El número de suicidios entre los veteranos de las guerras de Irak y Afganistán puede exceder el número de muertes en combate porque no reciben el tratamiento adecuado en los servicios de salud mental, declaró el responsable investigador psiquiátrico del gobierno de los EEUU. Los centros comunitarios de atención mental, perjudicados por límites financieros, no […]
El número de suicidios entre los veteranos de las guerras de Irak y Afganistán puede exceder el número de muertes en combate porque no reciben el tratamiento adecuado en los servicios de salud mental, declaró el responsable investigador psiquiátrico del gobierno de los EEUU.
Los centros comunitarios de atención mental, perjudicados por límites financieros, no han suministrado la atención médica correcta, en especial en las áreas rurales, dijo Thomas Insel, director del Instituto Nacional de Salud Mental en Bethesda, Maryland. Informó hoy a los periodistas en la reunión anual de la Asociación Psiquiátrica Americana en Washington.
Insel se hacía eco de un estudio de la Rand Corporation publicado el mes pasado en donde se encontró cerca de un 20 por ciento de veteranos de EEUU que tenían un trastorno por estrés post-traumático o depresión, y solamente la mitad recibe tratamiento. Cerca de 1,6 millones de soldados de EEUU han luchado en las dos guerras desde octubre de 2001, señala el informe. Cerca de 4.560 soldados han muerto en los conflictos hasta el momento, según informa la página web del Departamento de Defensa.
Basándose en estos datos y en índices de suicidios comprobados para pacientes similares que habitualmente contraen abuso de drogas y otras complicaciones del trastorno por estrés post-traumático, «es muy posible que los suicidios y las muertes por causa de enfermedades psiquiátricas de esta guerra podrían superar las muertes en combate», dijo Insel.
El trastorno por estrés post-traumático, conocido como PTSD (por sus siglas en inglés, T.), es la imposibilidad de recuperarse después de un trauma, como un accidente automovilístico, una violación o un combate, aseguró Insel. El PTSD puede permanecer latente sin síntomas durante meses o años antes de aparecer, y alrededor de un 10 por ciento de las víctimas nunca se recuperan.
La dificultad de predecir
«No sabemos aún cómo predecir quien es la persona que será más propensa a ello [al trastorno por estrés post-traumático], declaró Insel.
El Pentágono no discutió la observación de Insel.
«El departamento se toma la cuestión del suicidio muy seriamente, y un solo suicido es demasiado», dijo la portavoz Cynthia Smith en un correo electrónico.
El departamento ha ampliado los esfuerzos para animar a los soldados y veteranos a no sentirse estigmatizados si buscan tratamiento de salud mental, Smith afirmó.
Los soldados que han sido expuestos al trauma de combate fueron los más propensos a sufrir de depresión o PTSD, aseguró el informe de Rand. Cerca del 53 por ciento de los soldados con el trastorno buscaron tratamiento a lo largo del año pasado. La mitad de los que recibieron tratamiento no fueron correctamente tratados según los investigadores de Rand.
El fracaso para tratar adecuadamente los problemas neurológicos y mentales de los veteranos puede provocar una cadena de sucesos negativos en la vida de los veteranos afectados, aseguran los investigadores. Cerca de 300.000 soldados padecen depresión de PTSD, añade el informe.
Opciones de tratamiento
Los investigadores dudan de si es adecuado tratar a estos pacientes con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina [los SSRIs, por sus siglas en inglés, son unos antidepresivos que también se usan, entre otras cosas, para combatir la eyaculación precoz, T.] una clase de medicamentos que incluye el Prozac y otros antidepresivos, dijo Insel. Su instituto está estudiando esta cuestión y tratamientos nuevos para el PTSD, en que se incluyen el uso de la llamada tecnología real virtual.
La asociación psiquiátrica informó la semana pasada que una encuesta a 191 militares y a sus esposas encontró que el 32 por ciento decía que su experiencia militar dañó su salud mental, y seis de cada 10 creía que buscar tratamiento podría perjudicar sus carreras.
Más de 15.000 psiquiatras están esperando la reunión de su grupo profesional.
Avram Goldstein es profesor emérito de farmacología en la Universidad de Stanford
Traducción para www.sinpermiso.info: Daniel Raventós