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Carta abierta sobre las elecciones europeas

Una cita electoral sin impulso refundacional

Fuentes: Rebelión

Desde REFUNDACIÓN, como militantes de Izquierda Unida, deseamos hacer pública una reflexión colectiva a propósito de la forma en que se han abordado los próximos comicios europeos en nuestra organización, así como del proceso que ha llevado a la elaboración de la candidatura, el programa y la campaña electoral. Esta reflexión viene motivada por el […]

Desde REFUNDACIÓN, como militantes de Izquierda Unida, deseamos hacer pública una reflexión colectiva a propósito de la forma en que se han abordado los próximos comicios europeos en nuestra organización, así como del proceso que ha llevado a la elaboración de la candidatura, el programa y la campaña electoral. Esta reflexión viene motivada por el descontento que sentimos ante el modo como se han hecho las cosas, pero su principal fin es abrir un debate para, en el futuro, hacerlas de un modo distinto.

1. Las elecciones europeas eran una gran oportunidad para lanzar el proceso de refundación de Izquierda Unida y convocar a nuestra base social a participar en él. Eso fue lo que aprobó la Asamblea de Rivas: «Las elecciones europeas, al calor de las luchas sociales de este tiempo, son un buen momento para avanzar en hacer creíble este proceso de refundación abriendo de par en par Izquierda Unida y desplegar al máximo esa Convocatoria para la Refundación de IU» (Declaración de la IX Asamblea). Esto no implicaba encerrarnos en nuestras luchas internas ni dar la espalda a las movilizaciones contra la crisis. Más bien al contrario: a diferencia de lo ocurrido en otras ocasiones, un proceso abierto y participativo como éste nos hubiera permitido impulsar políticamente a Izquierda Unida de cara a las elecciones de junio y hacerlo al calor de la movilización social, al tiempo que iniciábamos, paso a paso, el camino de la refundación.

2. En nuestra opinión, un proceso preelectoral coherente con el proyecto refundacional debía desarrollarse del siguiente modo. En primer lugar, lanzar un Manifiesto-Convocatoria a toda la izquierda política y social, explicando nuestra intención de abrir un proceso participativo de cara a las elecciones europeas e invitando a todo el mundo a involucrarse en él, con especial atención hacia las organizaciones más relevantes socialmente o con las que tenemos mayor afinidad. En segundo, difundir un material básico para la elaboración del programa que sirviera como punto de partida para un debate público y participado de cara a facilitar la elaboración colectiva de dicho programa. En tercer lugar, llevar a cabo ese debate programático de abajo arriba, comenzando por el nivel de base hasta llegar a una conferencia a nivel estatal, y procurando que todos las asambleas o encuentros tomasen la forma de un foro social abierto y entretejido con las redes sociales, políticas y culturales de cada territorio. Dada la coyuntura actual, las alternativas contra la crisis hubieran podido ser el hilo conductor de este debate, y los foros podrían haber sido convocados al calor de las movilizaciones sociales que están teniendo lugar. Además, ese debate público en torno al programa hubiera contribuido a revitalizar nuestras asambleas de base y a acercar a muchas personas a nuestra organización, además de a plasmar el «giro a la política» de un modo concreto. En cuarto y último lugar, en paralelo a este proceso programático, ir proponiendo a las personas que formarían la candidatura, apostando por unas elecciones primarias en el caso de no existir consenso, en las cuales se propiciase la participación de quienes desearan comprometerse con este proceso refundacional de Izquierda Unida (previo pago, por ejemplo, de un simbólico bono de apoyo) y se garantizase la igualdad real de condiciones y el juego limpio para evitar la erosión interna.

Insistimos en que esta manera de hacer las cosas no sólo habría servido para lanzar, abierta y decididamente, la refundación de Izquierda Unida, sino que nos habría fortalecido electoralmente a los ojos de la ciudadanía de izquierdas, enlazando además nuestro proyecto con la necesidad de la movilización contra la crisis. Pero también habría sido un ejemplo de nuevas formas de hacer política, que hubiera animado a nuestra gente, los hombres y mujeres de izquierdas, a dejar de ser espectadores de la política que nos votan cada cuatro años, y convertirse en protagonistas del rumbo que tome nuestra organización, con voz y poder para participar en él.

3. A día de hoy constatamos que lo que se ha hecho es prácticamente lo contrario. Lo primero de todo fue elegir al cabeza de lista (dificultando la presentación de otras candidaturas, y por tanto la celebración de primarias, a través de una interpretación estrecha de lo que establecen los estatutos al respecto); luego se negoció la coalición electoral con otras fuerzas políticas, entre las que destaca por su importancia ICV; y en último lugar se ha elaborado el programa político mediante unas Jornadas Programáticas que no han venido precedidas por ningún otro foro o convención a nivel local o regional. La apuesta por la refundación se ha aparcado, anulando la posibilidad de vincularla con el proceso anterior. La participación de nuestra gente se restringirá a los límites tradicionales: nuestros simpatizantes nos votarán, nuestros militantes pegarán carteles.

4. El pacto al que se ha llegado con ICV merece una mención aparte. En nuestra opinión, Izquierda Unida debe tener una vocación unitaria y aspirar a las alianzas más amplias posibles, de modo que aplaudimos la voluntad de la actual dirección para conseguir este objetivo. Pero dichas coaliciones deben asentarse en una base programática firme y no establecerse a cualquier precio. En este caso, creemos que la coalición con ICV presenta diversos problemas: primero, se ha concedido a ICV un segundo puesto que en base a su porcentaje de voto no merece; segundo, el protocolo del pacto no garantiza plenamente que la representación que obtengan vaya a engrosar las filas de nuestro grupo parlamentario durante la totalidad de la legislatura; tercero, el acuerdo de ICV con nuestro programa para estas elecciones es puramente formal y no hay garantías para su cumplimiento, tal como ha puesto en evidencia, por ejemplo, el conflicto en torno al Plan Bolonia (mientras Izquierda Unida lo ha rechazado públicamente y en su propuesta programática, los representantes de ICV no se han opuesto a él en el Govern de la Generalitat y en el Parlament de Catalunya) o la postura respecto al Tratado de Lisboa (un acuerdo que afianza y consolida el carácter neoliberal de la Unión Europea pero al que, sin embargo, tampoco se ha opuesto ICV); y cuarto, los episodios recientes de represión policial al movimiento estudiantil de Barcelona, en los cuales Joan Saura (Presidente de ICV) ha tenido una responsabilidad como conseller, requerían de Izquierda Unida y EUiA una respuesta más exigente a ICV para continuar con esta coalición.

En cuanto al procedimiento de ratificación de la coalición, creemos que es deseable su refrendo por la militancia de IU a través de una consulta vinculante, tal como se hace ya en diversas federaciones de nuestra organización.

5. Por último, la configuración final de la cabecera de la candidatura, y en particular los dos primeros puestos (que son los que cuentan con mayores posibilidades de salir), están ocupados por dos hombres, de modo que incumplimos el equilibrio de género que defiende nuestra organización. No es la primera vez que ocurre algo parecido (la Comisión Ejecutiva tampoco cumple el criterio de paridad), y mucho nos tememos que a este paso no va a ser la última. Y no era algo inevitable: incluso si aceptamos que el segundo puesto corresponda a otro partido, podemos escoger a una compañera para encabezar la candidatura o exigir a nuestro socio que designe a una mujer para ocupar el número dos.

Para terminar, deseamos subrayar el ánimo constructivo de esta carta. Nuestro propósito es invitar todo el mundo a una reflexión colectiva, y por ello deseamos hacer llegar estas ideas al máximo número de compañeros y compañeras a través de los canales disponibles de la «esfera pública» de nuestra organización (la mayor parte de ellos informales: blogs, foros, medios afines, etc.), sin por ello convertir el debate en una absurda polémica que se airea como lucha interna. Como hombres y mujeres de Izquierda Unida nos preguntamos si éste es el camino correcto para la recuperación de nuestra organización y si tal camino obedece realmente al rumbo que aprobamos en la XI Asamblea. Todavía estamos a tiempo de tomar otros caminos y de optar por otras formas de hacer política. Esperamos que esta carta invite a la reflexión y suscite el debate; eso no es incompatible con ponernos a trabajar, desde este mismo momento, en la campaña electoral europea de Izquierda Unida.

Haizea Miguela (EBb, miembro del CPF y de la Presidencia Federal) Diosdado Toledano (EUiA, S. de Cooperación y Altermundismo de IU, miembro del CPF y de la PF) María Milagrosa Carrero (IU-Ex, miembro del CPF) Luis Gibello (IU-Ex, miembro del CPF) Andoni Basterra (miembro del CP de EBb y del CPF) Antonio Arnau (EUPV, miembro del CPF) José Manuel Menéndez (miembro del CPF y Coordinador de IU-Bélgica) David Arrabalí (IU-LV-CA-Málaga) Maika Cuadrado (IUCM) David Hernández (IURM) Jorge Sola (IUCM) Diego Jiménez (Secretario de MM.SS. de IURM) Andrés Fariña (IUCM) Antonio V.R. (IURM) Manolo Colomer (EUPV) Arístides García (IU-Cáceres, Comunicación CPL) Manolo Monereo (IUCM) Ángel M. S. (EUPV) Angel Bao (miembro del CP y la Presidencia de EBb, ex-Director de Bienestar Social del Gobierno Vasco) Pedro Montes (IUCM) Luis Cerrillo (miembro del CP de EUPV) Sabin Zubiri (EBb) Isabel Cervera (miembro del CP de EUPV) Pedro Jiménez. (Responsable de organización EUiA en SEAT) Jorge Cortegana (EUiA en SEAT) Pablo Sánchez (Coordinador de IU de Bruselas, Bélgica) María Dolores Nieto (miembro del Consejo Andaluz de IU) Sigfrido Ramírez (Resp. de Organización de IU-Bruselas) Hilario Sánchez Díaz (Concejal de IU en Cijuela, Granada) Ana Gabarró (EUiA) José González Espada (EUiA) Mª Jesús Contreras (EUiA) Conrad Balagué (EUiA) Carmen Solé (EUiA) Alejandro Pérez Santiago (IUCM) Armando Fernández-Steinko (IUCM) y más compañeros/as… y más compañeros/as…

REFUNDACIÓN es un espacio abierto y plural, animado por las personas que formamos La Quinta Lista en la IX Asamblea, y cuyo fin es participar en los debates de Izquierda Unida y promover espacios transversales de encuentro, con el objetivo de impulsar la refundación de la izquierda alternativa en clave radicalmente democrática y anticapitalista. (Más información: www.refundacion.org y [email protected])