Triunfa el mal, con letras grandes: MAL.¡Dame una M, dame una A, dame una L! ¡Four more years! ¡Four more years! Los lobbies están de fiesta. Hay euforia en Wall Street. Se descorchan botellas de cava. Las ventas de cocaína desbordan a los proveedores del medio este. Brindemos por el Apocalipsis. Afuera truena. Son estruendos […]
Triunfa el mal, con letras grandes: MAL.
¡Dame una M, dame una A, dame una L!
¡Four more years! ¡Four more years!
Los lobbies están de fiesta. Hay euforia en Wall Street.
Se descorchan botellas de cava. Las ventas de cocaína desbordan a los proveedores del medio este. Brindemos por el Apocalipsis.
Afuera truena. Son estruendos de mal agüero.
Con la victoria aparecen las clásicas reacciones mitigantes de la desilusión en todos los hombres honestos: escepticismo, cinismo, desconfianza, desinterés, pasividad, desprecio, sarcasmo… sigan ustedes la lista. Cada quien encuentra su asidero y se agarra a él con fe. Nos queda eso o una renuncia total a considerar los Estados Unidos como sujeto de cualquier ciencia social. El olvido, la resignación definitiva. Pero Howard Zinn no lo merece. Vonnegut tampoco. Y aún menos Kilgore Trout. RIP.
Recorro las televisiones en busca de opiniones relevantes.
Re-le-van-tes.
Relevante es lo contrario de lo mil veces hablado, lo contrario de lo evidente. ¿Recuerdan cuando existía la relevancia?
No hay suerte, sólo encuentro imágenes:
clic
«…los EEUU han elegido al candidato que consideran mejor preparado»
clic
«… los analistas europeos no se explican el batacazo de Kerry»
clic
Pido mucho, demasiado, así que me conformo con TV1.
Pedro Piqueras modera una tertulia.
La cámara enfoca a ese Gollum llamado Piqué, antiguo trostkista convertido al capitalismo furibundo por cuestione$ de familia y de interé$ per$onal que no de$cubriré ahora. Asegura que EEUU es el estado «más importante del mundo» y que «España no puede dejar de ser estado aliado de EEUU». Se equivoca en todos los adjetivos: no es más «importante» sino más «poderoso» y no es «aliado» sino «sometido». O, como mucho «socio comercial», como muchísimo, porque eso es reconocer paridad, que no la hay. Aunque en realidad, mientras fluya la pasta y la patronal esté tranquila, a él se la trae al pairo el lenguaje. Él sólo emplea las palabras del partido. Mi tesoooooro. El PP ha convertido adjetivos en consignas. Él es un repetidor, como esos palos de metal que vemos sobre los edificios. Repite y amplifica: Irak fue una intervención humanitaria, bip bip, el euro ha sido fantástico, bip bip, EEUU es nuestro amigo… Un día se le caerá un vaso de agua encima y saltarán chispas de los cables bajo la camisa. Se descubrirá todo. Aznar fabrica replicantes en una cueva de Valladolid. Indra los programa.
Después habla Carlos Taibo y observa que EEUU es un país que no respeta la carta de la ONU, un país violento, que ataca para extender el capitalismo neoliberal. La representante republicana encara al moderador: «se está pasando un taco, di algo» reclama con su mirada. En EEUU hubiesen conjurado ya a los problemas técnicos, ese ejército de hormiguitas grises que asalta la pantalla cuando resulta conveniente, porque en EEUU no hay censura, es un país libre. Pero hay problemas técnicos. Eso es un dato.
A diferencia de sus contertulios, que con la pose digna ya sienten firmes sus opiniones, Taibo aporta documentos, como aquella Estrategia de Seguridad Nacional que firmaron Condoleeza Rice y Colin Powell en el 2002; también hace referencia al reconocimiento explícito de Pearle y Wolfowitz sobre la causa del ataque a Irak: petróleo, el país «flota sobre un mar de petróleo», esas fueron las palabras exactas de los insignes sionistas, aún lo recuerdo. Aunque tal vez fue sólo para que la prensa olvidase a Israel.
Los contertulios (uno del PSOE, los dos representantes del partidos demócrata y republicano en España y un historiador erudito de la UNED) le escuchan y se ríen. Taibo les parece tan radical que despierta ese mecanismo ya clásico de autodefensa del ignorante: la risa sardónica. Que la tierra es redonda, Galilieo, jajaja, eso no se lo cree nadie. Tienen la realidad delante de las narices pero se niegan a aceptarla. Se ríen. Se trata de una enajenación superior a la de muchas esquizofrenias tipificadas. ¡Acérquense psicólogos, contemplen a los socialdemócratas masturbándose con retórica democrática! Tomen nota: «la configuración de ideologías sobre la base de una desinformación planificada», trabajo de final de curso. Entre nosotros: no creo que les acepten esta tesis.
De pronto, llega el de las manoplas a deshacer el nudo. El representante del PSOE trata de rebatir la hipocresía de Piqué con un argumento falaz, el dato económico definitivo que disipará de una sacrosanta vez todas las dudas que sobre la guerra preventiva existan o puedan haber existido, ahí va: «el precio del petróleo ha subido gracias a ‘lo de Irak'». Y lo asegura así, diciendo literalmente «lo de Irak», como quien recuerda «lo de la tía Paqui». Te he dejado encima de la mesa «lo de la tía Paqui». Para el PSOE, 100.000 iraquíes muertos no constituyen el argumento primordial. Los representantes de los partidos norteamericanos presentes en la tertulia podrían ofenderse y no es cuestión, mejor ofender el recuerdo del 100.000 personas y situarlos argumentativamente por detrás de un combustible fósil.
Defínanse señores del PSOE: ¿el asesinato es erróneo o inmoral?
El erudito de la UNED se indigna, pero no por el mismo motivo que yo: el erudito dice que no, que lo de Irak no tiene nada que ver, que lo que sucede es que India y China demandan más crudo. ¡Ajá, miserables orientales! ¡Con que progresando a la occidental¡ Es la ley de la oferta y la demanda, se sobreentiende. Me encanta, aún hay quien se la cree. El erudito olvida que hay un mercado de futuros en el que se especula con el precio de los barriles hasta ¡a cinco años vista! También olvida que buena parte del precio del crudo son beneficios para las petrolíferas y que otra buena parte de lo que repercute en el ciudadano se va en impuestos indirectos (casi el 50% en España).
Y mientras tanto hay 100.000 personas enterradas por haber nacido allí y no aquí, donde lo importante es el precio del crudo.
La tertulia occidental sigue. Gollum muerde una patilla de sus gafas y afirma solemne que aquí en Europa la gente cree que el mundo sigue vertebrado entorno al eje atlántico y que eso es mentira, mentira gorda, mentira de la buena:
-Ahora el eje está en el pacífico y si no somos buenos aliados de EEUU nos vamos a convertir en la periferia…
Acaba de decir «periferia» y a los contertulios, menos al bueno de Taibo, se les ha erizado el pelo de la nuca. Es como si hubiesen mordido un limón. Periferia, pe-ri-fe-ria… Guau, pe-ri-fe-ria, que palabra tan fuerte, qué connotaciones en la mente de los contertulios. Periferia, marginalidad, pobreza, involución. Periferia, secundario, prescindible, exterior, innecesario.
Yo, que pese a las ganas no puedo irrumpir en el programa disfrazado de apache y portando un rifle de asalto, reflexiono. Resulta que debemos lealtad al imperio por su proximidad geográfica al eje. Qué curioso. Seamos entonces aliados de Australia, o de Indonesia, que no están cerca del eje sino en el propio eje. Ahora tocan criterios geográficos, cuando ya se han descartado todas las mentiras, por obvias, por mal montadas, por chapuceras, toca hablar de «ejes», de «proximidades».
Newspeak de parvulario, Gollum: ¡suspendido!
Te quedas dos semanas castigado sin ir al Cercle D’Economia con tus amiguitos de La Caixa.
Nadie objeta porque se acaba el tiempo -en realidad, menos Taibo, nadie iba a hacerlo-. Fin del programa.
De pronto empiezan a salirme unas ronchas moradas en los brazos.
Me pica mucho.
Demonios. Es el conformismo, se me sube a la epidermis.
Creo que debo apagar la tele.
Esto se contagia por vía catódica.
Clic.
Adiós televisor. Ahora dormiré.
Y mañana, si Bush quiere, será otro día.
www.lapatatadelalibertad.blogspot.com