La Unión Africana (UA) inició este domingo en Adís Abeba su duodécima cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, centrada en las divisiones sobre el futuro de la organización, las actuales crisis políticas en Africa y el desarrollo de infraestructuras en el continente. Contrariamente a la tradición, la UA empezó su cumbre con una […]
La Unión Africana (UA) inició este domingo en Adís Abeba su duodécima cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, centrada en las divisiones sobre el futuro de la organización, las actuales crisis políticas en Africa y el desarrollo de infraestructuras en el continente.
Contrariamente a la tradición, la UA empezó su cumbre con una sesión a puerta cerrada, sin ceremonia oficial de inauguración. Sólo 20 de los 53 países miembros participan en la misma, según sus organizadores.
Además de las discusiones sobre «el desarrollo de las infraestructuras» del continente, el tema oficial de la cumbre, la cumbre de la UA se centrará en las actuales crisis políticas en Madagascar y Zimbabue, y en la instauración de un «gobierno de la Unión» reclamado por el líder libio, Muammar Kadhafi, pero que levanta reticencias entre numerosos dirigentes de la organización.
Los líderes africanos están de acuerdo en la necesidad de reforzar la UA pero sólo una minoría de sus 53 países miembros están dispuestos a renunciar a una parte de sus recientes soberanías en favor de una instancia de gobierno superior de la organización, que sustituyó en 2001 a la Organización de la Unidad Africana (OUA).
Ante la degradación de la situación política en Madagascar, el presidente de la Comisión de la UA, Jean Ping, ya advirtió duramente el sábado que «todo cambio de poder anticonstitucional será condenado. El sábado, el alcalde de la capital malgache declaró su deseo de lograr la destitución del jefe del Estado.
Madagascar, donde se celebrará la próxima cumbre de la UA en julio, está representado en la cita de Adís Abeba por su primer ministro, Charles Rabemananjara. En cuanto a Guinea, la UA parece haber flexibilizado su posición a raíz del compromiso de la junta militar en el poder de organizar elecciones antes de finales de 2009.
Y respecto a Mauritania, la UA y sus socios, entre ellos la Unión Europea (UE), decidieron el sábado aplazar al 20 de febrero una reunión prevista para el día 5 en vista de posibles sanciones contra los militares en el poder, tras su golpe de Estado de agosto de 2008.
Sobre Zimbabue y el acuerdo alcanzado el viernes entre el presidente, Robert Mugabe, y el líder opositor, Morgan Tsvangirai, para formar un gobierno de unidad nacional, la organización pidió el levantamiento de las sanciones impuestas por Europa y Estados Unidos al régimen de Mugabe «para mejorar la situación humanitaria en el país».
Por último, en la cumbre de la UA también estará presente la actual crisis económica mundial, dado el temor de numerosos dirigentes africanos a que conlleve una disminución de las ayudas internacionales, de forma que Africa sufrirá «las consecuencias de una crisis de la que no es responsable».