Nunca olvide que lo leyó aquí antes que en parte alguna: Bush ganará las elecciones de noviembre de 2004 y establecerá el Milenio del Totalitarismo Mundial. Hace ocho meses, día va, día viene, que dije aquí mismo que EE.UU. no es ya un país democrático y que vive bajo un régimen totalitario. Cité la tan […]
Nunca olvide que lo leyó aquí antes que en parte alguna: Bush ganará las elecciones de noviembre de 2004 y establecerá el Milenio del Totalitarismo Mundial. Hace ocho meses, día va, día viene, que dije aquí mismo que EE.UU. no es ya un país democrático y que vive bajo un régimen totalitario. Cité la tan popular Ley Patriota entre los muchos abusos cotidianos del régimen Bush que han hecho papilla de la Constitución y de las garantías legales de que gozaban los ciudadanos de ese país.
Esto quiere decir que hace muchos meses que gente legalmente establecida en EE.UU. recibe una visita nocturna de la policía y desaparece sin más noticia. Esos «sospechosos» inocentes son 120.000 según Matrix, la computadora que pueden reunir datos sobre miles de millones de personas en pocos segundos. Quiere decir también, desde hace varias semanas, que también los ciudadanos (que, por serlo, se creyeron mejor protegidos) pueden ser arrestados sin causa ni razón (son declarados «testigos interesantes») y desaparecer en el sistema carcelario de EE.UU, el mayor y el más violento del mundo (más de un millón de presos sin la menor garantía de que saldrán vivos de esa aventura.)
Lo que es notable, casi increíble para mí, es que tanto la mayoría de los ciudadanos de EE.UU. como la gran mayoría de los habitantes del mundo observan esta situación y no mueven un dedo para ponerle freno. Los ciudadanos de EE.UU., porque tienen terror pánico al Sistema y el resto del mundo porque cree que el dedo letal de Bush jamás le alcanzará aunque ese dedo ya está metido en cada hogar con televisor.
Cuando algunos comentaristas nos referimos a las elecciones presidenciales en USA de 2000 como un «golpe de estado» refrendado por la Corte Suprema a costa de su prestigio mundial, muchos cerebros resfriados creían que exageramos y lo creerán hasta que los metan en una celda y desaparezcan.
Ahora anunciamos (porque somos miles los que lo vemos muy claramente) los ases que Bush tiene en la manga para quedarse en la Casa Blanca otros cuatro años y convertir al mundo en un super-estado fascista. El as que mencionaremos hoy se llama «tableta» o «caja negra» y es un instrumento que se está instalando en todo el país a toda prisa porque lo usarán los pocos ciudadanos que se molestarán en votar (menos de una sexta parte de la población total) y tiene la gran ventaja de que no deja huellas de papel.
Esto es, es una computadora (cuando no) que registrará cada voto de aire, y cada voto de aire será milagrosamente a favor del actual Presidente; nadie podrá probar que alguien votó en contra suya. Ese es el nuevo milagro: el voto virtual.
El fabricante de ese milagro electoral es un compadre de Bush dedicado a reunir millones para ayudarle y dueño de la empresa Diebold Inc. Hace 30
días, y porque Diebold Inc. cometió un error, el Secretario de Estado del estado de California, Kevin Shelley, «liquidó» 14.000 de estas cajas negras antes de prometer a los ciudadanos de ese estado que podrán certificar su voto con un documento de papel aunque nadie sabe cómo cumplirá esa promesa (El gobernador de California es el bueno de Schwarzenegger, como usted recuerda, otro compadre de Bush.) Shelley es por eso la excepción que confirma la regla. Ohio es un estado en que ya domina la caja negra y, por supuesto, Florida es otro. Diebold Inc. es hábil: la prensa no menciona a los 47 restantes.
He aquí, pues, otra maravilla del capitalismo en acción: mientras cada ciudadano recibe una prueba en papel de que ha retirado un dólar de su banco y otra prueba de que ha usado ese dólar para comprar un pan, el país más rico del mundo no puede permitirse el «lujo» de dar un documento impreso, (un papel legitimo) a cada votante para que pueda verificar que su voto se incluyó entre los votos tomados en cuenta (no fue anulado) se contó como él lo desea (fue para Nader y no para Bush) y fue algo más que aire, que es lo que el régimen de Bush promete a cada elector.
Dada la enorme importancia de las elecciones de noviembre, Bush tiene un as mejor en la manga: se llama Kerry, pero el espacio de que dispongo no me permite comentar este naipe hoy. Volveré otro día. Gracias por su atención y siga mirando telenovelas.