«¡La ministra de Cultura, ha puesto un huevo, ha puesto dos, ha puesto tres. La ministra de Cultura, ha puesto cuatro, ha puesto cinco, ha puesto seis. La ministra de Cultura, ha puesto siete, ha puesto ocho, ha puesto nueve… donde estará la ministra, donde estará la ministra, déjala que ponga diez!» Y es que […]
«¡La ministra de Cultura, ha puesto un huevo, ha puesto dos, ha puesto tres. La ministra de Cultura, ha puesto cuatro, ha puesto cinco, ha puesto seis. La ministra de Cultura, ha puesto siete, ha puesto ocho, ha puesto nueve… donde estará la ministra, donde estará la ministra, déjala que ponga diez!»
Y es que días después de que la ministra de Cultura informara al mundo del infarto cerebral de la tonadillera que, sólo horas más tarde, se convertía en derrame, y que el parte médico habitual, al cabo del día, transformara en: «la cantante está pachucha», todavía no ha vuelto a referirse al tema, a desmentir derrames o a confirmar infartos.
De ahí mi inquietud porque se aclare para sosiego del mundo y de la ministra de Cultura, si le dio o no le dio a la tonadillera el infarto cerebral, el cerebral derrame o lo que sea que fuere que le dio, caso de que le diera algo.
Porque ¿en qué quedamos? ¿Fue un derrame cerebral? ¿Fue un infarto en el cerebro?
¿Puede un ser humano, por más cantante que sea, sobreponerse al mismo tiempo a un infarto y a un derrame cerebral sin que interceda la Virgen de la Regla?
¿Quién se lo dijo a la ministra de Cultura?
¿Se dedicará la ministra en el futuro a informar a la ciudadanía sobre los cambios que experimente la salud de la cantante?
¿Considera la ministra volverse periodista?
¿Aprovechará la ministra de Cultura una próxima feria del libro para anunciar que la cantante ha contraído el escorbuto?
¿A qué espera el ministro de Sanidad para hacer sus valoraciones sobre el infarto-derrame de la artista?
¿Cuántos infartos cerebrales caben en una tarde? ¿Cuántos en un programa de
televisión?
¿A cuánto se cotiza el derrame cerebral en Antena-3? ¿Y en los canales del Estado?
¿Hará el desmentido del infarto Zapatero? ¿Será Rajoy el que asuma el riesgo?
¿Se adelantará la concesión del premio Príncipe de Asturias a la tonadillera antes de que le sobrevenga otro derrame-infarto?
¿Se suspenderá el mundial de fútbol caso de recaer la salud de la cantante o de padecer súbitamente un ataque de apoplejía?
¿Por qué Televisión Española no ha desplegado todavía otra unidad móvil que acompañe al cáncer de la tonadillera en su periplo por los hospitales de España y Estados Unidos?
¿En qué universidad estudió medicina Ortega Cano?
¿Es verdad que la ministra de Cultura va a acompañar al cáncer de la tonadillera durante la romería del rocío?
¿Puede la cultura aportar soluciones a un repentino derrame, a un infarto sorpresivo? ¿Puede Cervantes ser más efectivo que la radioterapia o la quimioterapia para tratar el cáncer? ¿Se someterá la tonadillera a sesiones de Cervantes?
¿Tendrá el cáncer de la artista consideración ante la feroz competencia de derrames e infartos?
¿Por qué, a estas alturas de dolencia, no cuenta todavía la cantante con una ambulancia personal que la lleve y la traiga del hospital a la finca, en lugar de tener que trasladarse en coche?
¿Es que el Ministerio de Cultura no tiene recursos para fletar un quirófano con ruedas que haga menos pachucha la salud de la tonadillera o instalar un hospital de campaña en la sala de estar de su finca?
¿Se establecerá una nueva asignatura en las escuelas del país para instruir a las nuevas generaciones sobre las canciones, infartos y derrames de la artista?
¿Podremos descansar hoy si algún medio de comunicación no nos detalla quienes y cuántos familiares y allegados de la cantante la acompañaban en su traslado al hospital? ¿Podrá alguien conciliar el sueño si algún canal de televisión no nos entera del número de planta, del número de su habitación, del nombre de la enfermera que se llevó la muestra de orina?
¿Podrá dormir la ministra de Cultura sin antes informarnos del estado de salud de la tonadillera?
