Pese a los esfuerzos del Ejecutivo socialistas por mejorar la igualdad en todos los campos y por ampliar los derechos de las personas homosexuales, en la última edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) que edita el Ministerio de Sanidad se les ha colado una definición nada positiva: la guía, que estos días puede […]
Pese a los esfuerzos del Ejecutivo socialistas por mejorar la igualdad en todos los campos y por ampliar los derechos de las personas homosexuales, en la última edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) que edita el Ministerio de Sanidad se les ha colado una definición nada positiva: la guía, que estos días puede adquirirse en la Feria del Libro madrileña, incluye la homosexualidad como un «trastorno mental». Los colectivos gays ya han mostrado su protesta y han exigido al Ministerio que retire esta consideración de enfermedad para dicha condición sexual.
Uno de los colectivos cuyos derechos más empeño ha puesto en defender el Gobierno de José Luis Rodríguez Zaptero es el de los homosexuales. Sin embargo, el Ministerio de Sanidad mantiene aún algunas de sus guías desactualizadas, tanto que en una de ellas, la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), de enero de 2008, considera que la homosexualidad es una enfermedad, según informó Público. Y eso que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dejó de considerarlo así hace 19 años, en 1990.
«Trastorno mental»
No obstante, en esta guía, que estos días está a la venta en el stand del Ministerio de la Feria del Libro, se cita el término homosexualidad definido como «atracción sexual exclusiva o predominante por personas del mismo sexo con o sin relación física». «La homosexualidad debe registrarse como diagnóstico, se considere o no como trastorno mental», añade el texto, que también incluye la entrada «lesbianismo», remitiendo a la misma descripción.
«No se considera un desorden», según la OMS
Desde 1990, las sucesivas revisiones de la OMS han continuado especificando que las tendencias homosexuales no pueden considerarse una enfermedad. La última de las revisiones, la décima, en 2007 -un año antes de la publicación de la guía del Ministerio- asegura explícitamente que «la orientación sexual no se considera un desorden».
«Error grave y lamentable»
Los colectivos homosexuales no han tardado en dar respuesta a esta polémica aparición en la publicación. El presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), Toni Poveda, mostró su convencimiento de que la edición no se ha hecho «con mala fe», pero advirtió de que «es un error grave y lamentable», y exigió «que se retire de inmediato» la definición.
«Da argumentos a Roucos Varelas y Benignos Blancos»
Por su parte, el presidente de la Plataforma Popular Gay y miembro de la Sociedad Internacional de Sida, Carlos Alberto Biendicho, entregó este lunes en el Ministerio una carta de protesta en la que alerta a la titular, Trinidad Jiménez, de la desactualización en la CIE, y le recuerda que «la homofobia es una forma de terrorismo perversamente encubierta». Según afirma en su misiva, mantener este tipo de definiciones «está dando argumentos a Roucos Varelas, Antonios Cañizares, Benignos Blancos (…) y toda la serie de políticos, fundamentalmente del PP, que se apuntan a esa homofobia, es decir, a odiar a los homosexuales. ¡Y curarnos!».