El periódico The New York Times se sumó a las demandas internacionales para que Estados Unidos cierre su centro de detención de Guantánamo. «Ahora, la única solución es cerrar Guantánamo y dar explicaciones a sus prisioneros de manera justa y abierta. Estados Unidos precisa una política de cárceles que se ajuste a las leyes y […]
El periódico The New York Times se sumó a las demandas internacionales para que Estados Unidos cierre su centro de detención de Guantánamo.
«Ahora, la única solución es cerrar Guantánamo y dar explicaciones a sus prisioneros de manera justa y abierta. Estados Unidos precisa una política de cárceles que se ajuste a las leyes y a los principios democráticos», destacó.
Un informe de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, con sede en Ginebra, hizo público esta semana que los prisioneros en ese centro de detención son sometidos a abusos y propuso la clausura inmediata de la prisión, que forma parte de un complejo militar estadunidense en la punta sureste de la isla de Cuba.
«¿Quién necesita historietas inmaduras para encender al mundo musulmán cuando se tiene el sistema de prisión de la administración Bush?», cuestionó el periódico en un editorial.
La alusión a las historietas tiene que ver con los dibujos satíricos sobre el profeta Mahoma, publicados por el diario danés Jyllands-Posten, que han causado protestas de miles de musulmanes en Asia, Africa y Europa, durante las tres últimas semanas.
«Una razón por la cual la Casa Blanca se encuentra tan impotente contra la violencia generada por las historietas danesas es que ha desperdiciado mucha de su moral en la bahía de Guantánamo y (en la cárcel de) Abu Ghraib (Irak)», señaló el diario.
«Al crear una cárcel en Guantánamo fuera del sistema legal para prisioneros que, según Bush, no tienen derechos, Estados Unidos estaría obligado a retener a estos 500 hombres por siempre», afirmó.
La publicación se refirió así a los cerca de 500 presuntos militantes del talibán afgano y de la red Al Qaeda, que Estados Unidos ha mantenido detenidos desde finales de 2001 hasta el año pasado. Casi todos están ahí sin que se les haya acusado formalmente ante tribunales.
Expertos de Naciones Unidas que prepararon el informe durante 18 meses declinaron visitar Guantánamo, luego de que las autoridades estadunidenses les permitieron el acceso, pero bajo la condición de que no entrevistaran a los reclusos.
Los juristas dieron plazo a Washington para que otorgara plenas libertades a la comisión, pero no hubo respuesta y la visita fue desechada.
El reclamo del cierre de la prisión de Guantánamo ha sido respaldado por personajes de todo el mundo. Este sábado se añadieron a la lista el arzobispo Desmond Tutu y el presidente de Chile, Ricardo Lagos.
«Son personas que están en una suerte de limbo jurídico», dijo Lagos al señalar que los prisioneros no son llevados a juicio porque Estados Unidos no puede aplicar su propia legislación en la isla y porque las convenciones internacionales no pueden ser invocadas, ya que los detenidos no fueron capturados en una contienda bélica.