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Sur de África: Relacionan la liberalización comercial con la pérdida de puestos de trabajo

Fuentes: Umoya/Rebelión

Los representantes de los sindicatos del Sur de África (de Angola, Botswana, Lesotho, Mauritius, Mozambique, Namibia, Sur-África, Swazilandia, Tanzania, Zambia y Zimbabwe) bajo los auspicios del Consejo de Coordinación de los Sindicatos del Sur de África, a los que se unen representantes de ICFTU-AFRO, ITGLWF-África, UNI-África, IUF-África y SEATINI; PREOCUPADOS por los niveles de pobreza, […]

Los representantes de los sindicatos del Sur de África (de Angola, Botswana, Lesotho, Mauritius, Mozambique, Namibia, Sur-África, Swazilandia, Tanzania, Zambia y Zimbabwe) bajo los auspicios del Consejo de Coordinación de los Sindicatos del Sur de África, a los que se unen representantes de ICFTU-AFRO, ITGLWF-África, UNI-África, IUF-África y SEATINI;

PREOCUPADOS por los niveles de pobreza, desempleo y exclusión social en África; la falta de acceso a la educación y formación, salud, propensión a enfermedades y sobre todo HIV/sida, tuberculosis, malaria y otras enfermedades infecciosas; por los prolongados conflictos en algunos países; el peligro que supone no alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio; la falta de protección social que afecta especialmente a las mujeres, a la juventud, a personas con discapacidad, a los mayores y a los niños, y la situación de la mayoría de los trabajadores, sujetos a malas condiciones de salud y seguridad;

TAMBIÉN PREOCUPADOS por el aumento del desempleo masivo consecuencia de la liberalización económica, el cierre de empresas en muchos países, que ha conducido a un mayor grado de dependencia;

Y ALARMADOS porque el movimiento sindical está bajo el ataque de los gobiernos, las empresas multinacionales e instituciones que promueven el argumentario neoliberal, conduciendo a economías cada vez más informales y a la caída de la sindicación de los trabajadores;

PREOCUPADOS ADEMÁS porque la globalización no regulada conduce a crecientes desigualdades, a la erosión de los derechos de los trabajadores, al crecimiento del paro, al aumento del número de «working poor» sobretodo en la economía informal, a las privatizaciones, a la reducción del papel del Estado, a devaluaciones, a la supresión de subsidios, a que los costes de salud y educación tengan que ser sufragados por todos los ciudadanos; a la desregulación de los mercados de trabajo;

CONSCIENTES de que la actual fase de la globalización es anti-trabajador y anti-pobre, especialmente contra los habitantes de África del Sur;

CONSCIENTES TAMBIÉN de que el actual régimen comercial se basa en la desventaja de los países poco desarrollados, particularmente los de África del Sur, y que la liberalización económica no ha ido acompañada de un crecimiento económico y de un desarrollo ampliamente compartido por todos;

REAFIRMAMOS nuestro compromiso con la Declaración de Philadelphia, en particular, que: 1) el trabajo no es una mercancía; 2) la libertad de expresión y de asociación es esencial al progreso sostenido; 3) la pobreza en cualquier lugar constituye un peligro para la prosperidad de todos; y 4) la guerra contra la miseria requiere que se lleve a cabo de forma implacable dentro de cada país;

APOYAMOS las recomendaciones del Informe de la Comisión Mundial Sobre la Dimensión Social de la Globalización, una Globalización Justa: Creando Oportunidades para Todos; y la Agenda de la Organización Mundial del Trabajo sobre el trabajo decente y su papel en el alivio de la pobreza y la economía global a través de cuatro objetivos estratégicos: principios y derechos en el trabajo; empleo; protección social y diálogo social;

REAVIVAMOS nuestro compromiso en la consecución de los principios y objetivos de la Carta Africana de los Derechos Humanos y de los Pueblos;

CONOCEDORES de que la acción de los sindicatos no debe circunscribirse a los trabajadores activos de empresas e instituciones, sino también a la consecución de mejoras de los trabajadores de la economía informal, los parados, inmigrantes pobres, mujeres, jóvenes, discapacitados, personas mayores sin protección social, y los excluidos en general;

DESTACAMOS con preocupación que con la creciente liberalización del comercio algunos países están experimentando inseguridad alimentaria, desindustrialización, descenso en los niveles de empleo y disminución de las rentas de exportación;

DESTACAMOS también que el acceso preferencial al comercio por parte de los países africanos está amenazado por el acuerdo sobre la agricultura y el ‘NAMA’;

ADEMÁS DETACAMOS el deterioro de las condiciones del trabajo, la precarización del empleo, y la presión sobre los salarios en algunos países como resultado de la falta de obligatoriedad en la aplicación de los estándares internacionales sobre el trabajo y la legislación nacional, entre otras cuestiones;

Y QUE algunos países han incentivado zonas para la exportación en las que imperan las condiciones del trabajo infrahumanas -bajos salarios, largas jornadas de trabajo, negación de los derechos de los trabajadores a la libertad de asociación y negociación colectiva, horas extraordinarias forzadas-

DESTACAMOS con preocupación que las negociaciones NAMA pueden: 1) afectar negativamente la producción y el empleo en sectores de algunos países; 2) conducir a la pérdida de empleos; 3) disminuir el espacio político de los gobiernos; 4) disminuir los ingresos de los gobiernos provenientes de impuestos;

SOMOS CONSCIENTES que una persona pobre sólo puede ofrecer sus activos físicos e intelectuales, y en consecuencia, el empleo y el trabajo decente son el mejor camino para luchar contra la pobreza.

TAMBIÉN SABEMOS QUE la habilidad de África para luchar contra la pobreza, el desempleo y las injusticias está minada por el modelo de comercio imperante, desleal e injusto;

CONSTERNADOS por algunas normas de la OMC que suponen un atentado hacia los servicios públicos, según se postulan en el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS), REAFIRMAMOS que los servicios públicos vitales -educación, salud, agua, transporte público y otros servicios de primera necesidad- deben ser excluidos de las negociaciones sobre la liberalización del comercio que tienen lugar bajo sus auspicios, y que los gobiernos deben retener el derecho a regular y proteger el interés público;

ESPECIALMENTE ESTUPEFACTOS por el hecho de que los medicamentos imprescindibles para la vida (para enfermedades como Sida/HIV, tuberculosis y malaria) están negados a los pobres por la insistencia de los países desarrollados en salvaguardar los derechos de propiedad intelectual, contenidos en el acuerdo TRIPS;

POR TODO LO ANTERIOR, ACORDAMOS LO SIGUIENTE:

1.- Los países africanos debieran poner la creación de puestos de trabajo y el trabajo decente en el centro de sus políticas comerciales y de desarrollo;
2.- Las negociaciones de Hong Kong debieran reafirmar y recoger las promesas incumplidas de la Ronda del Desarrollo de Doha, que contiene disposiciones sobre el desarrollo y la creación de trabajo decente para todos.
3.- Llamar la atención de nuestros gobiernos para impedir una carrera hacia lo más bajo, al estar obligados a competir unos contra otros rebajando durante este proceso las normas del trabajo para atraer inversión extranjera directa.
4.- Llamar la atención de nuestros gobiernos para que dentro del marco SADC consulte e involucre a los sindicatos en las negociaciones comerciales y en especial en las delegaciones de la próxima Conferencia Ministerial de la OMC en Hong Kong.
5.- Los países en desarrollo no debieran ser presionados para que condicionen y rebajen sus aranceles (bajo el NAMA). De este modo, nuestros países serían capaces de usar políticas industriales para el desarrollo, y no perderían rentas comerciales provenientes de los aranceles.
6.- Respecto al Modo IV (desplazamiento fronterizo temporal de personas), el apoyo a la emigración ordenada, que incorpore derechos de los trabajadores emigrantes, fomente la total integración y prevenga toda forma de discriminación.
7.- En el sector agrícola, llamamos a los países desarrollados a eliminar todas las formas de barreras arancelarias y no arancelarias sobre los productos provenientes del Sur, y que el Acuerdo sobre Agricultura asegure el respeto de los trabajadores agrícolas, e intensifique la seguridad alimentaria para todos.
8.- En el sector servicios, para salvaguardar de ulteriores liberalizaciones y privatizaciones los servicios públicos vitales, éstos debieran ser excluidos de las negociaciones en Hong Kong y de las que hubiera posteriormente.
9.- Hacemos un llamamiento para que la 6ª Conferencia Ministerial de la OMC convoque una reunión conjunta de los Ministros de Trabajo y de Comercio, con la participación de los sindicatos, empresarios y la Organización Mundial del Trabajo.
10.-Pedimos más transparencia y democracia en los acuerdos comerciales internacionales, incluyendo los procesos de toma de decisión en la OMC, y la accesibilidad de los sindicatos y representantes de otras organizaciones democráticas a la OMC.

Finalmente, nos gustaría agradecer a FES, SATUCC y LaRRI el apoyo financiero y técnico dado a este Simposio.

Resolución adoptada en Windhoek (Namibia) el 7 de diciembre, 2005.