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La union africana pide ahora a Etiopia que retire a su ejercito de Somalia

Las tropas de Etiopía avanzan hacia la capital somalí tras la toma de Jowhar

Fuentes: Gara

Las tropas de Etiopía, apoyadas por soldados del gobierno interino, avanzan hacia la capital de Somalia, Mogadiscio, después de la toma de la estratégica ciudad de Jowhar. Entretanto, la Unión Africana (UA), que el martes justificó la invasión etíope, ayer pidió la retirada del Ejército de Addis Abeba tras una reunión mantenida con la Liga […]

Las tropas de Etiopía, apoyadas por soldados del gobierno interino, avanzan hacia la capital de Somalia, Mogadiscio, después de la toma de la estratégica ciudad de Jowhar. Entretanto, la Unión Africana (UA), que el martes justificó la invasión etíope, ayer pidió la retirada del Ejército de Addis Abeba tras una reunión mantenida con la Liga Arabe y la Igad (agrupa a siete países del este de Africa) en la capital de Etiopía.


La Unión Africana cambió ayer de opinión respecto a la agresión de Etiopía contra Somalia. Si el martes el vicepresidente de la organización justificaba la invasión apelando al «derecho a la seguridad» de Addis Abeba, ayer el presidente de le Comisión, Alpha Konare, pedía la retirada de las tropas etíopes de Somalia «sin demora» y el fin de los combates desde la capital de Etiopía, sede de la UA.

El Gobierno etíope no reaccionó ante el llamamiento de la Unión Africana, mientras sus tropas avanzaban hacia Mogadiscio y, tras la toma, de la estratégica ciudad de Jowhar, se encontrarían a unos 80 kilómetros de la capital.

Sin embargo, la confusión reinaba en relación a la actitud de las milicias de los Unión de Tribunales Islámicos (UTI)y la defensa de Mogadiscio. Según aseguraba en la noche de ayer SomaliNet, los milicianos se estarían retirando de la capital. La noticia no fue confirmada por otras fuentes.

Según esta agencia, en la capital no existe ningún poder efectivo. Se desconoce si esta retirada entra dentro de los planes anunciados el martes por la milicia islámica, en el sentido de ceder el terreno e iniciar una larga guerra de guerrillas.

En cualquier caso, las tropas etíopes avanzan hacia Mogadiscio, y probablemente en las próximas horas caiga el puerto estratégico de Kismayo.

El gobierno interino somalí, crecido por el apoyo de tan poderoso aliado, desmentía tras la toma de Jowhar que fueran a atacar Mogadiscio. Así, el portavoz del gobierno interino somalí, Abdirahman Dinari, aseguró que «las milicias islamistas están en fuga y esperamos que Mogadiscio caiga sin disparar un solo tiro».

El primer ministro interino, Ali Mohamed Gedi, también se refirió al asunto diciendo que no bombardearían la capital. «No tenemos intención alguna de atacar Mogadiscio, pero estamos seguros de que seremos bienvenidos si entramos en la capital», aseguró. «A quienes buscamos es a los insurgentes extranjeros y los perseguiremos hasta acabar con ellos», afirmó, ya que «los islamistas han convertido al país en una base del terrorismo internacional», añadió, repitiendo una de las cantinelas que ni EEUU ni mucho menos Etiopía han sido capaces de demostrar.

Por contra, un antiguo señor de la guerra, Mohammed Dheere, decía en Jowhar que «atacaremos Mogadiscio mañana ­por hoy­ desde dos direcciones». Dheere, que controlaba la ciudad antes de que cayera en manos de las milicias de la UTI en junio, dijo que a partir de ahora los habitantes de Jowhar podrían ir al cine y escuchar música.

Durante la ocupación de Jowhar, según las fuentes, habrían muerto unos 60 milicianos islámicos y 45 efectivos de las fuerzas etíopes y de sus aliados locales. Un testigo afirmó que vio a las «fuerzas etíopes que mataban a los milicianos islámicos que habían quedado heridos en el campo de batalla. Los etíopes estaban muy enfadados, porque ellos también dejaron 45 de sus soldados allí».

Entretanto, en Addis Abeba el primer ministro etíope, Meles Zenawi, aseguró que sus tropas rompieron ayer el cerco que mantenían los combatientes islamistas alrededor de la ciudad de Baidoa, matizando que que el asedio de Baidoa lo mantenían «fuerzas terroristas internacionales».

Aseguró que «había tropas de Eritrea, terroristas internacionales y algunos elementos autodenominados Shabab» y también personas con pasaporte eritreo, añadió.

Zenawi destacó que las tropas etíopes no han entrado en ninguna localidad, tarea reservada a las milicias del gobierno interino. Al ser preguntado por el objetivo concreto de Etiopía, Meles explicó que la misión de su Ejército era «proteger a Etiopía de la amenaza que supone los autodenominados muyahidines, el Shabab y elementos como el Ejército eritreo».

Encuentro en Kenia con los islamistas
Fuentes diplomáticas aseguraron ayer que Kenia ha organizado un encuentro en Nairobi con los portavoces islamistas somalíes para tratar de poner fin a los combates. El encuentro esta previsto para hoy. Las mismas fuentes, bajo anonimato, indicaron que los representantes de los Tribunales Islámicos confirmaron su participación. La presencia de Etiopía y de su aliado somalí no está prevista en esta fase de las negociaciones. Nairobi exigió ayer a Etiopía que se retire. –

El miedo y la guerra regresan a la castigada Mogadiscio
Mustafa Haji ABDINUR

MOGADISCIO

Después de seis meses de paz, el miedo y la guerra regresan a Mogadiscio con el bombardeo del aeropuerto por parte de Etiopía y el avance de tropas. Los milicianos islamistas reclutan soldados para la yihad y los habitantes buscan un refugio.

La mayoría de los habitantes de la capital somalí vio con satisfacción desaparecer a los señores de la guerra que desde 1991 habían explotado despiadadamente Mogadiscio y apreciaban la vuelta a la normalidad. Sin embargo, desde el comienzo de las hostilidades en la ciudad la guerra está en todas las conversaciones, y aflora el miedo a la posibilidad de que se produzcan nuevos ataques aéreos.

«¿Van a seguir los bombardeos aéreos? ¿Avanzan hacia Mogadiscio?», pregunta impaciente Mumino Salad. «Tendrá graves consecuencias y morirá más gente», afirma.

Algunos buscan refugios seguros en la ciudad y examinan edificios aparentemente sólidos. Otros, como Abdulhi Farah Basher, que cerró su tienda, decidió quedarse en casa con su esposa y sus hijos porque «no sé lo que nos espera».

Yonis Gurea, antiguo funcionario, sigue con inquietud la progresión del Ejército etíope hacia la capital. Martirizado por 15 años de guerra civil, afirma que «tengo miedo que nuestra ciudad pase a ser como Bagdad si fuerzas extranjeras toman Mogadiscio».

Algunos se preguntan por la capacidad de los Tribunales Islámicos para defender la ciudad, otros no ocultan su temor ante la posibilidad de que los antiguos señores de la guerra regresen con los tanques etíopes. Haji Dual Nur asegura que los antiguos dueños de la ciudad están «furiosos» contra la gente de Mogadiscio, y afirma que «si vuelven de nuevo, se vengarán».