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El primer debate del Foro «Enciende África» incide en el desconocimiento del continente

Fuentes: Archipiélago Noticias

Ignacio Ramonet, Amadou Ndoye y José Naranjo desgranaron anoche en el Espacio Cultural CajaCanarias las razones que impulsan la emigración. El amplio desconocimiento que en Occidente se tiene del continente africano y las razones que obligan a este pueblo a emigrar en condiciones infrahumanas, junto con la esperanza en un futuro económico mejor para 900 […]

Ignacio Ramonet, Amadou Ndoye y José Naranjo desgranaron anoche en el Espacio Cultural CajaCanarias las razones que impulsan la emigración. El amplio desconocimiento que en Occidente se tiene del continente africano y las razones que obligan a este pueblo a emigrar en condiciones infrahumanas, junto con la esperanza en un futuro económico mejor para 900 millones de personas que habitan en esta zona del planeta, fueron algunos de los temas que centraron anoche los debates del primer foro del ciclo ‘Enciende África’, que organiza CajaCanarias y que se desarrolló bajo el título ‘África ¿continente a la deriva?’.

Más de cuatrocientas personas se dieron cita en el Espacio Cultural de la entidad de ahorro en Santa Cruz de Tenerife para tratar de entender mejor la realidad africana actual, a través de las intervenciones de tres cualificados conocedores de este continente: el director de Le Monde Diplomatic, Ignacio Ramonet; el periodista y escritor canario José Naranjo y el profesor de Lengua y Literatura Española en la Facultad de Letras de la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar, Amadou Ndoye, que estuvieron acompañados por el también periodista y escritor, Juan Manuel Pardellas, que moderó el coloquio.

Juan Manuel Pardellas recordó en su introducción la necesidad de conocer África desde otra perspectiva que no sea la que hasta ahora ha tocado como consecuencia de la inmigración ilegal, y explicó que «desde hace diez años la llegada de inmigrantes a la costa canaria se ha incrementado, y han sido las voces de alarma de entonces las que han hecho que se realice el ciclo cultural de ahora».

«Aquellos feroces gritos se convierten ahora en suaves voces y en una avalancha del conocimiento, una invasión de humanismo y raciocinio», afirmó el periodista y escritor tinerfeño.

IGNACIO RAMONET

Ignacio Ramonet inició su intervención recordando las tres grandes catástrofes históricas que ha sufrido el continente africano a lo largo de su existencia y que ha marcado, indudablemente, su desarrollo, comenzando por la esclavitud, entre los siglos XVI al XIX, que hizo del continente y de sus países un pueblo lastrado, que por un lado fue expulsado cruentamente de su lugar de origen y por otro le obligó a refugiarse y a aislarse para evitar ser vendido como esclavo.

«La trata tenía por objetivo deshumanizar al ser humano africano y se produjeron debates teológicos para saber si los africanos tenían o no alma. Millones de seres humanos fueron vendidos como mercancías y transportados a Sudamérica en condiciones abominables», añadió Ramonet.

La segunda tragedia que sufrió este continente fue la colonización, que a África llega «paradójicamente» mucho más tarde que a otros continentes y se produce en el siglo XIX. Británicos, holandeses, franceses, alemanes e italianos se hacen con estos países de una forma increíblemente rápida «gracias al avance técnico en materia militar que tenían desarrollado», asegura Ramonet, «y la conquista de África es brutal y destruye sociedades enteras y países».

El tercer drama que asola África es la consecuencia directa del anterior, y son los procesos de independencia que es llevaron a cabo en la década de 1960, y que se va a llevar a cabo con un control importante de las metrópolis que ponen en el poder, en muchos casos, a dirigentes afines a la potencia colonial para poder seguir controlándolos.

Ramonet reveló que, en la actualidad, el control de África no es tanto político como empresarial, llevado a cabo a través de las grandes multinacionales que explotan al continente y que imponen su propia política económica. Sin embargo, el director de Le Monde Diplomatique, se mostró esperanzado en el futuro de los habitantes de África, tanto en el aspecto económico como en el político, y manifestó que, a día de hoy, existen países que están en condiciones adecuadas para empezar a competir económicamente y se producen muchos menos conflictos bélicos. «Hay una esperanza política y económica para África, dijo Ramonet, pero hay que pensar cómo afianzar esa esperanza»

AMADOU NDOYE

Por su parte el profesor senegalés Amadou Ndoye desmitificó los tópicos tan extendidos que hay sobre África, recordando entre otras cosas, por ejemplo, que el pueblo africano es multilingüe y que existen muchos universitarios.

Ndoye aseguró que el gran drama de África es que toda la riqueza que posee el continente no les pertenece, está en manos de potencias extranjeras que la explotan. «Paradójicamente nuestras desgracias vienen de nuestras riquezas», agregó el profesor senegalés, quien recordó que mientras en el resto del mundo escasea el petróleo «los pobres estamos sentados encima de pozos y pozos de petróleo».

Asimismo, matizó que no es casualidad que los grandes conflictos bélicos que se hayan producido en África sean en países con grandes riquezas en materias primas, y parafraseó al escritor latinoamericano Ciro Alegría asegurando que «África es ancha y ajena, porque las riquezas no pertenecen a los africanos». Para Ndoye, la solución a su pueblo pasa por poder gestionar su propio patrimonio económico, y puso otro ejemplo que es el de los acuerdos a los que ha llegado Senegal con la Unión Europea, de tal forma en las costas senegalesas pescan barcos europeos, mientras los pescadores locales tienen que salir cada vez más lejos en busca de pescado.

«Un día le preguntaron a un pescador por qué llegó a Canarias y dijo que salió a pescar y se fue alejando tanto y tanto que se encontró con Canarias», relató Ndoye como ejemplo del desarraigo laboral y económico de su pueblo. El profesor senegalés también indicó que en estos momentos las fronteras europeas están en África, porque ahí está el Frontex, y «ni nuestras fronteras nos pertenecen», añadió. «Se supone que todos los pueblos tienen derecho a desplazarse libremente, pero a nosotros nos lo han prohibido y además no nos dejan riqueza y nos impiden competir en un mercado libre», concluyó Ndoye.

JOSÉ NARANJO

La tercera intervención corrió a cargo del escritor y periodista canario José Naranjo, quien explicó su experiencia como profesional del periodismo en el continente africano y aquellos momentos en los que le tocó cubrir la noticia de la llegada de pateras, primero, y cayucos, después, a las islas Canarias.

Naranjo recordó el número ingente de personas, jóvenes en su mayor parte, que se han muerto en las aguas entre dos continentes en un viaje en el que sólo buscan mejorar su vida y la de su familia.

Narró como, en sus viajes a África, ha podido comprobar cómo en las aldeas la mayor parte de las personas viven esperando el dinero que llega de sus hijos que trabajan en Europa para hacer sus casas y tener una vida un poco más digna. En sus viajes, Naranjo, ha comprobado como «los africanos saben más de nosotros que nosotros de ellos», y están al tanto de las nuevas tecnologías con la existencia de cibercafés «en los lugares más recónditos».

El periodista canario lamentó que no se entienda la inmigración como lo que, desde su punto de vista, es, que es una gran oportunidad para Europa, y matizó que no en vano «los africanos son muy conscientes de las bondades del mestizaje».

La intervención de José Naranjo terminó asegurando que «estas son las molestias de un gran parto, porque está naciendo una nueva sociedad y que es una gran oportunidad para nosotros».

El debate finalizó con tres apreciaciones sobre el futuro del continente. Por un lado, la esperanza en un futuro mejor; por otro, la necesidad de unir fuerzas entre todos los países africanos y, por último, la conveniencia de que países ajenos dejen de explotar el continente y esquilmar sus recursos.