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Líder sindicalista, ella encarna, pese a las intimidaciones, la oposición al régimen del presidente.

Rabiatou Sérah, la intrépida guineana

Fuentes: Rebelión

De su despacho no queda nada más allá de un pequeño escritorio sobre el que ella escribió a mano su nombre y su cargo: «Rabiatou Sérah Diallo, secretaria general de la Confederación nacional de trabajadores de Guinea». «Lo han roto y robado todo; se llevaron mi computadora, mis carpetas, el dinero de nuestros afiliados», cuenta […]

De su despacho no queda nada más allá de un pequeño escritorio sobre el que ella escribió a mano su nombre y su cargo: «Rabiatou Sérah Diallo, secretaria general de la Confederación nacional de trabajadores de Guinea». «Lo han roto y robado todo; se llevaron mi computadora, mis carpetas, el dinero de nuestros afiliados», cuenta esta mujercita que dirige desde hace varias semanas la lucha contra el dictador-presidente guineano, Lansana Conté. «Ellos» son los boinas rojas, miembros de la guardia presidencial, enviados para intimidar a la sindicalista y sus militantes. Sin embargo, hace falta más para desanimar a Rabiatou Sérah, quien conservó una determinación de joven militante para guiar uno de los combates más importantes de su vida sindicalista. «El presidente Lansana Conté firmó un decreto en el que concede la nominación de un Primer ministro, jefe de gobierno. Debe aplicarlo, y no se hable más»

Estado de sitio. Desde el lanzamiento por parte de la intercentral sindical CNTG-USTG (Unión sindical de los trabajadores de Guinea), el 10 de enero, de un tercer movimiento de huelga general que exige el cambio en Guinea, 120 personas encontraron la muerte en el transcurso de manifestaciones reprimidas con violencia por las fuerzas del orden. Actos de violencia ejercidos sobre todo por el ejército, quien tuvo plenos poderes durante el estado de sitio que duró doce días.

Determinada, Rabiatou Sérah dice «haberlo sido siempre» y añade que «es natural». Para empezar, cuando ella era secretaria de la presidencia/secretaria presidencial, durante la dictadura del padre de la independencia guineana, Ahmed Ségou Touré, para quien ella «debió trabajar duro, con disciplina, porque no se podía hacer de otro modo, sobre todo cuando se era una mujer». Luego, fueron las escribanías de los tribunales de Conakry, en los años 80, antes de juntarse con la magistratura, diez años más tarde, con seis hijos para educar. «Estamos hartos de no tener electricidad, agua, de tener una moneda que vale más nada, cuando nosotros éramos uno de los países más ricos de Africa occidental» se exaspera Rabiatou Sérah.

«Tú, la heroína» A casi 60 años de edad, este pedacito de mujer, siempre vestida con una túnica de tela colorida afirma nunca haber tenido miedo de llevar a cabo este combate. Es ella quien desencadenó, en febrero del 2006, el primer movimiento de huelga general en toda la historia de Guinea desde su independencia. Con una fuerte repercusión, este movimiento desembocó en otras dos huelgas, en junio de 2006 y después en enero de 2007.

Su tenacidad suscita admiración entre los trabajadores, desconocidos, familiares y amigos que se empujan para venir a saludar «Hadja Rabiatou», la única mujer africana en el continente negro que dirige el conjunto de sindicatos de un país. En los corredores de la Bolsa del trabajo, convertida en el símbolo de la resistencia del pueblo guineano al régimen de Lansana Conté, algunos mármoles de Conakry rezan «Rabiatou Sérah, tú, la heroína que hizo honor a los guineanos con su valentía«. El objetivo de la sindicalista es claro: «Hablar al máximo de Guinea para que la comunidad internacional tome sus responsabilidades e impida la zozobra del país, porque Guinea no la merece»

Traducido por Félix Terrones