El ministro marroquí de Exteriores, Taib Fasi Fihri, afirmó que las conversaciones informales con el Frente Polisario «han dado mucho de sí», pero descartó la celebración de un referéndum, que tildó de «inaplicable». En su opinión, la única vía posible es el plan de autonomía.
El ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Taib Fasi Fihri, calificó de «inaplicable» la celebración de un referéndum para decidir el futuro de los territorios saharauis ocupados y pidió al Frente Polisario «una lógica diferente». Subrayó que «la autodeterminación no pasa necesariamente por un referéndum de múltiples opciones y puede hacerse realidad a través de las negociaciones». Sin variar la posición oficial, defendió el plan de autonomía como la única vía para solucionar el conflicto, porque «responde a todas las cuestiones planteadas, incluidas las legales, a la vez que se aleja de las opciones extremistas, como la integración o la independencia». Argumentó que la consulta es «inaplicable porque la población no coincide con territorio y la población local también está en otros países como Mauritania, Argelia o España».
Aunque criticó que el Frente Polisario y Argelia -que ejerce de observador junto a Mauritania- sigan reivindicando «unos mecanismos y modalidades inaplicables», resaltó que el encuentro informal y a puerta cerrada celebrado entre el lunes y el martes en Viena han dado mucho de sí. «Hemos acordado reanudar las negociaciones antes de fin de año», comentó, sin precisar ninguna fecha.
Por el momento, están negociando ampliar por vía terrestre las visitas entre familias residentes en los territorios ocupados y en los campamento de refugiados de Tinduf.
Por su parte, el representante del Frente Polisario ante la ONU en Nueva York, Ahmed Bujari, confío en que esta reunión sea el inicio de una «nueva etapa». Aunque eludió hablar sobre el contenido de las conversaciones, incidió en que éstas se llevaron a cabo en un ambiente de «franqueza y respeto que permitió profundizar en el debate».
Es más, destacó que el ambiente fue «muy distinto» al de las rondas realizadas bajo auspicios de la ONU en Manhasset, cerca de Nueva York. En total fueron cuatro. La insistencia de Rabat de limitar su propuesta a una autonomía y la postura del anterior enviado de la ONU para el Sahara -que rechazó una posible independencia- bloquearon el diálogo.
Bujari reiteró que «el núcleo del problema es la autodeterminación». Aseguró también que, en función de la voluntad de Marruecos, el referéndum podría celebrarse «en cuestión de tres meses».