Ezker Abertzalea ha denunciado escuchas telefónicas a su partido EHAK-PCTV que, según su denuncia, podrían extenderse al interior de la Cámara de Gasteiz. Según leo el juzgado número 5, no podía ser otro, de la Audiencia Nacional, tampoco podía ser otra, les ha comunicado el secreto de sus intervenciones telefónicas contra varios de sus miembros, […]
Ezker Abertzalea ha denunciado escuchas telefónicas a su partido EHAK-PCTV que, según su denuncia, podrían extenderse al interior de la Cámara de Gasteiz. Según leo el juzgado número 5, no podía ser otro, de la Audiencia Nacional, tampoco podía ser otra, les ha comunicado el secreto de sus intervenciones telefónicas contra varios de sus miembros, tesorero, secretario y responsable de prensa.
EHAK tacha dichas escuchas telefónicas como espionaje político contra un partido político legal que no obstante continúa siendo investigado por el juez Grande Marlasca, no podía ser otro, a instancias de la AVT, aquí si que podían ser por ejemplo el Foro de Ermua, la Asociación para la Dignidad y Justicia o la cabra de la legión si viene a cuento.
No importa que la representación social de este partido este avalada por más de 150.000 votos en unas elecciones tan irregulares como ilegales, o inconstitucionales si así lo prefieren los defensores del credo único emanado de la Constitución del 78.
La Audiencia Nacional ha demostrado sin ningún tipo de rubor su talante y sus maneras en esto de entender la política, lo que es la justicia está claro que entiende muy poco o más bien nada, o el cómo quieren que ésta sea entendida por el resto de los mortales, la política claro.
Estas escuchas, o espionaje telefónico, no serán, si al final alguien consigue demostrar que han sido, una excepción dentro del hacer habitual de una democracia donde la independencia y la libertad individual o colectiva esta protegida por la ley. En tanto no se demuestre lo contrario es la ley la que vulnera sistemáticamente los derechos individuales y colectivos sin que ninguno de los tres poderes haga nada por impedirlo, o más bien a favor de todos y cada uno de los tres poderes que nos vigilan y controlan.
Todos vigilan a todos, o al menos aquellos que pueden hacerlo.
A Batasuna no sólo se le montó escuchas telefónicas en Gasteiz, se volvió a repetir en Baiona y seguramente en Donostia, Iruñea o Bilbo.
A Arnaldo Otegi no sólo le han grabado los del gobierno central, lo han hecho o intentado, que viene a ser lo mismo, los del autonómico.
Se ha grabado al Rey, a Txiki Benegas, a Ibarretxe, a Garakoitxea y seguramente a todos los que son y a muchos que ni tan siquiera somos.
Si el Estado y los Gobiernos Autonómicos dedicasen sus esfuerzos al bienestar social seríamos la envidia de todos por los logros conseguidos y la tranquilidad alcanzada.
Pero está claro, muy claro, que los muchos déficits que heredamos, heredaron más bien, de aquellos lodos pasados siguen haciendo barros entre todos nosotros y en este fango acabamos por hundirnos todos, unos a la fuerza y otros gustosos.
Hoy EHAK registrará una proposición no de ley en el Parlamento de Gasteiz para que esta Cámara denuncie este espionaje político contra su formación dentro y fuera del propio Parlamento.
Si me lo permiten me parece una solemne majadería.
Me imagino una declaración tal cual, con la abstención del PSE y PP como no podía ser de otra manera, «El Parlamento Vasco hace suya la denuncia presentada por uno de los grupos presentes en el mismo por lo que insta aquel que este escuchando sus palabras tenga a bien desconectar micrófonos y grabadoras por no estar contemplado dentro del orden del día».
Aunque seguramente el Plan de Paz del tripartito no dejara tiempo para estas menudencias de estos nuevos políticos que no entienden que la política es como una pelea de barrio donde todo vale.
También tengo claro que nadie obligara al juez de turno a no utilizar estos artilugios ilegales o cuando menos no muy democráticos para llenar de suposiciones sus autos y sus quehaceres.
Y que esa memoria a corto plazo que tienen los políticos pasará página sin apenas leer los titulares que muy pocos medios han publicado hoy a pesar de lo grave de las acusaciones.
En esto de las escuchas telefónicas nos pasa, a mí sí me pasa, como en lo de la tortura que por más que me aseguren que no se producen yo sigo creyendo que son tan habituales como las denuncias de los torturados e incluso mucho más por el miedo de algunos, en la torturas, y la ignorancia de otros, en las escuchas.
Nada a lo dicho por Nekane, Itziar y Julián, electos de EHAK, que en esto del quehacer diario de la política no existen las medias tintas y no hay mejor palabra que la que nadie ha dicho. Recordar que los micrófonos crecen cuan champiñones y que el final de sus raíces son siempre unas grabadoras.
Ver articulo en Gara:
http://gara.euskalherria.com