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Entrevista a Cayo Lara, candidato para Coordinador General de Izquierda Unida

«No se puede ser de izquierdas y no ser anticapitalista»

Fuentes: Rebelión

¿Qué lectura política hace Cayo Lara de la Asamblea de IU? Desde mi punto de vista fue una Asamblea muy positiva. A la misma llegaron los delegados y delegadas con el mensaje de que había que entenderse. Nos pusimos de acuerdo en la política por una amplia mayoría, en que la próxima dirección será colegiada […]

¿Qué lectura política hace Cayo Lara de la Asamblea de IU?

Desde mi punto de vista fue una Asamblea muy positiva. A la misma llegaron los delegados y delegadas con el mensaje de que había que entenderse. Nos pusimos de acuerdo en la política por una amplia mayoría, en que la próxima dirección será colegiada y compartida y representará la voluntad exacta expresada con su voto por los delegados y delegadas en las diferentes candidaturas, aprobamos los estatutos, la refundación de IU en un periodo de 18 meses y como muy importante aprobamos la declaración de Rivas contra la crisis económica porque lo más urgente es reaccionar con una alternativa por la izquierda a la grave crisis del sistema capitalista que siembra de dramas humanos a millones de familias de trabajadores y trabajadoras.

Parece una gran contradicción la facilidad que las «listas» tuvieron en ponerse de acuerdo en redactar un documento (Declaración de Rivas), que será la línea política de la coalición y la dificultad para nombrar su coordinador general. ¿Por qué?

La declaración de Rivas era un documento que venía redactado previamente por representantes de las tres sensibilidades iniciales, que después del debate plenario se enriqueció su texto. No es difícil identificar y coincidir en la causas de la crisis y entenderse en la alternativa que no es otra que trabajar hacia el socialismo del siglo XXI. El coordinador/a no fue elegido porque no había un amplio consenso para su elección y confrontar la mitad del consejo con otra mitad entendimos que no ayudaba a superar la pasada división en IU. Esta no podía ser la Asamblea de vencedores y vencidos. Por otro lado, reconociendo la novedad en los últimos años, no era mala fórmula que una vez que se elija en las Federaciones la otra mitad del Consejo (90 consejero/as) fuese el Consejo completo el que eligiera al Coordinador/a.

¿Pero, cómo llevar una propuesta anticapitalista a la realidad social de este país?

No es fácil, si lo fuera ya estaría resuelto. Cuarenta años de dictadura han pesado mucho sobre la cultura de las personas. Que retirar un crucifijo de un colegio público en un Estado supuestamente aconfesional escandalice todavía a determinados sectores y aparezcan voces más propias del nacionalcatolicismo que de una democracia que se precie, o que haya una parte de la sociedad, incluso de sectores de trabajadores, que sigan pensando que no se puede vivir sin los ricos, da una idea de la dificultad social para trasladar una propuesta anticapitalista. No obstante la contradicción del propio sistema ha creado una crisis de tal magnitud, que muchos sectores hasta ahora indiferentes, cuando no temerosos de cuestionar al capitalismo, están obligados a buscar ahora una alternativa diferente. De esa confluencia entre todos los que desde diversas opciones nos situamos en la izquierda política y social, saldrá la propuesta anticapitalista permanente que hará evolucionar el pensamiento y la acción colectiva de las personas. La propuesta calará si vamos con sinceridad, trabajando codo a codo con los parados, con los jóvenes hipotecados, con los mayores no atendidos por la escasa Ley de Dependencia, con las mujeres que sufren violencia, con los inmigrantes que son humillados, si caminamos codo a codo con los jóvenes, que son todo generosidad y corazón, en busca de la sociedad soñada, más justa, más igualitaria, mas humana.

¿Existe en IU dependencia o necesidad de la figura del coordinador?

La figura del Coordinador debe ser la de intentar coordinar el trabajo y la aportación del colectivo para que toda la inteligencia, sabiduría, voluntad, historia, valores y generosidad de la gente de IU esté engrasada y aporte toda esa energía para conseguir una sociedad más justa y más igualitaria, en la que prevalezca el ser frente al tener, con libertad y respetuosa con el legado de nuestro medio.

Cada uno de los procesos asamblearios viene precedido de un nuevo debacle electoral desde los 21 diputados de la época de Julio Anguita, pero también de un goteo constante de salidas o abandonos de cuadros y sectores combativos de la izquierda vinculados a la organización. ¿Qué ha pasado?

De las debacles electorales nosotros tenemos, sin duda, una parte importante de responsabilidad. Algo no hemos hecho bien. Pero tampoco nos vamos a flagelar. Cuando tuvimos 23 escaños, con una ley electoral proporcional deberíamos haber tenido el doble de escaños. En las últimas elecciones de Marzo de 2008, cada voto al PSOE o al PP equivalía a efectos de representación lo que ocho votos a IU. Esa es una aberración de esta amputada democracia para consolidar un bipartidismo que no tocara lo esencial del sistema de dominación del poder real, y que, por cierto, han reconocido recientemente Herrero de Miñón y el propio Calvo Sotelo, que el artículo 68 de la Constitución se clavó para impedir que, entonces el PCE, que era el partido que más combatió colectivamente a la dictadura, no tuviera el peso político en el Parlamento que tenía en aquel tiempo en la calle. Hay gente que no ha aguantado el tirón de intentar transformar el sistema capitalista y ha decidido pasarse a la comodidad del poder y del dinero, aunque a cambio hayan guardado en el baúl del olvido determinados principios que ayer defendieron con pasión.

El modelo de Estado es un debate permanente en la izquierda de este país, conceptos como monarquía y unidad nacional, son pilares fundamentales de la Constitución del 78, ¿Sigue siendo válido este modelo constitucional?

Además de que muchos preceptos de la Constitución del 78, derecho a la vivienda, derecho al trabajo, a una educación de calidad, a vivir en un estado aconfesional, que toda la riqueza está supeditada al interés general del Estado, que la fiscalidad será progresiva, etc. no se cumplen, es necesario cambiar la constitución, pero el propio texto lleva recogida la dificultad del cambio por la mayoría parlamentaria tan cualificada necesaria para ello. La monarquía es una antigualla del pasado que algún día se recordará por generaciones venideras como algo sencillamente absurdo e irracional en nuestra civilización. Los territorios no deben servir para enfrentar y dividir a las personas. Creo en el Estado Federal Solidario, en donde se tiene que garantizar que las necesidades básicas de los ciudadanos estarán cubiertas sea cual sea el territorio donde habiten, que tiene que haber respeto pleno a la identidad, cultural, social y lingüística de toda la ciudadanía en cualquiera que sean los territorios y que hay que tener unidad federal, e incluso ampliar fronteras para combatir los abusos del poder económico frente a los propios Estados y sus Pueblos.

IU es acusada constantemente desde los movimiento sociales de todo el estado y de diferentes ámbitos de abandono de las luchas en la calle, en detrimento de la vía institucional, ¿Que hay de verdad en ello?

Izquierda Unida es rara la vez que sus componentes no estén participando en la escasa movilización social que existe en nuestro país. Es cierto que la vida institucional absorbe una parte esencial, o a veces la totalidad, del trabajo de nuestros cargos públicos. Pero las leyes se cambian en las instituciones a través del poder que otorgan los ciudadanos. Ampliar el espacio de Izquierda Unida es una necesidad vital para aumentar el peso de la izquierda en las instituciones y extender la presencia en la movilización social que consideramos esencial para la transformación.

Las calles escenifican la respuesta contra el sistema vigente y sus efectos, los estudiantes contra el Plan Bolonia, los jóvenes contra el fascismo, los trabajadores contra la privatización de la sanidad y en la defensa de sus puestos de trabajo y la lucha por una vivienda digna. La situación de IU es difícil pero propicia para definir su compromiso con las clases populares. ¿Cómo?

Reitero que en todas esas acciones hay militantes o simpatizantes de Izquierda Unida sencillamente porque somos parte de esas mismas clases populares. La siguiente dirección de Izquierda Unida tiene la obligación, porque además es posible, de articular todas las áreas de trabajo colectivo en esos sectores y otros muchos para seguir desarrollando iniciativas en la propuesta permanente que defendemos para frenar la ofensiva neoliberal del capitalismo y sus aliados políticos. El compromiso con las clases populares, a partir de nuestras propias convicciones, lo seguiremos definiendo con el ejemplo.

La evolución reciente de los cambios en Latinoamérica (Venezuela, Bolivia, Cuba, Ecuador ect…) inspiran esperanza en la izquierda a nivel mundial, ¿También referencias?

Hay un viento nuevo en Venezuela, Bolivia, Ecuador, cuya voz no la callan ni monarcas ni el Imperio y en la que sus pueblos oprimidos están recuperándose de los «100 años de soledad» a que les han sometido los saqueadores de sus riquezas y materias primas. Con la firmeza de los humildes hay que apostar decididamente por el cambio histórico que están experimentando.

Otra izquierda que defina claramente sus objetivos ante la crisis del sistema capitalista, es necesaria, ¿Esto es posible en IU?

No se puede ser de izquierdas y no ser anticapitalista. Los objetivos generales ante la crisis del sistema capitalista están definidos y aprobados en la IX Asamblea. Estoy convencido que IU es la izquierda necesaria que tenemos que seguir construyendo para avanzar hacia el socialismo del siglo XXI. Todo es posible con IU si colectivamente aplicamos lo que hemos aprobado en los documentos.

En pocos días se reunirá el CPF de la formación para elegir su nuevo coordinador general, ¿Ese puede ser Cayo Lara?

La palabra y la decisión la tienen los 180 compañeros y compañeras que van elegir al Coordinador o Coordinadora. Sea quién sea el elegido/a mi compromiso, como el de toda la organización, es trabajar como una piña para dar alternativas al drama humano que está generando la crisis del capitalismo que ayer nos vendían como el paraíso para todos, cuando la realidad es que, a una mayoría social, solo quieren conducirnos al infierno.