creo que el problema es que nosotros, en la izquierda, no adoptamos una posición. La política juega con el miedo, y el argumento de Ralph fue que si cinco, diez, quince millones de personas abandonan a los demócratas, estos acabarán sintiendo esa presión y cambiarán.
De la misma manera que los demócratas con Roosevelt, a causa del colapso del capitalismo en la década de 1930, sintieron la presión no solo del Partido Progresista y del antiguo CIO [siglas en inglés de Congreso de Organizaciones Industriales], sino también del Partido Comunista. No soy comunista, pero quiero decir que el Partido Comunista jugó un papel muy importante a la hora de ejercer presión sobre los centros de poder.
Hay algo ahora en lo que Noam es particularmente prudente, que es en cómo entiende el papel de la clase liberal en una democracia capitalista. La clase liberal funciona como un tipo de válvula de seguridad que mejora el sistema al abordar las quejas y las injusticias, de forma especial cuando devienen particularmente pronunciadas entre la clase trabajadora.
E n la correspondencia privada de Roosevelt , publicada después de su muerte, utiliza en realidad la palabra revolución. D ice: «Si no respondemos a nte esta crisis, como el sector privado no puede poner a la gente a trabajar, debe ser el gobierno quien lo haga porque si no tendremos que experimentar una revolución». Esa s son las palabra s de Roosevelt. Y también dijo que su mayor logro fue salvar el capitalismo. Ese es el papel de la clase liberal.
En estos momentos, los movimientos radicales han sido eviscerados y destruidos en Estados Unidos. Y tuvimos, como saben, movimientos radicales muy militantes, especialmente en vísperas de la I Guerra Mundial: los antiguos movimientos anarquistas, los Wobblies, las grandes figuras como Mother Jones y Big Bill Haywood.
Así pues, los movimientos radicales quedaron destruidos y todo esto se aceleró después en la década de 1950. Ellen Schrecker ha escrito un par de buenos libros sobre esto y no entendí su alcance hasta que la leí. Entonces tenías al FBI entrando en las escuelas secundarias con listas de maestros sin presentar pruebas. La mayoría de aquellas personas ni siquiera eran comunistas, pero eran progresistas. Y se les despidió y luego se les incluyó en una lista negra. Nunca pudieron enseñar de nuevo.
Presentador: Si una persona defiende las actividades de las naciones comunistas mientras ataca sistemáticamente la política interior y exterior de EE. UU., entonces es que es comunista. Pero hay otros comunistas que no muestran sus rostros verdaderos, que trabajan más silenciosamente.
CH: La purga en la sociedad estadounidense de cualquier persona con conciencia social fue bastante profunda. Luego llegó la década de 1960, pero durante ella el trabajo se divorció de los movimientos radicales, algo que resultó fatal. Entonces el corporativismo dio realmente un gran impulso, con el memorando de 1971 de Powell. Y así, en su miopía, la clase capitalista destruyó no solo los movimientos radicales sino que evisceró las instituciones liberales que creaban una especie de equilibrio dentro del sistema capitalista al ofrecer capacidad para abordar los problemas más graves.
Y ahí es donde hemos terminado, con la mayor desigualdad de ingresos en la historia de Estados Unidos, la toma del poder por los especuladores, ni siquiera son capitalistas tradicionales, que ya no hacen nada, son especuladores globales. Eso es lo que hace Goldman Sachs. Se han apropiado del control de nuestra economía y de la mayoría de las economías. La descomposición que estamos experimentando es bipartidista. Por supuesto, Clinton fue el símbolo de todo esto. Clinton entendió que si ofrecía una licitación corporativa, obtendría dinero corporativo. Y en la década de 1990, la paridad en la recaudación de fondos con los republicanos fue igual. Y cuando Barack Obama se presentó por primera vez en 2008, consiguió más. Por tanto, lo que tenemos que considerar son problemas estructurales. Quiero decir, encuentro a Trump tan repugnante y repulsivo como todo el mundo. Pero nuestro problema no se encarna en la personalidad de Donald Trump.
JS: Humm, creo que hay dos debates distintos que están relacionados, pero hay que abordarlos de forma separada. Por una parte, pienso que tú y yo compartimos el punto de vista de que no va a cambiar nada fundamentalmente en este país, ningún cambio que merezca la pena, hasta que se destruya el monopolio bipartidista sobre la vida de nuestra política. Pero luego nos topamos con esta otra realidad que aparece en todas las elecciones y esto fue lo que Obama dijo esta semana, que era la más importante de nuestra vida.
BO: Las elecciones más importantes de nuestra vida. Sé que los políticos siempre decimos esto pero esta vez es realmente así porque Estados Unidos está en una encrucijada.
JS: No hay duda de que Hillary Clinton no habría colocado a Brett Kavanaugh en su tribunal ni tampoco a Neil Gorsuch. Es probable que hubiera podido meterse en más guerras que Trump en este momento, habría tenido una postura mucho más militarista en una variedad de temas. Pero, ¿cómo reconcilias esas dos discusiones? Por un lado, la necesidad de dar finalmente un golpe significativo contra el sistema bipartidista y, por otro, mantener las cosas como están para que no se agraven. Es difícil imaginar un escenario peor que tener a Donald Trump y creo que la gente debe recordar siempre esto, y que Mike Pence es un ideólogo radical cristiano de derechas que tiene sus propias formas de corrupción. ¿Pero cómo reconcilias esas dos cosas?
CH: La relación de causalidad. ¿Qué fue lo que ha causado esta situación? Y lo que ha causado este estado de cosas fue la decisión del Partido Demócrata de traicionar a los hombres y mujeres trabajadores. Por eso es que el Partido Demócrata corre cerca de los márgenes en cada elección. Es decir, que Trump no debería ser una figura política que suponga un desafío creíble para un partido que realmente represente los intereses de los trabajadores y trabajadoras. Pero Pelosi, Schumer, están todos vinculados con Wall Street y no abordarán el problema fundamental, que es la desigualdad social.
Y como no lo abordarán, actúan en los márgenes y es e es un juego muy peligroso. Sobre todo teniendo en cuenta como somos; incluso The New York Times publicó un editorial hace un par de semanas diciendo que vamos de cabeza hacia… el término amable sería hacia un ajuste. Pero, lo más probable es que nos dirijamos hacia un crack que será tan grande como el de 2008, es cuanto puedo decir.
Y entonces ¿ qué pasa? Que los monstruos aparecen realmente. Lo vi en Yugoslavia.
Barrie Dunsmore: No ha sido una Pascua feliz en Sarajevo. Esta capital de Bosnia Herzegovina sigue siendo el foco del último capítulo de la guerra civil en Yugoslavia. En los últimos días, el pueblo de Sarajevo ha sido sometido a ataques de artillería y mortero por parte de milicianos serbios y el ejército regular yugoslavo, sobre todo del ejército serbio.
CH: Y eso es un beneficio a corto plazo. El problema es que aquellos de nosotros que nos preocupamos por una sociedad abierta y por promover los intereses de los pobres y de la clase trabajadora e incluso de la clase media, nos sometemos al Partido Demócrata en cada ciclo electoral, y así somos totalmente ineficaces. Y deberíamos haber apoyado a Nader cuando se presentó en el 2000, pero se retiró y por eso es cada vez peor. Es solitario. Es difícil. Tienes razón sobre Kavanaugh. Pero si realmente queremos detenerlo, tendremos que enfrentarnos a la maquinaria y esos primeros pasos tentativos serán muy difíciles.
No vamos a poder sanear todo esto en un ciclo electoral, y ni siquiera hemos hablado del cambio climático… Quiero decir que estamos observando una forma de ecocidio porque el último informe sobre el clima reveló que los océanos han almacenado mucho más calor aún. Eso significa que si hoy detuviéramos todas las emisiones de carbono, sufriríamos igualmente efectos catastróficos. Me refiero a los casquetes polares, hay un iceberg que se ha desprendido que es más o menos el doble del tamaño de Manhattan.
Quiero decir que el planeta se está desintegrando ante nuestros ojos y que el Partido Demócrata no está haciendo nada al respecto, nada significativo. Sí, a nivel retórico reconocen esta realidad, pero es una forma de pensamiento mágico creer que vamos a adaptarnos, o que la tecnología va a salvarnos.
Por lo tanto, nuestros problemas son mucho más graves, y aunque el liderazgo demócrata no es tan extremista como los cleptócratas y el Partido Republicano, se mueve en la misma dirección. Solo que se van a un ritmo más lento. Pero ya no tenemos tiempo para jugar a este juego.
JS: Creo que una de las líneas legítimas de preocupación que escucho en la gente de color y en las mujeres respecto a la idea de no votar a los demócratas es que no podemos permitirnos involucrarnos en el tipo de pensamiento que Chris Hedges está componiendo aquí, o que Jill Stein est uvo exponiendo , o que Ralph Nader está postuland o, porque la amenaza es inmediata para nosotros . En el caso de las mujeres y el derecho al aborto, es algo inmediato. En los casos de la brutalidad policial y los asesinatos extrajudiciales de personas negras, es inmediato. Por tanto , escuchará s este nivel de preocupación o enojo muy intenso ante la idea de que está s utilizando esta s elecci ones sobre todo para decir algo así como: «La revolución comienza ahora y debemos desmantelar este sistema a toda costa».
Pero, ¿qué le dirías a la gente que declara : «Sí, lo entiendo. Pero no puedo permitirme hacer todo eso porque estoy preocupada por el hecho de perder el acceso al aborto el próximo mes» .
CH: Bien, comencemos con el sistema de encarcelamientos en masa y el terror policial. Enseño en una prisión y la mitad de mis estudiantes no estarían allí si no fuera por Bill Clinton. Biden y Clinton se apoderaron de todo lo relativo a «la Ley y el Orden» mientras transformaban al Partido Demócrata en Partido Republicano y empujaban tanto al Partido Republicano hacia la derecha que ha sido una locura. Así que, en relación con las personas de color, los responsables fueron los autoidentificados liberales del Partido Demócrata y estos fueron los tres golpes que dieron: endurecer la política penal, triplicar y cuadruplicar sentencias, Proyecto de Ley Omnibus del Delito de 1994, que vertió 300 mil millones en el sistema penitenciario. Todo eso fue fruto de la labor de los demócratas.
Bill Clinton: Las peleas se han terminado hoy. La era de las excusas se ha acabado. Los ciudadanos respetuosos de la ley de nuestro país han hecho oír su voz. Nunca más Washington debería poner a la política y al partido por encima de la Ley y el Orden.
C H: Respecto al aborto, esa es una preocupación legítima.
JS: Quiero decir que vamos a tener a esos tipos en este tribunal durante un par de generaciones.
CH: Está claro. Quiero decir, Kavanaugh fue empujado por la derecha cristiana porque va a abolir claramente el contenido de Roe versus Wade . Quiero decir, que es por eso por lo que está ahí y la ultra derecha cristiana se lo dejó muy claro a la administración Trump: » Tienes que ponerlo a él». Pero, ¿vamos a rectificar esta disidencia política, económica y social que se rinde en cada ciclo electoral ante el Partido Demócrata? Creo que si nos fijamos en lo sucedido en las últimas décadas, la prueba está ahí: cada vez es peor, y peor, y peor; tenemos que derrocar al Estado corporativo. Tenemos que conseguir que el poder vuelva a nuestras manos.
Si realmente el Partido Demócrata abordara la desigualdad social de una manera real, de la forma en que Bernie Sanders… quiero decir el tema de Sanders y Trump, aunque Trump sea un estafador, es que ambos han hablado de la realidad que la mayoría de los estadounidenses experimentan. Y sin embargo, si enciendes la CNN , te contarán que hay un boom económico. Bueno, ¿boom para quién? Me refiero a que un mercado de valores sobrecalentado no es una señal de salud financiera. Hay que volver y leer el libro de John Kenneth Galbraith El Crack de 1929.
Me refiero a que los valores en bolsa ya no están relacionados de ninguna manera con los valores de las empresas. Hemos bombeado 26 billones de dólares en dinero fabricado y se lo hemos entregado a los bancos. Con eso podríamos haber pagado las matrículas universitarias , brindado atención sanitaria universal para todos, creado unos cuantos millones de puestos de trabajo y proyectos de infraestructura, que es, por supuesto, lo que Roosevelt hizo con la Depresión. Por lo tanto, estos problemas estructurales, que los medios corporativos comerciales no abordan nunca porque son propiedad y están completamente controlados por corporaciones como General Electric, son los problemas reales.
Y no pretendo minimizar el problema de quitarle a las mujeres el control de su propio cuerpo. No quiero minimizar eso de ninguna manera, pero no se puede continuar reaccionando a través del miedo, y eso es lo que realmente hacen ambas partes. Lo único que tienen para vendernos es miedo, pero mi argumento, especialmente después de haber cubierto Yugoslavia y haber visto aquello , es que con una élite gobernante irresponsable y el inminente colapso financiero -ahora mismo vivimos en un período de relativa estabilidad-, entonces nosotros, que nos preocupamos por el imperio de la ley y nos oponemos a los actos de violencia y disparos en masa anárquicos y nihilistas, estamos acabados . Y eso es exactamente lo que sucedió en Yugoslavia porque no nos levantamos realmente ni luchamos por nada. Quiero decir, ¿cuál es el mantra del Partido Demócrata? Es básicamente «No somos Trump» y Hillary Clinton lo intentó y no funcionó muy bien. Y dada la inestabilidad que está a punto de envolvernos, es hora ya de que salgamos y luchemos, y va a ser difícil, y va a haber mucha gente que no se una a nosotros , pero creo que es nuestra única esperanza.
JS: Cuando hablas de salir afuera, de contraatacar o de confrontar esa toma del poder corporativa, o este golpe de Estado que dieron hace mucho tiempo las corporaciones, ¿qué quieres decir?
CH: Me refiero a lo que vi en la Europa del Este: actos sostenidos de desobediencia civil masiva, de no cooperación, en palabras del Congreso Nacional Africano respecto al apartheid en Sudáfrica.
Nelson Mandela: El ideal de una sociedad democrática y libre en la que todas las personas puedan vivir juntas de forma armónica y con igualdad de oportunidades. Es un ideal para el que confío vivir y ver realizado. Pero, Dios mio, si fuera necesario, es un ideal por el que estoy preparado a morir.
CH: Se trata de hacer todo lo posible para interrumpir los mecanismos de la maquinaria. Y eso funciona. Quiero decir, cubrí la caída del Estado de la Stasi en Alemania del Este. Y cuando había 500.000 personas que acudían día tras día a la Alexanderplatz y de forma no violenta… Quiero decir que esta ha sido mi batalla persistente con Bloque Negro y Antifa, que son un regalo para el Estado de seguridad y vigilancia. Porque como han escrito los teóricos de la revolución -y esto es lo que estoy pidiendo, revolución- Crane Brinton, Geoffrey Davies y otros, ninguna revolución tiene éxito a menos que una parte significativa de los aparatos gobernantes deserte. Estás apelando a las conciencias.
Así, en Leipzig, en septiembre de 1989, Erich Honecker, el dictador comunista, envió una división de paracaidistas de élite con la intención de disparar contra los manifestantes. Y cuando llegaron allí, las autoridades comunistas locales se negaron a permitir que se desplegaran en las calles. Y Honecker estuvo fuera del poder en una semana. Lo mismo en la revolución rusa. Quiero decir, lee a Lenin sobre la violencia anarquista. Quiero decir que el tipo no tenía corazón y, estoy con Chomsky, era un contrarrevolucionario, destruyó a los soviéticos y todo eso. Pero comprendía sin duda la mecánica de la revolución. Y vio cómo esos actos de violencia le daban ventaja al Estado zarista.
Así pues, tenemos que construir ese tipo de movimientos que vi en Standing Rock, sería un buen ejemplo. Y no va a pasar como en la Marcha de las Mujeres en Washington. Cuando realmente desafías sus intereses, como lo hicieron los protectores del agua en Standing Rock, entonces se vuelven rabiosos. Llevaron a cabo setecientos arrestos, se infiltraron de forma constante, con drones volando sobre el campamento, perros de ataque, cañones de agua con gas pimienta, pero eso fue todo. Y si reducimos todo solo al cambio climático, no nos queda tiempo.
JS: Cuando Obama era presidente, presentaste una demanda en un proceso contra Barack Obama.
Amy Goodman: Hay que presentar una querella en el Tribunal de Distrito del Sur de EE. UU. contra Barack Obama y el Secretario de Defensa Leon Panetta por desafiar la legalidad del Acta de Autorización de la Defensa Nacional [NDAA, por sus siglas en inglés]. Su demandante no es otro que el veterano corresponsal de guerra y ganador del Premio Pulitzer Chris Hedges.
JS: Se refiere a la Ley de Autorización de Defensa Nacional y creo que es una historia especialmente importante como para que la expliques, dado que Trump y su administración parecen indicar que van a acabar con la Posse Comitatus.
CH: Ya está destruida. Eso es lo que Obama hizo.
JS: Eso es algo que está ahora en la mente de la gente, pero en el contexto de Donald Trump. Explica por qué presentaste esa demanda, a la que se unieron Dan Ellsberg, Noam Chomsky, la periodista Alexa O’Brien… Había toda lista de personas que eran figuras públicas, periodistas, intelectuales y otros. ¿Por qué demandasteis a Obama por la Ley de Autorización de Defensa Nacional?
CH: Porque anuló la Ley de Posse Comitatus de 1878 que prohibía a los militares actuar como fuerza policial interna. Aprobó la ley alrededor de la medianoche del 2011. La Sección 1021 le permite al gobierno federal, o al poder ejecutivo en particular, llevar a cabo una entrega extraordinaria para capturar a un ciudadano estadounidense que apoye a los talibanes, a Al Qaida o algo llamado «fuerzas asociadas» -sea lo que sea esto- y mantenerlo indefinidamente en detención sin el proceso debido hasta «el fin de las hostilidades» que, como hemos visto en 17 años de guerra, es para siempre. Se trataba de una sección que era parte de la Ley de Autorización de Defensa Nacional, que se renueva cada año porque las élites comprenden lo precaria que es la situación. Está diseñada como último recurso para utilizar a los militares para aplastar cualquier tipo de agitación interna y creo que eso se debe a que, en última instancia, no confían en que la policía los proteja.
Solo a nivel de anécdota, cuando hace unos años hubo una huelga de maestros en Chicago, cuando los maestros marchaban por sus calles entraban en el recinto de la policía para utilizar los aseos y la policía les ovacionaba. Algo así aterroriza a la élite. O cuando hace unos años fui arrestado frente a la Casa Blanca junto a 133 veteranos de Vietnam, Iraq y Afganistán -resultó que la mayor parte de la policía de Washington está en la Guardia Nacional-, mientras nos esposaban nos decían «sigue protestando». Por este tipo de cosas tenemos la sección 1021.
Ganamos en el Tribunal del Distrito Sur en Nueva York. Y entonces la administración de Obama solicitó de inmediato que se levantara la orden judicial provisional, y hay que decir en favor de la jueza Katherine B. Forrest que se negó. Después pasaron a la apelación o 2º Circuito, el siguiente tribunal, y levantaron la orden judicial en nombre de la seguridad nacional. Resultó fascinante porque, después de eso, hubo un proceso legal de dos años y fue fascinante observarlo porque se trataba de una cuestión de o blanco o negro, al igual que la privacidad. Quiero decir, una vez que tuvimos las revelaciones de Snowden, cada vez que quieras mostrarte muy cálido e impreciso respecto a los demócratas, recuerda lo que hicieron para restaurar nuestro derecho a la privacidad: nada de nada.
Y lo que terminaron haciendo es lo que siempre hacen: encontrar una forma de negar mi derecho, mi posición, mi capacidad de presentar el caso porque yo también era demandante en Clapper versus Amnistía Internacional antes de las revelaciones de Snowden en las que cuestionamos la vigilancia gubernamental general, donde los abogados del gobierno se incorporaron a la Corte Suprema y no solo negaron que se estaba llevando a cabo, sino que le dijeron también a la Corte que si alguno de nosotros estuviera siendo vigilado, seríamos informados. Y esperamos meses para el 2º Circuito. Ese fallo se vino abajo. Fue rechazado. El Tribunal Supremo lo desechó, negando en esencia nuestra posición. Y después el 2º Circuito dijo: «Bien, no tiene capacidad procesal en Clapper versus Amnistía Internacional. Por lo tanto, tampoco la tiene en Hedges versus Obama y por eso lo denegamos».
Presentamos un certiorari o petición ante el Tribunal Supremo y no lo aceptaron. Pero durante ese proceso de dos años, los abogados contactaron con los líderes demócratas y Pelosi dijo que como se renovaba cada año, todo lo que había que hacer era agregar allí que esto no se aplica a los ciudadanos estadounidenses, y perdimos el caso. Bien, no agregaron eso porque eso es lo que está anotado.
JS: ¿Y eso ha quedado aprobado en la Ley de Autorización de Defensa Nacional bajo Trump?
CH: Sí.
JS: Explica claramente lo que significa.
CH: Lo que estoy viendo es todo ese ridículo despliegue, ya sabes, ¿cuál es la última cifra? ¿15.000?
JS: 15.000 soldados enviados a la frontera entre México y EE. UU.
CH: Así es.
JS: Los alambres de púas pueden ser muy hermosos si se colocan correctamente, eso es lo que Trump estaba diciendo.
DT: Nosotros somos diferentes. Tenemos a nuestro ejército ahora en la frontera [el público aplaude]. Y vi cómo iba subiendo todo ese hermoso alambre de púas. Un alambre de púas usado correctamente puede constituir una hermosa vista.
CH: Todo lo que tienes que hacer es declarar que esas personas son terroristas. Ya sabes, hablando de fascistas cristianos. Las únicas veces que veo televisión es en el gimnasio o en el aeropuerto, pero la encendí en el Club 700 con Pat Robertson.
JS: Igual que nosotros.
CH : Correcto; sentía algo de curiosidad de ver cómo estaban abordando el tema. Y, por supuesto, fue justo lo que esperaba cuando vi que iban empalmando fotografías de un jihadista vestido de negro marchando y sosteniendo armas automáticas con la caravana que se encuentra a mil millas de Texas. Vamos a ver, y ya estamos viendo, a activistas por los derechos de los animales, a activistas del medio ambiente, todos enjuiciados por las leyes de terrorismo. Y esta sección de la Ley de Autorización de Defensa Nacional realmente en ese momento le da al poder ejecutivo la capacidad de militarizar completamente nuestra sociedad de manera muy formal. Quiero decir que ya tenemos a la policía militarizada en las comunidades marginadas. Casi son paramilitares que no están vinculados en modo alguno al imperio de la ley. Creo que el 3,1 de nuestros ciudadanos, casi todos personas pobres de color, mueren asesinados cada día en las calles de las ciudades estadounidenses. Casi todos ellos desarmados. Pero esto lleva el problema a un nivel completamente nuevo y es solo una herramienta más que los totalitarios corporativos pueden utilizar.
JS: Encuentro apasionante que cuando Bush era presidente se escuchara hablar tanto del tipo de naturaleza teocrática de su administración. Creo que se podría argumentar de manera muy efectiva que estos momentos son la época dorada de los fascistas cristianos teocráticos de derechas.
Jeff Sessions: Les citaría al apóstol Pablo y su clara y sabia orden en Romanos 13, de obedecer las leyes del gobierno porque Dios ha estatuido el gobierno para sus propósitos.
JS: Con alguien como Trump, ya sabes, que ha estado casado equis veces, que representa gran parte de lo que dicen estar en contra en términos de moralidad personal, pero el simple hecho de que de alguna manera pronuncie el discurso: «Acepto a Jesús», consigue que todo se le perdone y resulta que Trump fue enviado por Dios. Creo que la gente está cometiendo un error al no considerar también la deriva teocrática de Mike Pence, al que la gente aupó con Trump, y a l hecho de que Trump ganó una elección que probablemente nunca hubieran podido ganar por su cuent a sin la derecha cristiana radical y las élites del partido republicano. Creo que Allan Nairn lo dijo mejor.
Allan Nairn: Trump arrastró al poder a los oligarcas de la ultraderecha pataleando y gritando. Nunca hubieran podido ganar una elección por su cuenta.
JS: Mike Pence no iba a salir elegido presidente en 2016 más de lo que saldría en 2020.
CH: Como saben, hace diez años escribí un libro sobre la derecha cristiana titulado » American fascist: The Christian Right and the War in America «. Vengo de una tradición religiosa. Mi padre era pastor. Mi madre se graduó en el Seminario y fue profesora, y yo me gradué en la Harvard Divinity School. Estoy empapado en esa tradición. Y no usé la palabra fascista a la ligera.
De hecho, cuando terminé el libro, pasé varias horas con Fritz Stern, uno de los grandes eruditos del fascismo, que escribió » The Politics of Cultural Despair» y huyó de la Alemania nazi cuando era un adolescente. Además de Robert Paxton, el gran erudito de Vichy en Colombia, que escribió » Anatomy of Fascism «. Antes que nada son herejes cristianos. Quiero decir, no necesitas pasar tres años en la Harvard Divinity School, como hice yo, para darme cuenta de que Jesús no vino al mundo para hacernos ricos, ni para bañarnos en productos de consumo, ni para bendecir el lanzamiento de bombas de fragmentación por todo Oriente Medio.
Y dentro de estas megaiglesias, que funcionan como cultos y con todos esos pastores blancos varones que se apoderan de la desesperación de sus congregantes para hacerse ricos . Ya sabes, personas como Joel Osteen , multimillonarios.
Joel Osteen: Y aquí está la clave de todo, después de todo lo que Dios ha hecho por nosotros, liberarnos de la esclavitud, derrotar a nuestros enemigos, si no eres capaz de ver por ti mismo el camino justo, te mantendrá a salvo de tu destino.
CH: De la misma manera que Trump se aprovechó de la desesperación de las personas dentro de sus casinos. La gente plantea bien el tema, ¿cómo puede la derecha cristiana construir una alianza con Trump? Yo diría que, en realidad, son completamente iguales. Son estafadores. Manipulan la miseria y la desesperación de los otros . Perpetúan una forma de pensamiento mágico, un Jesús mágico. Atacan la ciencia basada en la realidad y las noticias basadas en la realidad. Todo esto sale de… los que precedieron a Trump. Constituyen un fascismo, como escribe Paxton en » Anatomy of Fascism» , que siempre viene envuelto en una iconografía y lenguaje familiares, incluso reconfortantes.
Así que el fascismo italiano rememora la antigua Roma y la gloria del Imperio romano. El fascismo alemán se remonta a los mitos teutónicos. Y retomamos la iconografía y el lenguaje del cristianismo, la fusión, la sacralización del Estado. Mi gran mentor en la Harvard Divinity School , James Luther Adams, estuvo en Alemania en 1936 y 1937 en la Universidad de Heidelberg
Vio a Martin Heidegger comenzar sus conferencias con el saludo nazi. Y abandonó todo eso. Se unió a la Iglesia de la Confesión con Niemöller, Bonhoeffer, Schweitzer, Karl Barth y otros. E hizo un montón de películas con un video casero hasta que fue descubierto por la Gestapo y le expulsaron de Alemania un año después. V i esa película mientras la narraba en su apartamento en Cambridge, Massachusetts, pero gran parte de ella era de la llamada Iglesia Cristiana Alemana, que tenía en un lado del altar la cruz cristiana y en el otro la esvástica nazi. Y Adams me dijo -y esto fue a principios de los 80- o nos dijo, cuando tengáis mi edad, él tenía 80 años, estaréis todos luchando contra los fascistas cristianos. Porque comprendió que cuando desposees a la clase trabajadora, como hemos hecho, y esto era evidente cuando escribí el libro sobre la ultra derecha cristiana, el mundo real se vuelve muy opresivo.
Hice docenas de entrevistas a sus seguidores, tendrías que tener un corazón de piedra para no sentirte conmovido ante sus luchas contra la adicción, el subempleo, el abuso sexual y el abuso doméstico. Y así, ese Jesús mágico, ese pensamiento mágico es la última protección que tienen. Estuve en Detroit haciendo un End Times Weekend con Tim LaHaye, quien escribió la serie » The End Times » y lujuria es la única palabra que pued e describir eso , lujuria por la violencia apocalíptica. Y creo que finalmente entendí que eso pro cedía del deseo eufórico de destruir el mundo que casi los destruyó a ellos . Y al final del libro, me dije que no iba romper este movimiento intentando discutir con estas personas fuera del creacionismo. E ste movimiento solo puede romperse reintegrando a estas personas en la economía y reconstru yendo los lazos sociales que han sido destruidos para que tengan la posibilidad de encontrar un trabajo significativo, de una autorrealización. Ya sabes que Juan Pablo II escribió una muy buena encíclica sobre el trabajo.
Y el libro de Emile Durkheim sobre el suicidio habla de cómo las sociedades e individuos que tienen una propensión a la autoaniquilación son aquellos para quienes estos vínculos sociales ya no funcionan. Y claro, diez años después, todo está mucho peor.
Por tanto, tenemos que ir a la raíz de la situación. Tenemos que reconstruir esos lazos sociales si vamos a salvarnos y, en última instancia, capitulando ante el Partido Demócrata en cada ciclo electoral, aseguramos nuestra propia esclavitud y, sin ser melodramáticos debido al cambio climático, finalmente, la extinción de la especie humana.
JS: Ha sido interesante y me parece extremadamente inquietante observar a Trump, Pence, y ciertamente Jeff Sessions, su audiencia preferida, aunque en el caso de Trump no son precisamente las tropas . Todavía tiene que poner un pie en una zona de guerra extranjera, lo cual es bastante inaudito, sobre todo después del 11- S, para el comandante en jefe. Pero él siempre está hablando con los alguaciles o con los oficiales de policía en algún lugar. Y tú y yo sabemos por nuestros reportajes de décadas atrás, que hay un gran contingente de supremacistas blancos en el ejército estadounidense. Y, ciertamente, entre los oficiales de policía, los alguaciles y otros. Pero lo que Trump y compañía están haciendo es mostrando realmente que… , Trump lo dijo el otro día donde ya sabes: ¿dónde están mis motociclistas, mis policías? Tienes la sensación de que saben que tienen a sus » camisas pardas «, que en realidad están dentro de los uniformes oficiales, que cuando llegue el día estarán a su lado sin que importe lo que el afroamericano haya aportado mientras su capitán les diga qué hacer o qué no hacer.
CH: Sí, eso es cierto, la retórica es importante. Estamos viendo que Trump incita a la violencia porque ninguna de sus políticas cuenta con apoyos. Sus recortes de impuestos no tienen apoyo, su asalto al Obamacare, su negativa a aumentar el salario mínimo. Nada de esto tiene ningún apoyo. Todo lo que tiene es odio y esa es la única arma que utilizará. Y veo que este intento de decapitar, en esencia, de asesinar a los líderes demócratas a través de estas bombas caseras es algo muy, muy siniestro, porque ya lo vi en Yugoslavia. Y esto no solo va a continuar y a expandirse , el problema es que finalmente tenga éxito.
Y ese es el único lenguaje que tienen porque no son un movimiento mayoritario. Incluso los nazis no fueron nunca un movimiento mayoritario. Creo que el porcentaje más alto de votos que obtuvieron fue de alrededor del 43% y después fue disminuyendo.
JS: ¿Por qué dices que va a tener éxito?
CH: Porque pueden reunir las fuerzas de la violencia y pueden decapitar movimientos de oposición extremadamente debilitados ya. Ya sabes, el único movimiento de oposición real que tuvieron los nazis fue el partido comunista, pero ni siquiera tenemos un partido comunista. No tenemos una reacción militante. Somos mucho más débiles y mucho más vulnerables. Nuestros sindicatos están desgastados. Me refiero a huelgas laborales, incluso los nazis, que eran muy antisindicales, tuvieron que apoyar las huelgas en Berlín porque sabían que si no lo hacían, todos se irían a los brazos de los comunistas. Pero aquí ni siquiera tenemos eso.
Estamos en una situación mucho más frágil y debilitada porque los movimientos populares que ofrecen resistencia son casi inexistentes. Prácticamente tenemos que empezar desde cero. Entonces, me temo que somos muy fáciles de controlar.
Los medios de comunicación son una caricatura. Son ridículos y ciertamente incluyo a la MSNBC. Y toda la idea de que Trump fue elegido con robots rusos es absurda. Fue elegido porque la clase obrera estaba agotada. Y mientras más se niegue el Partido Demócrata a abordar ese tema, tanto más apoyo veremos, o al menos aceptación, hacia estos fascistas cristianos de derechas. Quiero decir que definitivamente habrá una reacción violenta, pero lo que temo es que sea una reacción protofascista y de ultraderecha, y veamos, como ya hemos visto, la demonización de los trabajadores vulnerables e indocumentados. Como pasó con el ataque en Pittsburgh, los judíos están en la lista, también las feministas, los intelectuales, los afroamericanos.
JS: Te conocí justo cuando estabas rompiendo con el New York Times y quería preguntarte, especialmente porque te vengo observando el último par de años hablando por todo el país, organizando y comprometiéndote también en la acción directa, debatiendo tácticas con Antifa o Black Bloc, ¿qué lecciones has aprendido que crees podrían ayudar a otras personas en la transición de elaborar la información de guerra para el New York Times a estar básicamente todo el tiempo en carretera, ya sea hablando sobre las ideas que has presentado en tus libros, o compartiendo la historia o el análisis que hayas encontrado, o asistiendo a manifestaciones, o en comunidades asediadas a nivel económico político? ¿Cuáles son algunas de las lecciones que has aprendido que podrían ser útiles para las personas que tratan de dar sentido a sus propias vidas en el contexto del momento político-histórico en el que nos hallamos?
CH: La lección más importante que se desprende de las sociedades en dificultades, de sociedades en proceso de desintegración, es que todas las sociedades son extremadamente frágiles. Y que es posible que la fachada de esa sociedad parezca a menudo monolítica y poderosa, pero se derrumbará desde dentro y ahí es donde estamos nosotros. Y creo que las personas tienen dificultades emocionales para comprender que lo que parece tan sólido y permanente es, de hecho, efímero, especialmente entre las élites educadas. No estuve en Sarajevo al inicio de la guerra, sino en Pristina, la capital de Kosovo, de donde salí hacia el campo y el Ejército de Liberación de Kosovo me paró y me hizo volver atrás. Regresé y les conté a mis amigos en Pristina que eran multilingües, muy educados, que me habían detenido y me dijeron: «No, no existe el Ejército de Liberación de Kosovo. Es algo creado por los serbios para justificar la opresión. No tenían ni idea de lo que estaba sucediendo hasta que, literalmente, los paramilitares serbios los sacaron de sus apartamentos y los metieron en vagones hacia Macedonia. Y creo que esa es la lección más importante.
Al salir de lugares como Sarajevo, puedo entrar enun supermercado, y no lo llamaría un flashback, y ver todas las ventanas rotas y nada en los estantes y basura por todo el piso; no somos inmunes a eso. Vi a aquellos personajes ridículos y bufonescos como Radovan Karadzic, que era tan bufón como Donald Trump. Recuerda que los nazis también eran bufonescos.
JS: ¿El líder serbobosnio?
CH: En efecto, el líder serbobosnio. A menudo resultaba divertido. Quiero decir que eran divertidos. Milosevic, por cierto, era bastante divertido, algo que mucha gente no sabía.
Creo que estamos en una situación que es mucho más peligrosa de lo que la gente capta y creo también que las élites son particularmente incapaces de ver cuán peligrosa es. Toda esa idea de que el Partido Demócrata va a ser un instrumento que va a protegernos es una especie de ceguera voluntaria. En primer lugar, no saben quiénes son y, en segundo lugar, tampoco son conscientes de cuán precario es este momento en la historia de Estados Unidos.
JS: Chris Hedges, muchas gracias por tus aportaciones.
CH: Gracias a ti, Jeremy.
JS: Acabamos aquí.
Chris Hedges es un periodista de Truthdig . Es también profesor y escritor. Ha escrito doce libros, entre los que destacan: «Days of Destruction, Days of Revolt», «American Fascists: The Christian Right and The War on America y «War Is a Force That Gives Us Meaning«. Su libro más reciente, publicado este año, es «America: The Farewell Tour«.
Jeremy Scahill es un periodista de investigación estadounidense. Es autor del bestseller «Blackwater: The Rise of the World’s Most Powerful Mercenary Army», sobre el auge de la empresa militar privada más poderosa del mundo, con el que ganó el premio George Polk. The Intercept es una publicación de First Look Media que se puso en marcha el 10 de febrero de 2014.
Esta traducción puede reproducirse libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y a Rebelión.org como fuente de la misma.