Ya sabemos que esta curiosa visita de Bush a la capital de Albania se produjo. Allí se pronunció resueltamente por la independencia de Kosovo sin respeto alguno para los intereses de Serbia, de Rusia y de varios países de Europa, sensibles al destino de la provincia que fue escenario de la última guerra de la […]
Ya sabemos que esta curiosa visita de Bush a la capital de Albania se produjo. Allí se pronunció resueltamente por la independencia de Kosovo sin respeto alguno para los intereses de Serbia, de Rusia y de varios países de Europa, sensibles al destino de la provincia que fue escenario de la última guerra de la OTAN. A Serbia le endilgó que recibiría ayuda económica si apoyaba la independencia de Kosovo, donde nació la cultura de aquel país. ¡O lo tomas o lo dejas!
Bush está ansioso de cariño. Disfrutó a su gusto del recibimiento sin protestas en Bulgaria. Habló con soldados de ese país que participaron en las guerras de Iraq y Afganistán. Trató de comprometerlos más a derramar sangre generosa en esas pacíficas guerras.
Al quejarse los líderes del país de la no inclusión de Bulgaria en la sombrilla de protección contra ataques nucleares, de inmediato declaró: tendrán los medios necesarios para defenderse de los misiles de alcance medio.
De dos mil a cinco mil soldados de Bush rotarán constantemente por las tres bases militares implantadas por el imperio en Bulgaria. ¡Como si viviéramos en el más feliz de los mundos!